Patiño, Joaquín María. Puebla del Deán (La Coruña), 18.VII.1775 – Madrid, 13.VIII.1848. Bibliotecario mayor, sucesivamente, de la Biblioteca Real y de la Biblioteca Nacional.
Joaquín José María Francisco de Sales María Patiño era hijo de Pedro Antonio González de Mendoza y Patiño y de María Tomasa Patiño García Junco de Relova. Doctor en Filosofía y en Teología por la Universidad de Santiago de Compostela, en la que fue catedrático durante los años 1802-1812, y bibliotecario mayor en el período 1812-1834, puesto desde el que solicitó, el 30 de julio de 1817, que se le concedieran los honores de bibliotecario mayor de la Biblioteca Real. Fue diputado a Cortes y senador.
El 13 de agosto de 1834 fue nombrado bibliotecario mayor, al fallecer Diego Clemencín Viñas. Tras tomar posesión, ordenó realizar un recuento de libros que puso de manifiesto una cuantiosa pérdida de volúmenes, una mala colocación, la mínima calidad de los índices disponibles y la falta de la necesaria separación entre los diversos tipos de libros.
La carencia de espacio en la Biblioteca Real era tan dramática, que tuvo que pedir a la priora del Monasterio de la Encarnación un lugar para poder colocar los volúmenes procedentes de los conventos suprimidos.
Denunció la carencia en la Biblioteca Real de obras importantes y de fondos dignos, pidiendo incluso la incorporación de la biblioteca del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Solicitó insistentemente espacio para la colección y la compensación del tremendo déficit que padecía la Biblioteca Real. Ésta se desvinculó de la Mayordomía Mayor de la Real Casa y pasó a depender del Ministerio de la Gobernación de la Península por un decreto de 25 de noviembre de 1836, pasando a denominarse definitivamente Biblioteca Nacional.
Aunque a regañadientes, Patiño se vio forzado a admitir, por primera vez, la entrada de las mujeres en la Biblioteca, acatando una Real Orden de 27 de febrero de 1837, reforzada por otra de 22 de marzo de 1837.
Se preocupó con gran celo por el cumplimiento del depósito legal, logrando una buena colaboración de los jefes políticos, que le enviaron cuanto podían recoger en sus provincias respectivas.
Fue destituido el 7 de octubre de 1840 por los progresistas de la Junta gubernativa de la provincia de Madrid. El 30 de diciembre de 1843 se le concedió la jubilación como bibliotecario mayor cesante y el 6 de enero de 1844 fue condecorado con la Cruz Supernumeraria de la Real y Distinguida Orden de Carlos III.
Logró triunfar frente a la guerra feroz a la que Bartolomé José Gallardo, bibliotecario de las Cortes, sometió a la Biblioteca Nacional, pues no perdió ocasión de perjudicar sus intereses, de llevarse en préstamo manuscritos y de denigrarla, aprovechándose de sus protectores políticos.
Bibl.: J. García Morales, “Los empleados de la Biblioteca Real (1712-1836)”, en Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, 73, 1 (1966), págs. 61-62; L. García Ejarque, “Edificios ocupados por la Biblioteca Nacional desde su fundación”, en Revista General de Información y Documentación, 2, 2 (1992), págs. 173-186; “Bartolomé José Gallardo y la Biblioteca Nacional”, en Boletín de la Sociedad Castellonense de Cultura, 70, 3 (1994), págs. 317-366; “La Biblioteca Nacional de España”, en VV. AA., Historia de las Bibliotecas Nacionales de Iberoamérica: pasado y presente, México, Universidad Nacional Autónoma, 1995, págs. 264-265; L. García Ejarque, La Real Biblioteca de S.M. y su personal (1712-1836), Madrid, Asociación de Amigos de la Biblioteca de Alejandría, 1997, pág. 359-385 y 527-537.
Julián Martín Abad
