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Francisco José Sierra y Llanes

Biografía

Sierra y Llanes, Francisco-José. Cangas de Narcea (Asturias), 11.I.1762 –1841 ant. Caballero maestrante de Sevilla (1780), coronel de los Reales Ejércitos. Diputado a Cortes.

Francisco-José de Sierra y Llanes fue hijo de Rodrigo de Sierra y Quiñones, regidor perpetuo del concejo de Cangas, y de María Teresa de Llanes Cienfuegos, natural del concejo de Lena, e hija de Menendo de Llanes Campomanes y Avilés, nacido en el palacio de Bolgues, y de Teresa de Argüelles, todos ellos del estado noble de los hijosdalgo. El hermano de Juan José, Rodrigo de Sierra y Llanes, era caballero de la Orden de Carlos III, sumiller de Cortina de S.

M., arcediano titular y canónigo de la Catedral de Oviedo y la de Sevilla, COLEGIAL de San Clemente de Bolonia y graduado en ambos derechos por aquella Universidad. El tío paterno de ambos hermanos, Bernardino-Antonio de Sierra, fue colegial mayor de San Ildefonso de Alcalá de Henares, graduado mayor en Derecho Canónigo por esa Universidad, graduado mayor en Derecho Canónigo por la Universidad de Ávila, arcediano de Tineo, canónigo dignidad de la Catedral de Oviedo, juez sinodal del Obispado, colector de anualidades, subcolector de Expolios y Vacantes, teniente vicario general de la Armada y Reales Ejércitos y caballero de la Orden de Carlos III. Alonso Marcos de Llanes, hermano de la madre de Francisco José y de Rodrigo, fue doctoral de las iglesias de Palencia y de Sevilla, obispo electo de Palencia y después arzobispo de Sevilla. También fue caballero de la Orden de Carlos III. Deudo de ambos hermanos fue, por parte de su madre, Martín de Llanes, militar que llegó a ser teniente general de los Reales Ejércitos. El tío Diego de Sierra y Valcárcel, era maestre escuela y cancelario de la Universidad de Salamanca, catedrático de Prima, Sexto Vísperas de leyes en ella, Mérito Aclamante and Pietate Regis, inquisidor de Cuenca y más antiguo de Barcelona.

Francisco-José heredó los mayorazgos de los Sierra, en Jarceley, concejo de Cangas, y los de Quiñones, Francos y Arcellana. Contrajo matrimonio con María del Carmen Avello Castrillón, heredera de los vínculos y mayorazgos de la casa de Taborcías, por su padre, Juan Avello Castrillón. Por su madre, Josefa-Antonia Fuertes de Sierra y Navia-Bolaño, fue heredera de los vínculos y mayorazgos de la casa de Andés, situada en el lugar de este nombre, en el concejo de Navia. Don Francisco-José y doña María del Carmen contrajeron matrimonio en 1780. Las velaciones se celebraron el 13 de septiembre de ese año, ante Francisco Gregorio de Sierra y Quiñones, canónigo jubilado de la Iglesia Catedral de Oviedo, quien certificó que, precedida licencia de Juan Fernández Loredo, cura de la iglesia parroquial de Santo Domingo, propia de la casa de Andés y aneja a ella, había velado in facie eclesia a don Francisco-José y a María del Carmen, quienes habían contraído matrimonio en virtud de despacho librado por el provisor del obispado de Oviedo, que autorizó el obispo, el 15 de julio del mismo año 1780. El matrimonio fue ratificado el 12 de septiembre. Tuvieron quince hijos, de los que sobrevivieron a la madre, fallecida el 27 de abril de 1741, los que siguen: doña María y doña Engracia, difuntas en la infancia; don Francisco, don Alonso y doña Vicenta, casados; don Víctor, por entonces aún soltero; don Fermín y don Rodrigo, difuntos siendo niños; don Braulio, difunto en el servicio de armas; don Dionisio, difunto, había estado casado y dejó familia; don Gervasio, soltero; doña Agustina, casada; don Mateo y don Juan, solteros, y doña Antonia, difunta a los dos años.

