Ayuda

Manuel Ignacio Aguirre Guarnizo

Biografía

Aguirre Guarnizo, Manuel Ignacio. ¿San Sebastián? (Guipúzcoa), c. 1730 – ?, c. 1784. Secretario e ilustrado.

Desde muy joven debió de ser educado en la teoría y práctica de la secretaría a la espera de continuar la tradición familiar iniciada por su abuelo, Felipe de Aguirre, y secundada por su padre, Manuel Ignacio. Ambos habían desempeñado el cargo de secretario de las Juntas y Diputaciones de la provincia de Guipúzcoa desde principios del siglo XVIII. La ocasión le vino dada en la Junta General de 1756 celebrada en Deva, a la que su progenitor no pudo asistir por hallarse indispuesto con la enfermedad que pronto le llevaría a la tumba. Los asistentes traspasaron esta responsabilidad a su hijo, quien ese mismo año sería proclamado secretario del Rey y de la provincia de Guipúzcoa. Fue el inicio de una larga trayectoria al servicio de la foralidad que tuvo un capítulo importante en 1770, cuando fue nombrado diputado en Corte con la misión de negociar con la Secretaría de Hacienda las medidas necesarias para atajar el contrabando de tabaco que se producía en este territorio. Una fructífera estancia que se prolongaría durante cuatro años y que le obligaría a renunciar en 1773 al cargo de secretario de la provincia. En 1772 la Real Academia de la Historia le designó su académico honorario con el encargo de escribir algunos de los artículos sobre Guipúzcoa para el gran Diccionario Geográfico-Histórico de España. Además, Campomanes solicitaría su colaboración para completar el mapa geográfico de la provincia. Tuvo una nueva oportunidad de demostrar su valía en 1783, cuando de nuevo fue nombrado diputado en Corte con el cometido de concertar con la administración borbónica diferentes asuntos relacionados con el libre comercio.

Hombre de espíritu emprendedor y amante de su tierra, no escatimó esfuerzos ni medios personales en mejorar las condiciones de vida de sus paisanos.

Consciente de la crisis que se cernía sobre el sistema agropecuario tradicional, experimentó en los terrenos de su propio caserío nuevos métodos para aumentar su productividad. Hizo diferentes pruebas con las margas como abono sustitutivo de la cal, publicando en 1767 un pequeño opúsculo en el que defendía su utilización. Con el mismo objetivo introdujo en la cabaña lanar autóctona cabezas de ganado procedentes de Castilla y Flandes.

Como no podría ser de otra manera, simpatizó con el movimiento ilustrado que se abría paso en el País Vasco de la mano de Xavier María de Munibe, conde de Peñaflorida. Ingresó como socio supernumerario en la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País en 1770, cuando se hallaba destinado en Madrid. En este período desplegaría una intensa actividad en la tramitación de los asuntos relacionados con la Sociedad, manteniendo una animada correspondencia con Peñaflorida, Pedro Jacinto de Álava y el secretario, Miguel José de Olaso. Colaboró en sacar adelante ante el Consejo de Castilla la aprobación del Plan del Seminario de Vergara y de las rentas que se le querían agregar. Asimismo, presentaría ante la Secretaría de Hacienda un memorial sobre el comercio del hierro redactado por la Bascongada. Incansable trabajador, de su mano salieron las últimas correcciones de imprenta del primer volumen de los Extractos.

Los últimos años de su vida se caracterizaron por su labor en la defensa de los intereses de Guipúzcoa en general y de la ciudad de San Sebastián en particular, no sólo con respecto a las pretensiones de la Administración central, sino también en abierta competencia con sus vecinos de Vizcaya. No por casualidad su nombre figura entre los promotores de un proyecto de Sociedad de Amigos del País de San Sebastián que nunca llegaría a plasmarse.

 

Obras de ~: Propiedades y uso de la marga, el mejor abono que se conoce para los campos, San Sebastián, 1767.

 

Bibl.: C. Domínguez, M. Etxeberria y M. A. Gamecho, “La Sociedad de Amigos del País de San Sebastián de 1779: ¿Un proyecto enfrentado a la Bascongada?”, en I Seminario de Historia de la RSBAP, San Sebastián, Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País, 1986, págs. 239-270; J. I. Tellechea Idígoras (ed.), La Ilustración vasca. Cartas de Xavier María de Munibe, Conde de Peñaflorida, a Pedro Jacinto de Álava, Vitoria, Parlamento Vasco, 1987; G. Vives Almandoz, “La correspondencia de Miguel José de Olaso Zumalabe (1718-1773), primer Secretario Perpetuo de la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País”, en II Seminario de Historia de la RSBAP, San Sebastián, Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País, 1988, págs. 197-220; B. A. Egaña, Instituciones y colecciones histórico-legales pertenecientes al gobierno municipal, fueros, privilegios y exempciones de la M. N. y M. L. Provincia de Guipúzcoa, San Sebastián, Diputación Foral de Guipúzcoa, 1992; M.ª C. Urdiain Martínez, Epistolario del Fondo Prestamero, Vitoria, Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País, 1996; Catálogo del fondo de la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País, Vitoria, Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País, 1997; J. Astigarraga, Los ilustrados vascos: ideas, instituciones y reformas económicas en España, Barcelona, Crítica, 2003.

 

Juan Luis Blanco Mozo