Vecino de Soria, Francisco Cambero desplegó una gran actividad en todos los campos relacionados con el retablo. Puede considerarse, junto con el escultor Gabriel de Pinedo, uno de los retablistas de mayor relevancia en Soria y su provincia durante la primera mitad del siglo xvii. Sus retablos reflejan las tendencias estilísticas predominantes en España durante este período, fuertemente impregnadas del romanismo italiano y del prototipo escurialense. En sus últimas actuaciones introdujo algunos elementos de transición al barroco con una mayor profusión de los elementos ornamentales y la utilización de la columna entorchada como preludio a la columna salomónica, soporte que reinará en las estructuras de los retablos a partir de la segunda mitad del siglo xvii.

No se han localizado obras de este artífice anteriores al año 1603. A partir de esta fecha y hasta 1626, como consta documentalmente, su trayectoria profesional se hace más nítida y son numerosas las obras de este maestro que aún embellecen muchos de los templos sorianos. De todos sus trabajos realizados destacaremos el retablo mayor de Almarza (1603), el retablo de Nuestra Señora del Rosario de Abejar (1607-1608), otro para la iglesia de Carrejo (1609), y el retablo mayor de Nuestra Señora del Poyo de Soria, entre otras. Igualmente, destacó como escultor y en 1610 contrató una imagen del Descendimiento de la cruz para la iglesia de Salduero y en 1611 otra de San Juan Bautista para el mismo lugar. [...]