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Diego Guillén

Biografía

Guillén, Diego. ¿Burgos?, c. 1515 – Burgos, 1565. Imaginero, escultor.

Hijo del primer matrimonio de María de Arce, posiblemente emparentada con los vidrieros Arce, tuvo un hermano pintor, Gabriel de Arce, y en su juventud colaboró con el pintor Diego de Torres el Viejo, segundo esposo de su madre, que fue un artista muy activo en la Bureba. Guillén debió de realizar la escultura de alguno de los retablos que contrató Torres, particularmente la de los retablos de Fontecha (Álava), Vallarta (Burgos), Busto (Burgos), Santa María de Ribarredonda (Burgos) y Foncea (La Rioja), todos de los últimos años de la década de los treinta y primeros cuarenta.

Guillén pudo participar, además, en las obras que Felipe Bigarny contrataba en tierras burgalesas y en junio de 1543 la viuda del borgoñón le comisionó para que cobrase lo que le debían a Bigarny por el bulto funerario de Pedro Manso, obispo de Osma, y lo instalara en Oña (Burgos) donde pudo trabajar en el arco que lo decora.

Poco después, Guillén debió de ocuparse personalmente en la realización de la tumba de Cristóbal de Andino en la iglesia de San Cosme y San Damián de Burgos, aunque pudo usar modelos del propio enterrado.

Suyos han de ser los relieves conservados del antiguo retablo mayor del monasterio de la Merced de Burgos. Lo había comenzado Felipe Bigarny, que dejó hechas cuatro historias del banco, y lo debía haber continuado su hijo Gregorio Pardo, pero en 1551 seguía parada la obra y la hubo de retomar Diego Guillén.

El primer contrato conocido del autor fue un retablo para el altar mayor de la capilla de Santiago en la catedral de Burgos que debía concluir en 1547.

El 30 de mayo de 1548, Diego Guillén contrató hacer un retablo para la iglesia de San Juan en Riocerezo (Burgos) del que se conserva un relieve con el bautismo de Jesús.

En torno a 1549 realizó la portada y el retablo de Salas de los Infantes (Burgos), donde las figuras, concebidas dentro del más puro clasicismo, se animan en gesticulaciones expresivas. Entre lo conservado, se trata de la obra cumbre de Diego Guillén que deja sentir un cierto eco de las atormentadas figuras de Berruguete al que hubo de conocer en Toledo mientras Bigarny y su taller acometían las obras del coro de la catedral primada. Entonces se establecieron ciertos lazos de amistad entre Guillén y Berruguete que se desplazó a Burgos para apadrinar a un hijo de Guillén en 1559.

En estos años Guillén era uno de los artistas más prestigiosos de Burgos y, en julio de 1553, el Regimiento de Burgos le eligió, junto con Juan de Vallejo, tasador de la obra de escultura del arco de Santa María. Aparte, desde 1550 hasta los años sesenta, Diego Guillén se encargó de la escultura de la portada y escudos del colegio de San Nicolás de Burgos que fundara el cardenal y obispo de Burgos Iñigo López de Mendoza. El Condestable de Castilla, Pedro Fernández de Velasco, patrón de las obras del colegio, le encargó la traza de un retablo para el convento de Santa Clara de Briviesca (Burgos), levantado bajo su dirección pero conforme a la traza de otro artífice que unos suponen pudo ser Arnao de Bruselas y otros Gaspar Becerra. Este retablo marca un cambio estilístico fundamental en la estatuaria del Norte de España al introducir las formas de Miguel Ángel. Guillén dirigió las obras de este retablo desde 1557 hasta su fallecimiento, periodo en el que se hicieron dos bancos en los que hubo de contar con Juan de Anchieta, establecido en Valladolid. A partir de 1566 hasta su conclusión en 1572 dirigió las obras Pedro López de Gámiz.

Mientras realizaba el retablo de Briviesca, Diego Guillén contrató algunas obras en pueblos cercanos de la Bureba: un retablo en Valdazo, dos retablos en Carrias que concluyó Elejalde y el relicario y banco de La Vid de Bureba.

La última noticia del escultor data del 1 de marzo de 1565 y seguramente murió poco después, durante el grave azote de peste que asoló Burgos en la primavera y verano de 1565.

 

Obras de ~: tumba de Cristóbal de Andino, iglesia de San Cosme y San Damián, Burgos; relieves del antiguo retablo mayor, monasterio de la Merced, Burgos; retablo para el altar mayor de la capilla de Santiago, catedral, Burgos; retablo para la iglesia de San Juan, Riocerezo (Burgos); portada y retablo, iglesia de Salas de los Infantes (Burgos); escultura de la portada y escudos, colegio de San Nicolás, Burgos 1550-1560; traza de un retablo, convento de Santa Clara, Briviesca (Burgos); retablo, Valdazo (Burgos); dos retablos, Carrias (Burgos).

 

Bibl: J. Sanz García, “El retablo de Santa Clara de Briviesca, estudio documental”, en Boletín de la Comisión Provincial de Monumentos de Burgos, IV (1934-1937), págs. 114, 140, 176, 225, 266, 319, 346; T. López Mata, La catedral de Burgos, Burgos, Hijos de Santiago Rodríguez, 1950, pág. 413. A. C. Ibáñez Pérez, Arquitectura civil del siglo XVI en Burgos, Burgos, Caja de Ahorros Municipal de Burgos, 1977, pág. 162 y 362; A. C. Ibáñez PÉREZ, Aspectos sociológicos en el arte burgalés, Burgos, 1978, págs. 20 y 26; M. Estella, “Obras escultóricas del siglo XVI en los conventos de la Trinidad y de la Merced en Burgos”, en Archivo Español de Arte, 205 (1979), págs. 67-73; A. Barrón, y Mª P. Ruiz de la Cuesta, “Noticias sobre Pedro López de Gámiz”, en Estudios Mirandeses, 12 (1992), pág. 67; A. Barrón, y Mª P. Ruiz de la Cuesta, “Diego Guillén, imaginero burgalés (1540-1565)”, en Artigrama, 10 (1993), págs. 235-272; A. Barrón, y Mª P. Ruiz de la Cuesta, “Notas sobre el retablo de Santa Clara de Briviesca”, en Archivo Español de Arte, 279 (1997), págs. 257-269; A. A. Barrón García, “El retablo de Santa Clara de Briviesca en el romanismo norteño”, en Boletín del Museo e Instituto Camón Aznar, LXXVIII-LXXIX (1999), pág. 256-257; A. C. Ibáñez Pérez, “Arquitectura, escultura, pintura y artes menores del siglo XVI”, Historia de Burgos. III. Edad Moderna (3), Burgos, Caja de Burgos, 1999, págs. 113.

 

Aurelio A. Barrón García

 

 

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