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José Rodríguez Rodríguez

Biografía

Rodríguez Rodríguez, José. Villardeciervos (Zamora), 1837 – Benavente (Zamora), 27.VIII.1908. Hombre de negocios y político.

Hijo de un rico comerciante, Antonio Rodríguez Santiago, y hermano de Felipe Rodríguez Rodríguez, expandió la red familiar de influencias al casarse con Antonia Guerra Matesanz, miembro de una destacada familia del comercio y la industria vallisoletanos, con la que tuvo seis hijos: José, Purificación, Julio, Luis, Sofía y Antonio. Uno de ellos, Julio, accedería al mundo de la política en 1901, mientras que Purificación contrajo matrimonio con el también político Andrés Trueba Pardo.

Carecía de estudios universitarios y se inició, profesionalmente hablando, en el negocio familiar de Villardeciervos, aunque muy pronto tomaría iniciativas de más largo alcance bien acordes con su talante especulativo. En 1861 fundó una sociedad con sus parientes Junquera, Matesanz y Forguell, trasladándose a Valladolid y aprovechando su estancia en la ciudad del Pisuerga para invertir en acciones de la Unión Castellana. Residió luego en Micereces de Tera y, finalmente, se instaló en Benavente (plaza del Grano).

En 1869, coincidiendo con su llegada a Benavente, disolvió la sociedad que le unía a los familiares de su mujer, y seis años más tarde poseía trescientos bonos de la deuda pública por un valor de 325.000 reales. Son sólo algunos hitos en el proceso de reconversión profesional que acusó este comerciante-prestamista luego atraído por inversiones más seguras y decididamente volcado en la compra de bienes desamortizados. Desde 1871 aparece, en estrecha relación con sus hermanos y cuñados, como un importante comprador de bienes desamortizados, según queda constatado en los libros auxiliares de cuentas corrientes del clero, beneficencia y de propios de Zamora. Ese mismo año adquirió en Benavente tierras, procedentes del clero, por valor de 28.454 pesetas. En 1874, la compra de propiedades en el mismo distrito, provenientes esta vez de la beneficencia, ascendió a 282.938 pesetas. Las propiedades que adquirió en la sección de propios entre 1874 y 1883 se remataron en 189.389 pesetas. A partir de 1880 diversificó territorialmente su inversión, por lo que hay tierras de su propiedad en Ávila, Valladolid, León y Salamanca.

Cierto que no se trata de una brusca y total ruptura con el pasado, pero que en 1882 cotizara como trajinero en Zamora o fundara en 1897 una nueva sociedad que le reportaba importantes beneficios no es óbice para reconocer que sus intereses económicos se centraban por entonces en la propiedad agrícola. Sus contribuciones del año 1893 son un fehaciente testimonio de esta realidad. Justificaba poco más de 400 pesetas como líquido imponible por actividades industriales, mientras declaraba propiedades con un líquido imponible de 22.042,85 pesetas. De ellas, 13.923,75 pesetas correspondían a fincas situadas en la provincia de Zamora; 1.765 a las ubicadas en Valladolid; 5.143 a las de Ávila y 1.211 a las de León. La situación se mantuvo en fechas posteriores a juzgar por los incompletos datos de 1911. A su nombre seguían figurando ese año las siguientes cuotas contributivas, todas ellas correspondientes a municipios zamoranos: 738,63 pesetas en Malillos; 1.128,25 en Camarzana; 143,281 en Asturianos; 102,12 en Arcos de la Polvorosa y 253,11 pesetas en Pozuelo de Vidriales.

Una nueva faceta personal, la de político, afloró también en la década de los setenta y le llevó desde la Diputación Provincial, organismo al que perteneció tanto en 1872-1874 como en 1876-1881 y presidió en 1881, 1883 y 1884, hasta la Cámara Alta —como senador electo por Zamora en 1893 y 1898— pasando por el Congreso de los Diputados, donde representó al distrito de Benavente tras ganar las elecciones generales de 1886.

1891 fue un año clave en la vida del político. Y no sólo porque El Látigo, semanario republicano, le convirtiera en símbolo del caciquismo a combatir. También, sobre todo, porque el hostigamiento periodístico llegó —y quizás no por casualidad— en un momento de evidente declive personal, coincidiendo con la llegada de Mateo Silvela Casado para quien su suegro —el conde de Patilla— tenía reservado el escaño de Benavente. El desplazamiento de José Rodríguez se hizo realidad y no creemos que su posterior acceso a la Cámara Alta fuera signo de auténtica promoción para este liberal que, en octubre de 1898, firmó la carta de adhesión a Gamazo.

           

Fuentes y bibl.: Archivo del Congreso de los Diputados, Serie documentación electoral, 104 n.º 9; Archivo de la Diputación Provincial de Zamora, Libros de Actas, 22 de marzo de 1902, 21 de abril de 1903, 15 de mayo de 1905, 24 de abril de 1907, 1 y 2 de diciembre de 1909; Archivo del Senado, Expedientes personales, HIS-0386-01.

F. Soldevilla, El año político, 1898, Madrid, Imp. de Enrique Rojas, 1899; M. Ossorio y Bernard, Ensayo de un catálogo de periodistas españoles del siglo XIX, Madrid, Imprenta y Litografía de J. Palacios, 1903; S. Gómez Cabornero, Estrategias familiares y poder político. La familia Rodríguez en la Restauración zamorana, Zamora, Instituto de Estudios Zamoranos Florián de Ocampo, 1996.

 

María Concepción Marcos del Olmo