Parra, Vicente de la. La Antigua Guatemala (antes Santiago de Guatemala) (Guatemala), 1667 – Comayagua (Guatemala), p. m. s. XVIII. Maestro ensamblador, activo en el Reino de Guatemala.
Probablemente nació en Santiago de Guatemala (hoy La Antigua Guatemala), hijo de Isabel Pinzón, mulata libre soltera. Se casó en dos ocasiones, en 1686 con Juana de Merlo, fallecida tres años después, y posteriormente con Teresa de la Paz. En 1680 entró como aprendiz en el taller del más importante ensamblador de Santiago, el maestro Agustín Núñez.
En 1690 ya era llamado “maestro”, y como tal concierta el retablo “en blanco” de Nuestra Señora de la Natividad, para el templo del Monasterio de Santa Catalina de Santiago, no siendo de su obligación las esculturas, el estofado y el dorado.
En 1692 se obligó a hacer el gran altar de Nuestra Señora del Rosario de los Españoles, en la capilla respectiva de la iglesia de Santo Domingo de Santiago.
A partir de 1694 tomó aprendices, lo que indica su fama y su volumen de trabajo. En 1694 contrató el colateral de Nuestra Señora de la Concepción para el templo parroquial de Santiago Patzicía, “según un diseño de dos colaterales que hice para la iglesia de Santa Teresa”.
A partir de 1695, por siete años, comenzó a trabajar exclusivamente para la Orden de la Merced. Su primer encargo fue un trono con cuatro rostros para la imagen titular, incluyendo las figuras, el ensamblaje y toda la madera. Luego le pidieron el retablo mayor, de dieciséis varas dos tercias de alto y doce de ancho, de “obra salomónica”, con cinco cuerpos y figuras de media talla. En 1700 inició, para la misma iglesia, dos retablos, uno del señor San José y otro de san Pedro Armengol, y en 1701 concertó el del Cristo de la Agonía, también con columnas salomónicas.
Finalmente hizo para los mercedarios el altar de Santa Ifigenia. En este contrato se le llama “español”.
Se trasladó a Comayagua (Honduras), donde en 1708 concertó un colateral en la Catedral dedicado a Nuestra Señora del Rosario, que se conserva. Fueron de su mano los quince misterios en relieve, que Berlin consideró “de una ingenuidad deliciosa”. No se conocen obras posteriores, por lo que se ha supuesto que falleció poco después en Comayagua.
Bibl.: H. Berlin, Historia de la Imaginería Colonial en Guatemala, Guatemala, Instituto de Antropología e Historia, 1952, págs. 145-149; J. Luján Muñoz, “La columna salomónica en el arte colonial guatemalteco”, en VV. AA., Memoria del IV Encuentro Nacional de Historiadores, Guatemala, Academia de Geografía e Historia de Guatemala, 2002, págs. 183-194.
Jorge Luján Muñoz