Superviela (o Surviela), Pedro. ?, p. s. XVIII – ?, s. m. s. XVIII. Militar, coronel del Ejército e ingeniero director.
Ingresó en el Cuerpo de Ingenieros como subteniente del Ejército e ingeniero extraordinario, después de aprobar los exámenes correspondientes, con fecha de 9 de mayo de 1721. En 1733 era promovido a capitán de Ingenieros e ingeniero en segunda, y el 10 de abril de 1737, a solicitud del duque de Montemar, D. José Carrillo de Albornoz y Montiel, emitió un dictamen sobre el fuerte de San José, en Cabo de Gata (Almería), indicando que, en lo esencial, estaba construido acorde con el proyecto, aunque se habían empleado algunos materiales de baja calidad por no haber otros asequibles en la zona.
En 1738 estuvo de segundo ingeniero en las obras de la Real Acequia del río Jarama. En mayo del mismo año, en colaboración con otros ingenieros (Juan Ballester y Juan de la Ferrière), realizaba diversos planos del arsenal proyectado en el terreno de S. M. junto a la puerta de Santa Bárbara de Madrid, y el plano, perfiles y elevación del arsenal empezado a construir en la ciudadela de la plaza de Pamplona. En 1739 se le ascendía a ingeniero director con grado de coronel.
En el Estado General de los Ingenieros, en 1º de octubre de 1737, emitido por el ingeniero director Juan de la Ferrière, respecto a Superviela, se decía lo siguiente: “Desde que este Ingeniero se halla en el Cuerpo, ha servido siempre su empleo, a lado del Ingeniero general, y en el Ministerio de Guerra, por las cosas pertenecientes a nuestra profesión, constándome haver desempeñado muy a satisfacción de dicho general los encargos que puso a su cuidado”.
En 1740 se encontraba destinado en la Dirección Subinspección de la isla de Cuba, con sede en La Habana, trabajando en las fortificaciones de la plaza. En este sentido, Superviela era partidario, como llevaría a la práctica, de seguir en la nueva construcción de la muralla las trazas de la antigua cerca de la ciudad, añadiendo las obras exteriores necesarias para una mejor defensa de la plaza y su puerto, en contra de la opinión de ingenieros de tanto prestigio como D. Ignacio Sala, que preconizaba un trazado distinto.
El marqués de la Ensenada expresaba en un informe de 1748 a Fernando VI su preocupación por el estado de las defensas de las fronteras españolas. En este sentido, Superviela, en 1749, vuelto ya a
En 1751 el ingeniero general señalaba con respecto a un cambio de uniforme que “se podrá prevenir a D.
Fuentes y bibl.: Archivo General de Simancas, Exps. Personales.
Estudio Histórico del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, Madrid, Establecimiento Tipográfico Sucesores de Rivadeneyra, 1911, 2 vols.; H. Capel et al., Los Ingenieros Militares en España. Siglo XVIII. Repertorio biográfico e inventario de su labor científica y espacial, Barcelona, Publicaciones y ediciones de la Universidad de Barcelona, 1983; H. Capel et al., De Palas a Minerva, La formación científica y la estructura institucional de los Ingenieros Militares en el siglo XVIII, Barcelona, Serbal-CSIC, 1988; J. M. Muñoz Corbalán, Los ingenieros militares de Flandes a España (1691-1718), Madrid, Ministerio de Defensa, 1993; J. López Muiños, Algunos aspectos de la Ingeniería Militar española y el Cuerpo Técnico, Madrid, Ministerio de Defensa, 1993; A. Campanera i Rovira, “La Fortaleza de Rosas”, en II Jornadas sobre Fortificaciones Modernas y Contemporáneas, Cartagena, AFROCA, 2001; A. Gil Albarracín, Documentos sobre la Defensa de la Costa del Reino de Granada (1497-1857), Barcelona, Ingoprint, 2004; H. Capel, “Los Ingenieros Militares y el sistema de fortificación en el siglo XVIII”, en Los Ingenieros Militares de la Monarquía Hispánica en los siglos XVII y XVIII, Madrid, Ministerio de Defensa - Asociación Española de amigos de los Castillos, 2005.
Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño
