León García, Valeriano. Granda, Santa Eulalia de Colloto, Siero (Asturias), 15.XII.1892 – Madrid, 13.XII.1955. Actor y director.
Aunque nacido en Asturias, su familia se trasladó a Madrid durante su infancia. Iba para tallista pero su afición lo llevó a entrar en la compañía teatral de Loreto y Chicote cuando apenas contaba diez años, improvisando un personaje en la comedia El jilguero chico. Interpretó luego el sainete La celosa, la comedia Los granujas e ingresó en la compañía infantil de zarzuela de Juan Jiménez, donde enseguida destacó, gracias a sus ademanes y su característico tono de voz.
Representó La alegría de la huerta y El puñao de rosas, entre otras, y realizó giras por Latinoamérica, y, a su regreso a España, reinició su trayectoria teatral.
Con catorce años fue primer actor de una formación de actores adolescentes, donde permaneció siete años, hasta que se encontró en el incendio del teatro Arriaga de Bilbao con la compañía de Salvador Videgaín la Navidad de 1914. Cantaba hasta en inglés, sin conocer el idioma. Desarrolló una privilegiada memoria y así podía aprenderse cualquier clase de papel.
Convertido en tenor cómico de zarzuela, fue contratado para estrenar en el teatro de la Comedia, en Madrid, Es mi hombre, que le había escrito especialmente Carlos Arniches, no en vano fue el autor que más veces representó. En esa compañía se hallaba una dama joven, de diecinueve años, que hizo el personaje de la hija del protagonista. Era Aurora Redondo, con quien Valeriano León contrajo matrimonio en 1925. Formaron una compañía teatral que mantuvieron durante tres decenios, hasta que él falleció. En 1935 llevó también el personaje al cine, en lo que fue su debut en la gran pantalla, de la mano de Benito Perojo, obteniendo el mismo éxito personal que en los escenarios. Un año después, Eusebio Fernández-Ardavín también le requirió para el rodaje del filme Don Floripondio, que quedó interrumpida por el estallido de la Guerra Civil y no pudo estrenarse hasta el final de la contienda.
Tras la guerra, residió durante algunas temporadas en Argentina, aunque retornaba asiduamente a España.
Así, colaboró en la primera película de José Luis Sáenz de Heredia, que llevaba por título ¡A mí no me mire usted!, repitiendo el éxito de las dos películas anteriores.
Pese a todo, no se prodigó en el cine y a esta última película le siguió, dos años más tarde, Antes de entrar dejen salir, para Julio Fleischner y, en 1945, A los pies de usted, para Manuel García Viñolas (1945).
La filmografía del actor es breve, pues su popularidad y gran éxito en los escenarios, tanto en calidad de actor como de director, le impidieron rodar más de las diez películas que protagonizó.
Valeriano León representó en su prolongada vida de actor más de dos mil obras de teatro, entre ellas se pueden recordar La venganza de don Mendo, Los marqueses de Matute, Don Magín el de las magias, El tío Miserias, El padre Pitillo y El hombrecillo e incluso firmó como autor algunas comedias, tales como ¡Al toro, que es una mona! y La divorciada. Ocasionalmente interpretó obras del teatro universal, alejadas de su tradicional repertorio de comedias sainetescas.
Fue el caso de El avaro, de Molière, donde consiguió una sorprendente caracterización, en el escenario del madrileño teatro Alcázar.
En la última etapa de su vida de actor repitió, ante el éxito popular, un parecido tipo de personaje, que era mezcla de socarronería, ternura y bondad. Respondía a su propio carácter. Llenaba los teatros con la compañía de su esposa, y se convirtió en uno de los actores más taquilleros del teatro Español, del cual era empresario.
En la compañía Aurora Redondo-Valeriano León, que es como aparecían en las carteleras, destacaron grandes actores cómicos: Paco Melgares, José Marco Davó y Pepe Alfayate, entre otros. La última comedia que representó fue El sol se pone gafas negras, de Soriano de Andía.
Al disolverse la compañía, estuvo trabajando hasta casi sus últimos días, en los teatros madrileños Cómico y Maravillas y, en 1954, volvió al mundo del cine interpretando bajo las órdenes de Juan de Orduña el papel de El padre pitillo que había llevado a las tablas, única película en que apareció junto a su esposa.
Al año siguiente rodó Curro Veleta para Ramón Torrado y La Lupa y El Piyayo para Luis Lucia, y tras el rodaje de esta última película, falleció.
Bibl.: M. Román, Los cómicos, vol. I, Barcelona, Royal Books, 1995, págs. 97-101; C. Aguilar y J. Genover, Las estrellas de nuestro cine, Madrid, Alianza Editorial, 1996, págs. 324-325; M. Gómez García, Diccionario del teatro, Madrid, Ediciones Akal, 1997, pág. 47; J. L. Borau, “León, Valeriano”, en Diccionario del cine español, Madrid, Alianza Editorial-Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, 1998, pág. 504.
Manuel Román Fernández