En el tomo que fijaba la división de estados en el concejo de Navia, en lo concerniente a la parroquia de San Pedro de Andés, correspondiente al año 1801, al folio 148 r.º. y v.º., consta el asiento que, a la letra, dice así: “Don Francisco José de Sierra y Llanes, dueño y señor de las casas de Jarceley, Quiñones, Francos, Menéndez Arcellana, de sus vínculos y mayorazgos y patronatos y más honores, actual alcalde mayor de este concejo de Navia, hijo legítimo de Rodrigo de Sierra y Quiñones y de María Teresa de Llanes Argüelles, nieto, con la propia legitimidad, de Juan de Sierra y Arcellana y de Rosa María de Quiñones, y biznieto de Francisco Antonio de Sierra Jarceley y de Josefa Menéndez Arcellana, tercer nieto legítimo de Pedro de Sierra y Jarceley y de Inés Queipo de Llano. Caballero hijodalgo notorio de sangre, casa y solar conocido, armas poner y pintar, descendiente por línea recta de varón de la casa solar de Sierra de Jarceley, sita en el concejo de Cangas de Tineo, es caballero maestrante de la Real de Sevilla y regidor perpetuo de dicho concejo de Cangas. Hállase casado con María del Carmen Avello y Fuertes de Sierra, dueña y señora de las casas del lugar de Andés y Taborcias y de sus vínculos y mayorazgos, de cuyo matrimonio tienen hijos legítimos a don Francisco- Julián, don Alonso-Luis, don Víctor Bernardino, don Fermín, don Braulio, don Dionisio, don Gervasio, don Mateo, doña Vicenta, doñaAgustina, son de la misma calidad que dichos sus padres y abuelos”.

Francisco-José de Sierra y Llanes participó como militar en las acciones locales contra los franceses. La Junta Superior de Armamento y Defensa del Principado creó el Regimiento de Navia el 23 de julio de 1808. Don José Gabriel Trelles, guardia de Corps, fue designado brigadier jefe del Regimiento. En sesión de la Junta del nueve de junio, fue dividida la provincia en dieciocho gobiernos militares. Francisco-José fue encargado del mando del Partido, en Navia, con el grado de coronel.

En los últimos días de mayo de 1809, la comarca de Navia fue ocupada por las tropas francesas. En el libro de bautizados de la parroquia de Andés, en apunte marginal, anotó el cura: “El día 25 de mayo, jueves, antes del amanecer, llegaron los franceses a Navia”. Pretendían pasar a Galicia. Francisco-José, para evitar que las tropas enemigas cruzaran el Navia, en dirección a Castropol y Ribadeo, se hizo fuerte en El Espín, en la margen izquierda de la ría. Parece que, desde allí, con una pieza de artillería, logró detener a las fuerzas francesas. Aunque no contaba con el número de hombres ni con las armas precisas para lograr éxito en aquella resistencia, confiaba en mantenerse durante el tiempo necesario para que acudiese a defender la línea del Navia la división de la del Eo, mandada por Woster. El general no llegó con sus tropas, como había prometido a Francisco- José Sierra. Los franceses vadearon el río a una legua de su desembocadura, parece que en Porto, en Cacabellos y en la parte llamada Senra, entre Arbón y Trelles, y atacaron a Sierra y a sus hombres en aquellas defensas del Espín, de forma que tuvieron que abandonar sus posiciones y retirarse en buen orden hacia Galicia. Para vengarse de Sierra, el mando francés ordenó dar fuego al Palacio de Andés. El edificio quedó abrasado y en ruinas, ya que, hundidas las techumbres, sólo permanecieron en pie las paredes y el crucero de la capilla por ser de sillares. En anotación del libro del Archivo Parroquial de Andés consta que, en 1809, “cuando el mariscal Ney pasó por este país para Galicia, le detuvo tanto la línea que estaba de la otra parte del río, que una partida de soldados fueron a quemar la casa de Francisco de Sierra, cuyo edificio mandó el mariscal circunvalar hasta que se hundiese”. En el mismo sitio que ocupaba el palacio, y aprovechando parte de sus muros, se levantó el edificio actual, parece que “en la mitad” de lo que antes había sido la casa de Sierra. Para conmemorar el incendio y la reconstrucción, don Francisco-José mandó colocar una placa, en madera pintada, con la siguiente leyenda, escrita por él: “Si el ardor por la Patria me ha abrasado / El amor de mi dueño me ha erigido, / Y de edificio gótico cascado / En casa de placer me ha convertido. / El intento de Ney quedó frustrado/ Pues por mi lealtad he conseguido, / De mis cenizas Fénix renaciendo / Burlar su rabia y despreciar su estruendo”.

