Serrano de Pablo y Jiménez, Luis. Vitoria (Álava), 3.III.1909 – Madrid, 28.VIII.1997. Piloto, observador de aeroplano y teniente general en el Ejército del Aire.
Tercero de cinco hermanos, se miró siempre en el espejo de su padre, el coronel de Artillería César Serrano Jiménez. Con sólo dos años de edad se trasladó a Segovia siguiendo el destino profesional de su progenitor como profesor en la Academia de Artillería.
El año 1918, también por razones profesionales, la familia se instaló en Madrid donde el joven Luis realizó los estudios de bachillerato en un colegio próximo al domicilio familiar, examinándose en el Instituto Cardenal Cisneros.
Habiéndose presentado a las academias de Ingenieros y Artillería consiguió plaza en la de Artillería, donde ingresó el mes de marzo de 1925. Las anotaciones de separación del servicio y reingreso que figuran en su expediente se debieron al enfrentamiento que mantuvieron los artilleros con el general Primo de Rivera, que llegó a disolver el cuerpo. Recuperada la normalidad, salió de teniente en junio del año 1930 y, después de varios destinos por la geografía española, en el año 1932 pidió permiso para desplazarse a Lieja y matricularse en la Facultad Técnica donde, con la base que le proporcionaba la formación como ingeniero industrial que le correspondía por su condición de artillero, obtuvo el título de ingeniero electricista el 28 de octubre de 1933.
Destinado en Madrid a su regreso, en el año 1934 intervino, como teniente de la 9.ª batería, en los disturbios que se produjeron en las zonas del Puente de Segovia y Puente de Toledo. En el año 1935 realizó el curso de observador de aeroplano en la base de Cuatro Vientos y, el día 23 del mes de marzo, participó en la Fiesta de la Aviación celebrada en Barajas saltando en paracaídas con otros compañeros desde un Fokker VII de la compañía LAPE.
El estallido de la Guerra Civil le sorprendió en Madrid destinado en el Regimiento de Artillería a Caballo en Campamento (Madrid). El día 18 de julio de 1936 tomó parte en la sublevación con la 5.ª Batería y el día 20 resultó mal herido en su pierna derecha por bombas de aviación. Gracias a la decisión del comandante Ortiz de Landázuri, que lo ordenó, y el valor del cabo Brígido Rubio, que le evacuó rápidamente en un coche, pudo llegar al Hospital Militar de Carabanchel, quedando internado en el pabellón de presos.
Posteriormente pasó por las cárceles Modelo y Porlier donde, por sus heridas, no estuvo mucho tiempo y fue conducido en el año 1937 al Hospital Auxiliar de la Cruz Roja en la calle Don Pedro para ser sometido a varias operaciones, peregrinaje que terminó en un hospital de la calle López de Hoyos para su recuperación.
El mes de noviembre de 1938 fue objeto de un canje que no llegó a realizarse y el 28 de marzo de 1939 fue liberado. Muchos se asombraron cuando se enteraron de que, a pesar de los riesgos, en julio de 1937 había contraído matrimonio con Matilde Díez de León, contando con la complicidad de un sacerdote amigo y algunos compañeros de cautiverio.
Su ingreso en el Arma de Aviación se debe a que en un encuentro fortuito con García Morato, éste le aconsejó que se quedara en Aviación. Fue destinado al Juzgado Especial de San Javier como juez del n.º 7 aunque no fue un destino deseado.
El 31 de agosto, aliviado como juez y muy contento por su ascenso a capitán fue destinado a la Escuela de Pilotos de Badajoz, donde consiguió el título de piloto militar de guerra. De allí pasó a la Escuela de Transformación de Jerez (2.ª tanda, 14 promoción) siendo destinado a continuación como jefe del 11 Grupo en Barajas equipado con material Fiat BR- 20 y, posteriormente, con Dornier 17. Aquel mismo año, en el mes de noviembre, realizó el curso de vuelos sin visibilidad en Salamanca.
Su contacto con el vuelo sin motor se produjo en el año 1941 al ser nombrado jefe de la sección de Vuelo sin Motor y enviado en comisión a Alemania, donde realizó el curso para la obtención del título “C”. El año siguiente ascendió a comandante y recibió el título n.º 78 de piloto de transportes de Línea Aérea con la habilitación para volar Junkers-52, Douglas y Dragón. Nombrado procurador en Cortes, en el año 1945 ingresó en la Escuela de Estado Mayor.
Ascendió a teniente coronel y, en agosto de 1946, quedó en la situación militar de disponible forzoso para tomar posesión del cargo de gobernador civil de la provincia de Zamora donde no estuvo mucho tiempo, ya que en el año 1948 fue nombrado jefe de Estado Mayor de la Zona Aérea de Canarias y África Occidental, un destino en el que desarrolló gran actividad, consiguiendo mejorar apreciablemente, entre otras cosas, la comida de la tropa en todos los sectores y destacamentos, un aspecto de la vida militar que en aquella época tuvo gran importancia.
