Robles Alabern, José María. Barcelona, 20.X.1848 – Madrid, 25.XII.1906. Militar y caballero Laureado de San Fernando.
Ingresó como artillero el 2 de abril de 1865 en el Ejército de Cuba, siendo ascendido a cabo segundo un año después y a primero en 1868.
En este último año se trasladó a la Península para prestar servicio en el Regimiento de Infantería de Guadalajara, alcanzando en ese mismo año el empleo de sargento segundo y al siguiente el de primero y a continuación fue trasladado al Regimiento de la Reina.
En 1869 regresó a Cuba y pasó a servir en el Batallón de Cazadores de la Patria. Obtuvo en febrero de 1874 el empleo de alférez de Infantería, con el que sirvió en el Batallón de Cazadores Asturianos.
Tras ser ascendido a teniente en marzo de 1876, dos años después regresó a la Península con destino en el Regimiento de Almansa, para retornar en ese mismo año a Cuba, donde en mayo de 1879 fue ascendido a capitán y destinado al Regimiento de Tarragona.
En 1884 volvió a la Península, donde sirvió en el Regimiento de San Fernando, hasta que en 1892 regresó al Ejército de la Isla de Cuba, en el que alcanzó el empleo de comandante en 1894.
El 13 de mayo de 1895 el teniente coronel Joaquín Bosch mandaba una columna de cuatrocientos hombres, de la que era segundo jefe el comandante Robles.
Al llegar a Jovito (Guantánamo) se encontró con un enemigo que no bajaría de dos mil cuatrocientos hombres que ocupaban fuertes posiciones, una de ellas sobre el flanco derecho, que dificultaba la marcha de la columna.
El comandante Robles, al mando de ciento veinte hombres, se lanzó al ataque sosteniendo una dura lucha y logrando apoderarse de aquella posición, mientras el teniente coronel caía bajo las balas del enemigo. Tomado el mando por el comandante, durante seis horas hizo gala de una gran serenidad, pericia y valor, puesto que no sólo contuvo al atacante, sino que le causó sensibles bajas y consiguió derrotarlo.
Las bajas propias fueron un muerto y cinco heridos entre los oficiales, y once muertos y treinta y un heridos entre la tropa. El enemigo dejó sobre el campo de batalla al retirarse cuarenta y siete muertos.
En recompensa a esta meritoria acción le fue concedido el empleo de teniente coronel con la antigüedad del día de la acción y se inició un juicio contradictorio para determinar su derecho a la Cruz Laureada de San Fernando. Considerada como heroica la acción por él protagonizada, por Real Orden de 31 de enero de 1896 obtuvo la mencionada recompensa. En esta misma acción ganó también la Laureada el teniente Pedro Garrido Romero.
Como consecuencia de su ascenso causó baja en su destino y regresó a la Península, donde ocupó vacante en el Batallón de Reserva de Palencia, al tiempo que pasaba en comisión al Ministerio de la Guerra.
Marchó por cuarta vez a Cuba en 1897 y allí se le dio el mando del Batallón de Cazadores de Barcelona, pero un año después fue baja en el mismo y embarcó hacia la Península, donde a su llegada fue agregado al Regimiento de Reserva de Madrid y poco después destinado al 5.º Batallón de Montaña.
En 1901 ocupó vacante en el Ministerio de la Guerra, donde permaneció hasta su ascenso a coronel, en abril de 1906, encomendándosele entonces el mando del Regimiento de San Quintín. Estuvo casado con Aurora Colomines Martínez, que en enero de 1931 residía en Cienfuegos (Cuba).
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), Secc. 1.ª, leg. R-1418 y R-1419.
J. L. Isabel Sánchez, Caballeros de la Real y Militar Orden de San Fernando. Infantería, t. I, Madrid, Ministerio de Defensa, 2001; J. M. Guerrero Acosta, El Ejército español en Ultramar y África (1850-1925), Madrid, Acción Press, 2003.
José Luis Isabel Sánchez
