Bails, Benito. San Adrián de Besós (Barcelona), 1730 – Madrid, 12.VII.1797. Matemático.
Nació el año 1730 en San Adrián de Besós (Barcelona). Cursó sus primeros estudios en Perpiñán, donde su padre tenía una fábrica de tejidos. A los dieciocho años ganó una cátedra en esa ciudad, a la que se presentó impulsado por su familia. Renunció a ella y continuó sus estudios en la Universidad de Toulouse, allí estudió con los jesuitas, teología y matemáticas. En 1754 pasó a París, donde conoció a importantes figuras de la Ilustración, como d’Alembert y Condorcet, entre otros, y colaboró en el Journal Historique et Politique, redactando los artículos correspondientes a España. En esta ciudad fue secretario del embajador de España, con quien en 1761 regresó a Madrid y le dio a conocer en el ambiente madrileño. Bails sabía latín, italiano, inglés y alemán, y hablaba como maternas, las lenguas francesa y castellana.
La Real Academia de San Fernando fue creada con la finalidad de atender las enseñanzas en las artes: pintura, escultura y arquitectura. En esta última eran especialmente necesarias las matemáticas para una correcta formación, y para ello se dotaron las primera y segunda direcciones actuales (cátedras), que ocuparon por primera vez en 1768 — año siguiente a la expulsión de los jesuitas— Benito Bails, hasta su fallecimiento, y Francisco Subirás, hasta el año siguiente por renuncia para regresar a Barcelona. Esta dirección de matemáticas era uno de los lugares más importantes de ese tiempo para el estudio de esta ciencia en Madrid, sólo en concurrencia con el Real Seminario de Nobles dirigido, después de la expulsión de los jesuitas, por el eminente Jorge Juan. A Bails sucedió Antonio Varas (su discípulo compañero en la segunda dirección desde 1791), y quien fue profesor de José Mariano Vallejo en esta institución. Poco después de la incorporación de Bails a la Academia de San Fernando, sufrió una parálisis que le afectaba a la mano derecha, circunstancia que superó con constancia y esfuerzo aprendiendo a utilizar la izquierda, cosa que no le impidió continuar con su trabajo y la redacción de sus numerosas obras.
Fue miembro de la Real Academia Española (Sillón U), donde ingresó en 1777, y de la Real Academia de la Historia. Colaboró en la Secretaría de Estado en la redacción del Mercurio político. Fue también académico de número de la academia de Ciencias naturales y artes de Barcelona.
Poseía una importante biblioteca de cerca de un millar de títulos, la mayoría extranjeros, que aunque muy especializada en obras de Matemáticas, Física, Astronomía, Náutica, Arquitectura, también incluía otras materias como Agricultura, Economía política, Medicina, Arte y Humanidades, Filosofía, Historia, Literatura, etc., biblioteca, pues, de un auténtico ilustrado en la que sin duda existían libros de autores proscritos por la Inquisición, tales como Montesquieu, Diderot, Fontenelle, etc., por lo que sufrió la persecución del Santo Oficio. Fue detenido durante tres meses en 1791, acusado de poseer libros de los nuevos filósofos franceses; terminada su prisión, fue desterrado a Granada y alojado en el convento de las Carmelitas Descalzas. Después de un año, logró el regreso a su casa en Madrid, donde continuó con sus trabajos hasta su fallecimiento, el día 12 de julio de 1797.
Fue autor de dos libros que se han utilizado como texto para la enseñanza de la matemática en España y en sus colonias durante varias décadas. Son sus Principios de Matemáticas (3 vols., 1776) y, muy especialmente, sus Elementos de Matemáticas (1779-1790), compuesto por diez tomos, en los que se contienen, por una parte, los elementos de la Aritmética, la Geometría, el Álgebra y la Trigonometría, y también la geometría analítica con el estudio de las curvas algebraicas y de las secciones cónicas y una introducción al cálculo infinitesimal, cuando todavía no se había incluido esta disciplina en las universidades; por otra parte, incluye aquellos aspectos de la matemática aplicada (o mixta), necesaria en los estudios de arquitectura, como son los relativos a los modelos matemáticos usados en la dinámica, a la dinámica de fluidos y más específicamente a la arquitectura civil y a la arquitectura hidráulica; además, se tratan otros temas complementarios, como óptica, astronomía, geografía, la medida del tiempo, la perspectiva, o la música, y emplea todo un tomo en el tratamiento de los logaritmos, instrumento esencial de cálculo en aquel momento, en el que dedica una parte importante al estudio de las propiedades y al cálculo necesario para la construcción de las propias tablas de logaritmos que incluye en el mismo tomo diez (logaritmos de todos los números naturales desde uno hasta veinte mil y logaritmos de los senos tangentes). De estas tablas se hicieron ediciones hasta el año 1864.
