Torres, Martín de. Fuente del Maestre (Badajoz), c. 1600 – Cuzco (Perú), 1664 post. Arquitecto y ensamblador.
Pasó muy joven al virreinato del Perú, donde parece haber sido discípulo del entallador y escultor Juan Toledano y luego haber trabajado junto a Bartolomé de Nápoles. A partir de 1631 Torres ya se encontraba activo en el Cuzco, erigiendo el nuevo retablo mayor de la iglesia de la Merced, hoy perdido. Otra obra importante de este período temprano es el altar principal de Santa Clara, labrado en 1638, del cual se conservan algunos fragmentos. Después del gran terremoto de 1650, Torres participará de una manera intensa en las obras de reconstrucción, tanto en arquitectura firme como de madera, adoptando el repertorio ornamental barroco que le es característico. Su estilo se distingue, ante todo, por el empleo de columnas corintias que muestran el tercio inferior escamado o con decoración de diamantes. Son ejemplos notables de su producción en este campo los altares catedralicios de Nuestra Señora de la Antigua y de La Santísima Trinidad, fechados en 1650 y 1657 respectivamente. La actividad cuzqueña de Torres se prolonga al menos hasta 1661, año en el que se compromete a labrar el altar del Santo Cristo para el nuevo templo de la Compañía. Todas estas piezas harán escuela en el Cuzco, a través de un número considerable de discípulos e imitadores. Su influencia llega ocasionalmente a las tierras altas del Collao, como puede comprobarse en las capillas mayores de las iglesias de Azángaro y Orurillo, cuyos retablos fueron reconvertidos al estilo salomónico en una etapa posterior.
Este trasvase de los repertorios decorativos propios de la ensambladura hacia la ornamentación arquitectónica fue impulsado decididamente por Torres a partir de 1651, cuando se encargó de erigir la portada-retablo de la iglesia de la Merced. La fachada mercedaria se estructura en dos cuerpos y tres calles de piedra labrada, por medio de columnas similares en todo a sus modelos inspiradores, del mismo modo que sus celebrados altares de madera. También aplicó contemporáneamente estos soportes a la torre mercedaria, cuyo campanario asume un perfil robusto precursor del que se verá tiempo después en Santo Domingo. Pero la obra culminante del trabajo arquitectónico inspirado por la talla en madera se encuentra en el nuevo claustro de la Merced, terminado hacia 1663, cuya traza atribuyen algunos autores al propio Martín de Torres.
Obras de ~: Retablo lateral, iglesia de Santa Catalina, Cuzco, 1633; retablo de la Purificación, iglesia de Santa Clara, Cuzco, 1637; Retablo de Santa Clara, Cuzco, 1638; Retablo de Nuestra Señora de la Gracia para San Agustín, Cuzco (hoy en El Triunfo), 1643; retablo de Nuestra Señora de la Antigua, Catedral del Cuzco, 1651; retablo de la Trinidad, Catedral del Cuzco, 1657; ambones, Catedral del Cuzco, 1656; reja del coro alto, Monasterio de Santa Catalina, Cuzco, 1654; portada de la iglesia de la Merced, Cuzco, 1651.
Bibl.: H. E. Wethey, Colonial Architecture and Sculpture in Peru, Cambridge, Harvard University Press, 1949; D. Angulo Iñiguez, E. Marco Dorta y M. Buscchiazzo, Historia del Arte Hispanoamericano, t. III, Barcelona, Salvat, 1956; J. Cornejo Bouroncle, Derroteros de arte cuzqueño, Cuzco, Imprenta Garcilaso, 1960; R. Vargas Ugarte, Ensayo de un diccionario de artífices de la América Meridional, Burgos, Imprenta de Aldecoa, 1968; R. Gutiérrez, “Martín de Torres, ¿escultor o arquitecto?”, en DANA (Resistencia) (1978); T. Gisbert y J. de Mesa, Arquitectura andina. 1530-1830, La Paz, Embajada de España en Bolivia, 1985.
Luis Eduardo Wuffarden