Francisco-José fue diputado por Asturias en las Cortes Generales y Extraordinarias celebradas en Cádiz entre 1810 y 1813. Fue elegido el día 16 de diciembre de 1810 por los cuarenta y nueve electores correspondientes, en la villa de Castropol. La ciudad de Oviedo estaba ocupada por las tropas francesas. Se le otorgó poder el día 2 de enero de 1811. Fue aprobada su elección en la sesión de 20 de junio de 1811.

Formó parte de la comisión eclesiástica. En sesión de 22 de agosto de 1811, presentó una memoria sobre la necesidad de convocar un Concilio Nacional Eclesiástico y propuso que se celebrase otro en América.

Presentó una extensa Memoria sobre disciplina eclesiástica.

Perteneció a las comisiones de Delitos de infidencia y Disenso paterno. En estas comisiones, se mostró contrario al proyecto presentado por considerar ilimitadas las facultades que se quería atribuir a los padres en perjuicio de los derechos de los hijos.

Él como padre que era, decía que deseaba ser el mejor amigo de sus hijos.

En la sesión secreta de las Cortes celebrada el cinco de junio de 1812, se le concedió licencia por cuatro meses para que pasase a Asturias, prorrogándosele el permiso, por cinco más, en la sesión del 29 de enero de 1813. Fue uno de los firmantes de la Constitución.

Julio Argüelles lo valoró por sus buenos discursos.

Publicó un Dictamen sobre el artículo primero del proyecto de decreto acerca de los tribunales protectores de la religión, expuesto en la sesión de 25 de enero de 1813, decreto que prohibió el Santo Oficio en 1815.

 

Obras de ~: Dictamen sobre el artículo primero del proyecto de decreto acerca de los tribunales protectores de la religión, expuesto en la sesión de 25 de enero de 1813, Cádiz, Imprenta de Diego García Campoy, 1813.

 

Fuentes y bibl.: Archivo del Congreso de los Diputados, Serie documentación electoral, 1 n.º 4; Archivo del Ayuntamiento de Navia (Asturias), padrón de 1801; Archivo Parroquial de Andés (Asturias), libro de la Iglesia de Santo Domingo.

Congreso de los Diputados, Diario de sesiones de las Cortes Generales y Extraordinarias, Madrid, Imprenta de J. A. García, 1870; R. Álvarez Valdés, Memorias del levantamiento de Asturias en 1808, Oviedo, Imprenta del Hospicio Provincial, 1889; R. Comenge, Antología de las Cortes de Cádiz, t. II, Madrid, Congreso de los Diputados-Imprenta de J. A. García, 1910, pág. 734; J. Argüelles, Biografías de los diputados asturianos en las Cortes de Cádiz, pról. de R. M.ª de Labra, Oviedo, Tip. Suc. De A. Brid, 1912, pág. 108; J. Martínez Fernández, Navia. Incidentes y sucesos durante la guerra de la independencia (1808-1812), Navia, 1991, pág. 10; J. M.ª García León, Los diputados doceañistas, t. II, Cádiz, Ayuntamiento, 2006, págs. 530-531; M. Urquijo Goitia (dir.), Diccionario biográfico de parlamentarios españoles. Cortes de Cádiz, 1810-1814, Madrid, Cortes Generales, 2010 (CD-Rom); G. Anes y Álvarez de Castrillón, “Don Francisco-José de Sierra y Llanes. Su familia y nobleza” en Hidalguía, n.os 340-341 (Madrid, mayo-agosto de 2010) págs. 309 a 395.

 

Gonzalo Anes y Álvarez de Castrillón, marqués de Castrillón

 

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