Rodríguez de Ocaña, Gonzalo. Barcarrota (Badajoz), c. 1489 – México, c. 1546. Conquistador de México y Honduras, alguacil de campo en Cuba y regidor de Ciudad de México.
Nació en la entonces villa de Villanueva de Barcarrota, hacia 1489. Con trece años se embarcó rumbo a las Indias en la flota del extremeño Nicolás de Ovando, que arribó a Santo Domingo en abril de 1502. Aunque participó en la pacificación de La Española, no consiguió hacer fortuna ni destacar entre la elite política de La Española. Y ello, muy a pesar de que Ovando favoreció mucho a los extremeños, a los que ubicó entre la elite. Estos fueron conocidos en su época con el apelativo de los garrovillas.
En vista de su escaso éxito, decidió marchar con el teniente de gobernador Diego Velázquez a la vecina isla de Cuba. Tras su decidida participación en el sometimiento de la isla fue recompensado con un cargo público bien remunerado: el de alguacil de campo de la ciudad de Santiago, el cual ostentaba al menos en 1518.
Pero, tampoco se debió de dar por satisfecho con los logros económicos y sociales que obtuvo. Por ello, se enroló en la expedición de Hernán Cortés, con el cargo de jefe de su caballeriza. Estuvo siempre muy cerca del conquistador de Medellín. Y éste supo recompensar su fidelidad. Como estuvo presente cuando ocurrió la controvertida muerte de la esposa de Hernán Cortés, Catalina Suárez Marcayda, fue testigo de primera mano en las pesquisas que se realizaron. El barcarroteño lo exculpó, insistiendo en la gran pena que sintió el de Medellín cuando conoció la muerte de su esposa. En 1527 obtuvo el codiciado cargo de regidor de Ciudad de México.
Sin embargo, como tantos otros conquistadores, no fue capaz de asentarse y nuevamente probó suerte en la conquista de Honduras, en este caso, ostentando el cargo de capitán de caballería.
Después de esta campaña decidió dejar las armas definitivamente, fijando su residencia en Ciudad de México. Allí disfrutó, junto a su esposa, Margarita Pérez, de una buena encomienda de indios, la de Xochimilco.
Con las rentas que le proporcionaba pudo vivir sin estrecheces económicas el resto de su vida. En 1530 redactó su testamento en México, instituyendo una capellanía en la parroquia de Nuestra Señora del Soterraño de Barcarrota. La dotó con un molino y un palomar que poseía. No tuvo descendencia, muriendo probablemente en 1546, cuando contaba con cincuenta y siete años de edad.
Bibl.: C. Pereyra, Hernán Cortés, Buenos Aires, Espasa Calpe Argentina, 1942; B. Díaz del Castillo, Historia verdadera de la conquista de Nueva España, Madrid, Editorial Sopena, 1970; J. L. Martínez, Hernán Cortés, México, Fondo de Cultura Económica, 1990; H. Thomas, La Conquista de México, Barcelona, Planeta, 2000; Quién es quién de los conquistadores, Madrid, Salvat, 2001; E. Mira Caballos, Barcarrota y América: flujo y reflujo en una tierra de frontera, Badajoz, Junta de Extremadura, 2003.
Esteban Mira Caballos