Publicó otros libros elementales de matemáticas para uso de la infantería, de los comerciantes, de los jóvenes artistas o para los alumnos de náutica. También tiene un libro sobre música y algunas traducciones del francés. Con motivo de la muerte de Jorge Juan, acaecida el 21 de junio de 1773, escribió un elogio de este eminente matemático.
Obras de ~: Instrucción Militar del Rey de Prusia para sus generales, trad. al español de ~, Madrid, Ibarra, 1762; Elogio de D. Jorge Juan, 1771; con G. de Capmany, Tratados de mathematica [...] para [...] los Regimientos de Infantería [...], Madrid, Ibarra, 1772; Elogio de D. Jorge Juan, 1775; Lecciones de clave: y principios de harmonía, Madrid, Ibarra, 1775; Principios de matemática: donde se enseña la especulativa, con su aplicación a la dinámica, hydrodinámica, óptica, astronomía, geografía, gnomónica, arquitectura, perspectiva, y al calendario, Madrid, Ibarra, 1776, 3 ts.; Elementos de matemática, Madrid, Ibarra, 1779-1790, 10 ts.; Tabla de logaritmos de todos los números naturales desde 1 hasta 20000 y de los logaritmos de los senos tangentes, Madrid, Viuda de Ibarra, 1787 (se trata del tomo X de los “Elementos de Matemáticas” [hay ediciones hasta 1864]; Aritmética para negociantes, Madrid, Viuda de Ibarra, 1790; Instituciones de geometría práctica para uso de jóvenes artistas, Madrid, Viuda de Ibarra, 1795; Diccionario de arquitectura civil, Madrid, Viuda de Ibarra, 1802; Principios de aritmética de la Real Academia de San Fernando para la instrucción de los alumnos de la escuela náutica, Madrid, Viuda de Ibarra, 1804.
Bibl.: M. Fernández de Navarrete, Biblioteca marítima española, t. I, Madrid, Viuda de Calero, 1851, págs. 227-230; G. Vicuña, Discurso leído en la Universidad Central en el acto de la apertura del curso académico de 1875 a 1876 [Cultivo actual de las ciencias físico-matemáticas en España], Madrid, José M. Ducazal, 1875; A. Sánchez Pérez, Las matemáticas en la Biblioteca de El Escorial, Madrid, Estanislao Maestre, 1929, págs. 42-44; E. Granell Trías, “Un ilustrado español: Benito Bails”, en Carrer de la ciutat, 0 (1977); P. Navascués, estudio crítico en B. Bails, De la Arquitectura civil, (reprod. facs. del t. IX de Elementos de matemática, 2.ª ed., Madrid, Imprenta Viuda de Joaquín Ibarra, 1796), vol. 1 de la edición facsímil, Murcia, Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos, 1983; S. Garma, “Benito Bails”, en J. M.ª López Piñero et al. eds.), Diccionario Histórico de la Ciencia Moderna en España, Barcelona, Ediciones Península, 1983; V. Arenzana, “Algunos aspectos de la evolución de los saberes matemáticos en Aragón en el siglo XVIII”, en J. Fernández e I. González Tascón (eds.), Ciencia, Técnica, Estado en la España Ilustrada, Madrid, Ministerio de Educación y Ciencia, 1990, págs. 291-292; M. Esteban Piñero y M. Jalón, “Una Academia de Matemáticas en Valladolid”, en Ciencia, Técnica, Estado en la España Ilustrada, op. cit., págs. 314-315; A. E. Ten, “Ciencia y Filosofía. El debate ilustrado”, en Ciencia, Técnica, Estado en la España Ilustrada, op. cit., págs. 360-361: I. Arias de Saavedra Alías, Ciencia e Ilustración en las lecturas de un matemático: la biblioteca de Benito Bails, Granada, Editorial Universidad de Granada, 2003; L. A. Saiz Montes, Aproximación desde la Antigüedad a través de los textos de Geometría al cálculo diferencial contenido en los “Elementos de Matemática” de Benito Bails. Generación y primeros pasos del nuevo cálculo, tesis doctoral, Valladolid, Universidad de Valladolid, 2004.
Ernesto García Camarero