Martín Camisilla, Juan. Tordesillas (Valladolid), 27.XII.1856 – Ciempozuelos (Madrid), 21.XI.1924. Militar y caballero laureado de San Fernando.
Era hijo de Eugenio Martín Villar y de María Camisilla Ortega. Ingresó en el Ejército en septiembre de 1873 como soldado voluntario de Infantería, pasando a servir en el batallón de Cazadores de Cataluña, en el que en el mes de diciembre siguiente obtuvo el empleo de cabo segundo y en marzo de 1874 el de cabo primero.
Durante 1874 operó en Cataluña contra los carlistas, obteniendo en junio del año siguiente el empleo de sargento segundo e interviniendo un mes después en el ataque a la plaza de Seo de Urgel y en septiembre en las acciones de Bañolas y San Pedro de Torelló.
En agosto de 1876 pasó voluntariamente al ejército de Cuba, siendo alta en el batallón Expedicionario n.º 18, con el que se trasladó a La Habana, donde este Cuerpo tomó el nombre de Cazadores de Mayarí.
Muy pronto entró en operaciones en los departamentos de Las Tunas y Sancti Spiritus, recibiendo en 1877 como recompensas por los servicios prestados una Cruz roja al Mérito Militar y el empleo de sargento primero.
En 1878 fue trasladado al Regimiento de la Reina, con el que operó en el departamento del Centro, obteniendo otra Cruz roja al Mérito Militar por su destacado comportamiento. Ascendido a alférez de Infantería en 1880, pasó a servir en el Regimiento de Andalucía, de guarnición en Puerto Príncipe, del que un año después pasó al del Rey, al que se incorporó en la Trocha Militar.
Los años siguientes guarneció la citada Trocha, Ciego de Ávila y Santa Cruz de Sur, concediéndosele en enero de 1885 el retorno a la Península, pasando a su llegada a la situación de reemplazo en Valladolid, en la que se mantuvo hasta que en junio fue destinado al batallón de Reserva de Tudela, del que en abril del siguiente año pasó al de Reserva de Valladolid y en octubre al Regimiento de Infantería de Burgos.
En enero de 1887 fue ascendido a teniente, y con tal motivo causó baja en su Regimiento y alta en el batallón de Reserva de Badajoz.
Los años siguientes prestó servicio en diversos Cuerpos, hasta que en octubre de 1892 le correspondió pasar a servir al Ejército de Filipinas, siendo a su llegada a Manila destinado al Regimiento de Infantería de Legazpi, de guarnición en Joló, del que muy pronto fue trasladado al de Joló, residente en Manila.
En noviembre de 1893 embarcó con destino al destacamento de Momungan (Mindanao), entrando enseguida en operaciones contra los insurrectos.
En el mes de marzo de 1894 intervino en la toma de Pantar y de la Cotta de Cabasaran, y en junio, a las órdenes del general González Parrado, a la de las Cottas y Rancherías de Ulama, Cabasaran y Tomarmol, recibiendo como recompensa una Cruz roja al Mérito Militar.
El 9 de julio se halló en el combate del camino de Momungan a Pantar dirigiendo la vanguardia de la columna de trabajadores formada por cuatrocientos hombres de diferentes cuerpos al mando del capitán del batallón disciplinario Pedro Salazar, quien fue baja al ser sorprendidos por el enemigo, por lo que, al ser el más caracterizado, se hizo cargo del mando, entablando lucha cuerpo a cuerpo con dos contrarios, durante la que resultó herido de gravedad en la pierna y cadera derecha por arma blanca, a pesar de lo cual continuó dirigiendo con singular denuedo el combate, en el que sólo pudo tomar parte la vanguardia a causa de la configuración del terreno, logrando, a pesar de las bajas sufridas, rehacer su tropa, sostener su espíritu y rechazar al enemigo, hasta que al caer desfallecido por la pérdida de sangre fue recogido y trasladado a Momungan y desde allí a Iligan, donde permaneció hasta que al mes siguiente pudo ser trasladado a Manila.
En octubre pudo reincorporarse a su Regimiento y en abril del año siguiente fue recompensado con el ascenso a capitán por méritos de guerra, pasando destinado al Regimiento de Iberia, al que se incorporó en Parang-Parang.
Por Real Orden de 6 de diciembre de 1895 se le concedió por juicio contradictorio la Cruz de San Fernando de 2.ª Clase, como recompensa a su heroico comportamiento en el combate del camino de Momungan a Pantar. Igual recompensa recibieron por el mismo hecho el segundo teniente Pío López Pozas y el cabo Gervasio Herrera Somonte.
Tras ganar la laureada continuó en Filipinas, siendo nombrado en febrero de 1895 comandante militar de Barás (Mindanao), donde ganó la Cruz de María Cristina por el combate librado el 21 de junio contra los insurrectos, y al mes siguiente una Cruz roja al Mérito Militar.
El 9 de enero de 1899 fue rodeado en Barás por los insurrectos, que mantuvieron el sitio durante los días siguientes, llegando a faltar el agua, hasta que el día 14 fue recogida la guarnición por buques españoles, que la transportaron a Zamboanga, donde permaneció hasta la disolución de su Regimiento, embarcando en el mes de abril hacia la Península, donde pasó a la situación de excedente. Por las operaciones realizadas en Mindanao desde 1896 hasta el abandono de la isla recibió en premio una Cruz roja al Mérito Militar y otra de María Cristina.
Destinado en abril de 1900 al Regimiento de Canarias, de guarnición en Las Palmas, causó baja en él en diciembre por pase a la situación de reemplazo en Valladolid, donde en agosto de 1902 se le concedió el retiro, al tiempo que se le otorgaba el empleo honorífico de teniente coronel, por ser caballero laureado.
Durante su vida militar recibió como premio a su valor, además de la Cruz laureada de San Fernando, dos Cruces de María Cristina y cinco Cruces rojas y una blanca al Mérito Militar. Estuvo casado con Vicenta Pineda Naharros.
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), Secc. 1.ª, leg. M-1142.
J. L. Isabel Sánchez, Caballeros de la Real y Militar Orden de San Fernando. Infantería, t. I, Madrid, Ministerio de Defensa, 2001.
José Luis Isabel Sánchez
