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Baltasar de Nájera

Biografía

Nájera, Baltasar de. ¿Segovia?, 1698 – ?, 1771 post. Platero.

Debió de nacer en 1698 a tenor de los 54 años que contaba en 1752, según el catastro del marqués de la Ensenada, y probablemente fue bautizado en la iglesia de San Martín de Segovia, a cuya feligresía pertenecían sus padres, el alcarreño Alonso de Nájera, natural de San Bartolomé de Lupiana, y María Ruiz. En 1725 casó en la de San Miguel con María de Aragón, siendo testigo el platero José Pérez. Los también plateros Sebastián Palomares, Ildefonso José Cabañas, Ignacio Álvarez Arinteno, José Fernández de Borbua y el dorador Pedro de Borbua pertenecen, además, a su entorno familiar, según usos del mundo artesanal muy extendidos en la platería segoviana. Tuvo cuatro hijos —Manuel Alberto (1728), José (1732), que seguiría la profesión paterna, María Josefa (1737) y Josefa María (1741)—, todos bautizados en San Martín.

Los datos profesionales conocidos son muy escasos, y en lo esencial se refieren a reparaciones y renovaciones de objetos litúrgicos para iglesias de Segovia y sus alrededores; pero el número de piezas en que aparece su punzón es considerable, no sin cierta diversidad propia de una autoría dispar, debido en parte a que ejerció como contraste de la ciudad, lo que obliga a alguna cautela en las atribuciones. Su marca adquiere dos formas: “NA / IE / RA”, en las obras más tempranas, con la marca de contraste acueducto sobre “44”, y “NA / IERA”, con un pequeño acueducto; aparece en varias ocasiones junto a la de Álvarez Arintero. Lo dominante en su estilo es un claro criterio barroco y cierto recargamiento ornamental, dando cabida a algunos motivos propios del Rococó. La semejanza estilística con Álvarez Arinteno es notable; aunque no faltan obras cuya traza o sobriedad las enlaza con modelos locales de tradición quinientista.

Pudiera ser suya la cruz procesional de San Lorenzo de Segovia (hacia 1744), con crucero circular, árbol con espejos ovales y rectangulares y manzana de base gallonada; aunque su sobriedad barroca ha llevado a entender que acaso puso punzón como contraste y no como artífice. Similar a ella, pero con manzana cilíndrica con canquete, como alguna de Álvarez Arinteno, es la de Ortigosa del Pestaño. La más barroca es la de Aldea Real, radiante, de perfil sinuoso y de compleja manzana torneada y con gallones, mientras que la de Valverde de Majano, anterior (hacia 1739), sujeta a una tipología renacentista, con cuadrón y árbol con resaltes bilobulados, es de profusa decoración henchida y lleva manzana hexagonal arquitectónica de dos cuerpos, con hornacinas y figuras de apóstoles o de los santos padres y cupulilla.

Es autor de numerosas custodias de traza barroca, las más de tipo solar, cuajadas de ornamentación: así las de Casla, Palazuelos de Eresma, el santuario del Henar (Cuéllar) —procedente de la iglesia segoviana de Santa Columba (1760)—, Alconada (1750), Sauquillo —documentada entre 1742 y 1750—, Balisa, Grajera (1768) —muy semejante a la catedralicia de Álvarez Arinteno—, Revenga, o las de San Antonio el Real, en Segovia, la iglesia del Rosario de La Granja de San Ildefonso —con figura de Fe en el astil— y la iglesia de San Millán de Segovia, con motivos eucarísticos y ángeles turiferarios; varias de ellas con inscripción conmemorativa y fecha. De tipo ostensorio es también el relicario de san Frutos de la parroquial de Aldeonte. De mayor sencillez son sus cálices (Sauquillo, Bernuy de Porreros —robado—, Martín Miguel, Aldea Real, e iglesias de Nuestra Señora del Rosario de La Granja y San Martín de Segovia), y los copones (Sauquillo; Nuestra Señora de Manto de Riaza), en general con gallones y ornamentación ligera; y en mayor grado las navetas (Lastras del Pozo, San Millán de Segovia), el acetre de San Miguel de Segovia, con su hisopo, y los cetros de cofradías (El Salvador de Segovia, el Rosario de La Granja y San Sebastián de Balisa, con templete arquitectónico con la figura del titular).

La rocalla se hace, por el contrario, claramente presente en sus incensarios (Prádena, Lastras del Pozo), seiscentistas en su forma, y en las conchas de bautizar (San Pedro de Gaíllos, Tres Casas, Otero de Herreros), y en el ramilletero repujado de la iglesia segoviana de San Miguel. Es autor, además, del rico farol del Santísimo Sacramento de la parroquial de San Miguel y de los candelabros de pie ondulado de las carmelitas descalzas de la ciudad.

 

Obras de ~: Cruz procesional, Valverde de Majano, c. 1739; Custodia, Sauquillo, 1742 y 1750; Cruz procesional, San Lorenzo de Segovia, c. 1744 (atrib.); Custodia, Alconada, 1750; Custodia, santuario del Henar, Cuéllar, 1760; Custodia, Grajera, 1768; Custodia, Balisa; Cruz procesional, Ortigosa del Pestaño; Cruz procesional, Aldea Real; Custodia, Casla; Custodia, Palazuelos de Eresma; Custodia, Revenga; Custodia, San Antonio el Real, Segovia; Custodia, iglesia del Rosario de La Granja de San Ildefonso; Custodia, iglesia de San Millán de Segovia; Cáliz, Sauquillo; Cáliz, Bernuy de Porreros; Cáliz, Martín Miguel; Cáliz, Aldea Real; Cáliz, iglesias de Nuestra Señora del Rosario de La Granja; Cáliz, San Martín de Segovia; Copón, Sauquillo; Copón, Nuestra Señora de Manto, Riaza.

 

Bibl.: “XXIV exposición de Arte Antiguo. Cruces parroquiales y otros objetos de orfebrería religiosa”, comisionada por J. de Vera, en Estudios Segovianos, XXIII, n.º 38 (1971); C. de Parrondo, “Algunas páginas del catálogo artístico de San Millán con notas sobre el órgano restaurado”, en VV. AA., El libro de la Catorcena, Segovia, El Adelantado de Segovia, 1977, págs. 60- 61; E. Arnáez, Orfebrería religiosa en la provincia de Segovia hasta 1700, vol. II, Madrid, Esmeralda Arnáez, 1983, pág. 242; Orfebrería religiosa en la provincia de Segovia. Siglos XVIII y primer tercio del XIX, Madrid, Gráficas Cóndor, 1985, págs. 111-131; VV. AA., Las edades del Hombre [El árbol de la Vida] (Santa Iglesia Catedral, Segovia, 2003), Valladolid, Fundación las Edades del Hombre, 2003, págs. 243 y 248-249.

 

Fernando Collar de Cáceres