Burriel Linch, Juan Nepomuceno. Rota (Cádiz), 13.XII.1823 – Madrid, 23.XII.1877. Mariscal de campo y caballero de la Orden de San Fernando.
su padre fue el mariscal de campo Antonio Burriel Montemayor. Ingresó en el colegio general militar de Segovia a los doce años. Durante su etapa de permanencia en el Alcázar segoviano tuvo lugar la toma de la ciudad por el general carlista Zaratiegui, por lo que tuvo que trasladarse en 1837 a Madrid con el resto de sus compañeros.
En 1840 fue promovido al empleo de subteniente y destinado al Regimiento de la Reina gobernadora.
En 1843 ingresó en la Escuela de Estado Mayor, en la que fue promovido al empleo de teniente tres años después. Entre 1847 y 1848 intervino en la persecución de partidas carlistas en el Maestrazgo, mereciendo su distinguida actuación la concesión de la Cruz de San Fernando de 1.ª clase.
Entre 1849 y 1852 permaneció destinado en el Depósito de la Guerra, como miembro de la comisión de itinerarios y reconocimiento de campos de batalla.
Pasó destinado a la Capitanía General de Aragón en 1852, donde dos años más tarde le sorprendió el levantamiento progresista, siéndole concedido por su actuación en estos hechos el empleo de comandante de Caballería por méritos de guerra.
Se opuso en 1856 a tomar parte en la revuelta que se originó en Zaragoza en el mes de julio, desplazándose a Madrid, desde donde partió hacia Zaragoza encuadrado en las fuerzas encargadas de la sofocación del levantamiento.
En 1859 tomó parte en la Guerra de África como capitán del Estado Mayor del 1.er cuerpo de Ejército, a las órdenes del general Echagüe, siendo en ese mismo año ascendido a comandante del cuerpo.
En los años siguientes desempeñó destinos correspondientes al cuerpo de Estado Mayor, hasta que por su intervención en los sucesos de Madrid del 22 de junio de 1866, en los que resultó herido de gravedad, fue ascendido a brigadier, causando baja en dicho cuerpo y siendo nombrado director del colegio de Infantería de Toledo y gobernador militar de dicha provincia.
Al producirse el levantamiento de septiembre de 1868, la junta revolucionaria de Toledo le obligó a abandonar la ciudad.
Al año siguiente fue destinado al Ejército de Cuba, nombrándosele comandante militar del distrito de Matanzas. En 1873 se batió contra los insurrectos desde su puesto de gobernador civil del Departamento Oriental, y en el mes de octubre provocó un grave enfrentamiento político con Estados Unidos al apresar al buque Virginius y ordenar el fusilamiento de cincuenta y tres de sus tripulantes.
El Virginius había sido construido en 1864 por los Estados Confederados y vendido en 1870 a la Junta Cubana de Nueva York, siendo empleado para trasladar armas y hombres a Cuba y Venezuela para ayudar a las insurrecciones contra España. El 23 de octubre de 1873 partió de Jamaica llevando ciento dos insurrectos cubanos y abundante material de guerra; fue interceptado antes de llegar a Cuba por un buque de guerra español y escoltado el 1 de noviembre hasta el puerto de Santiago, donde fueron sometidos a Consejo de Guerra los ciento sesenta y cinco pasajeros, de los cuales la tripulación era en su mayoría de origen norteamericano y británico.
Tras el juicio, se sentenció a muerte a dos generales y dos coroneles del ejército de liberación cubano, uno de los cuales era hermano de Carlos Manuel de Céspedes, titulado presidente de la República Cubana; la sentencia se ejecutó el día 4.
Otro Consejo de Guerra celebrado el día 7 condenó a la pena de muerte al capitán y a treinta y seis miembros de la tripulación, sentencia que se cumplió al día siguiente, al mismo tiempo que la de otros doce insurrectos, sin que de nada valieran las reclamaciones efectuadas por los cónsules de Estados Unidos y Gran Bretaña, que fueron ignoradas por el brigadier Burriel.
Como consecuencia de estos hechos, se vio obligado a regresar a la Península, donde se le ascendió al empleo de mariscal de campo como recompensa a los servicios prestados en Cuba, y en el mes de agosto de 1875 se le confió el mando de una división en el frente del Norte y el cargo de comandante general de Vizcaya. Al término de la guerra pasó a la plaza de Madrid en situación de cuartel, siendo a finales de 1876 nombrado presidente de la Junta Clasificadora de Fuerzas Móviles.
Era caballero Gran Cruz de las Órdenes de San Hermenegildo y al Mérito Militar con distintivo rojo, así como oficial de la Legión de Honor de Francia.
Fuente y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), secc. 1.ª, leg. B-4004.
J. L. Isabel Sánchez, Caballeros de la Real y Militar Orden de San Fernando. Infantería, t. II, Madrid, Ministerio de Defensa, 2001.
José Luis Isabel Sánchez
