Salarrullana de Dios, Eugenio. Fraga (Huesca), 20.IX.1864 - Barbastro (Huesca), 8.V.1920. Escolapio (SChP), perito en psicología y lingüística.
Ingresó en Peralta y tomó el hábito escolapio el 20 de junio de 1878 y profesó el 21 de noviembre de 1880. Destacó intelectualmente entre sus condiscípulos del estudiantado de León. La escuela y el estudio fueron sus aspiraciones constantes. De carácter tímido, pero alegre y cordial; amante del retiro; poco amigo de presentarse en público y de hacer valer sus trabajos...Todo ello le llevó a no ser apreciado en su justa valía. Juntaba unas grandes capacidades intelectuales, con un inmenso amor al trabajo. Se inició en las tareas escolares en el colegio de Zaragoza, escuela cuarta, y luego, por más de veinte años en el bachillerato impartiendo las materias de Historia, Retórica y Filosofía. Animado por el vicario general, P. Manuel Pérez, obtuvo en cuatro años y con nota de sobresaliente, los grados de bachiller (1894) y licenciado (1895) en la Facultad de Filosofía y Letras en la Universidad de Zaragoza y el de doctor (1897) en la Central de Madrid, sin dejar nunca sus clases normales en el colegio. En 1897 fue agregado al claustro de doctores de la universidad y nombrado miembro de la comisión de exámenes de la Universidad de Oñate. Le propusieron ese mismo año el rectorado de dicha Universidad, que rechazó por incompatibilidad con sus deberes religiosos y profesionales. Aceptó ser juez de grado del Seminario de Zaragoza. Perfeccionó sus estudios de psicología, filón en el que destacaría por sus conocimientos y aplicaciones. Para desarrollar esta afición, se matriculó y aprobó los cursos de alemán en la Escuela de Comercio de Zaragoza, viajó por Austria y Alemania (veranos de 1901 y 1902) potenciando sus conocimientos psicológicos en contacto con expertos de las escuelas de esos países.
A él se deben en el colegio escolapio de Zaragoza dos notables creaciones: la Academia Calasancia para mantener el contacto con los antiguos alumnos, organizarlos y crear un centro cultural; y el Laboratorio de fisio-psicología experimental, que duró tan sólo el tiempo que estuvo bajo su atención. Aún le sobró tiempo para descifrar y publicar los códices aljamiados de la biblioteca escolapia zaragozana. Participó como notable activista en la toma de conciencia de campaña antituberculosa desarrollada en la ciudad en ayuda a las clases sociales más bajas, entre 1904-1908. Dentro de la Orden fue secretario y consultor provincial, Secretario General y Rector del colegio de Pamplona entre 1908 y 1913, renunciando por causas de salud; en esta ciudad fue confesor del obispo y dio pasos importantes para el traslado del colegio a mejor edificio. Fue destinado a Barbastro donde pasó los últimos siete años de su vida.
Obras de ~:; “Prólogo”, en T. David, Vida de San José de Calasanz, trad. de D. Fierro Gasca, Zaragoza, 1905; “El Padre José Godos”, en Revista Calasancia (1918) págs. 237-240; Disertaciones y artículos de psicología experimental, s.l., s.f.; Escritos sobre aljamía, s.l., s.f.; Sermones (inéd.).
Bibl: Revista Calasancia, 89 (1920) págs. 478-480; A. Clavero, Historia de las Escuelas Pías de Aragón, vols. 1, 2 y 3, Zaragoza, 1947, págs. 82, 490-497 y 255 respect.; D. Cueva, Las Escuelas Pías de Aragón, vol. II, Zaragoza, Diputación General de Aragón, 2001, págs. 81-97 y 239-240.
Primitivo Arnáez Gonzalo, SChP