Su destino siguiente fue la Jefatura de Transmisiones del Aire en el año 1950. Realizó, el mes de febrero, un viaje en comisión oficial a la zona de ocupación de los ejércitos aliados en Alemania. Huésped de la United States Air Forces in Europe (USAFE) en la Zona Norteamericana, estuvo acompañado de los tenientes coroneles Guerrero y Galarza y el comandante Calleja. Visitó las instalaciones militares de Bis Waden, Templehof y Purstenfeldbruch y otras de la zona francesa, entregando a su regreso el preceptivo informe a la Superioridad.
En el año 1952 estuvo presente, como observador, en los ejercicios que realizó la VI Flota Norteamericana en aguas del Mediterráneo. Visitó y se alojó en los destructores Rich y Johnston y los portaaviones Tarawa y Roosevelt presenciando las maniobras, incluyendo los ejercicios nocturnos de aviación embarcada.
A finales del año 1953 realizó vuelos de prueba con material I-11-B de la fábrica AISA y el mes de septiembre de 1954 fue nombrado miembro de la comisión de enlace en la United States Air Forces in Europe (USAFE). En febrero de 1956 asistió al Congreso de Navegación Hiperbólica en Essen (Alemania) y, a su regreso, ascendió a coronel siendo nombrado miembro de la comisión en la Joint United States Military Group (JUSMG) para el estudio y redacción de las normas de utilización conjunta de Bases Aéreas en España.
Como coronel fue nombrado jefe del Servicio de Búsqueda y Salvamento en el año 1959 y jefe del Sector Aéreo de Albacete y comandante del Ala de Transporte n.º 26 en el año 1962 (posteriormente del Ala n.º 37), hasta que en el año 1963 fue relevado del mando en Albacete, regresando a la Jefatura del Servicio Áereo de Rescate (SAR). El emblema y el lema del SAR fueron diseñados por él.
En el año 1965 ascendió a general e ingresó en el Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional siendo nombrado miembro de la Real Sociedad Geográfica.
Después de un extraordinario viaje de carácter profesional por las principales bases aéreas de los Estados Unidos, en el año 1969 ascendió a general de división haciéndose cargo de la Jefatura de Material.
Con este empleo, el 23 de septiembre de 1970, fue nombrado subinspector de la 2.ª Región Aérea y jefe del Sector Aéreo de Sevilla.
El mes de octubre de 1972 ascendió a teniente general, teniendo la oportunidad de asistir a los actos de imposición de la Gran Cruz del Mérito Aeronáutico a su gran amigo el general e Infante de España, Alfonso de Orleáns-Borbón. El mes de febrero de 1975 fue nombrado hijo adoptivo de Sevilla y el 2 de mayo cesó como jefe del Sector Aéreo de Sevilla, transfiriendo el mando al general Queipo de Llano. Nombrado Consejero Militar del Consejo Supremo de Justicia Militar, el mes de noviembre veló el cadáver del general Franco asistiendo a su funeral y entierro el día 23. Por razón de su cargo, el día 27 asistió a los actos de exaltación al trono del rey don Juan Carlos I. Estando en el Consejo Supremo de Justicia Militar, pasó a la reserva el 30 de mayo de 1979.
Está en posesión de numerosas distinciones militares y civiles, entre las que destacan las medallas de la Campaña, Sufrimientos por la Patria y del Ejército del Aire Francés, las cruces de Guerra, Roja al Mérito Militar, Mérito Aeronáutico, Mérito Naval y Real y Militar Orden de San Hermenegildo, la placa de la Orden de Cisneros, siete medallas de oro por los méritos contraídos en el desarrollo del deporte español y fue nombrado hijo adoptivo de Segovia y Sevilla.
Luis Serrano de Pablo prestó importantes servicios al Estado en las múltiples misiones que le fueron encomendadas.
Como militar fue el observador, casi fijo, que la superioridad enviaba a los ejercicios y maniobras de los ejércitos nacionales y extranjeros, mantuvo un alto nivel de estudio y puesta al día en su profesión y trabajó con notable acierto en el Estado Mayor de la Defensa. Contó con el respeto y el afecto de sus compañeros y subordinados.
Además, el Luis Serrano de Pablo piloto no eludió nunca su obligación de mantener la aptitud de vuelo realizando, no sólo las horas mínimas requeridas para renovar la licencia sino que voló, hasta edad muy avanzada, un considerable número de horas (4720) para un piloto militar, en aviones de muy distintas características.
Colaboró también con la compañía Iberia realizando algunos vuelos trasatlánticos a América del Sur cuando necesitó personal especialista en navegación astronómica; Serrano de Pablo fue uno de los oficiales y jefes seleccionados hasta que Iberia preparó sus propios navegantes.
Representante del Aero Club y vicepresidente de la Federación Aeronáutica Internacional (FAI) participó en numerosos acontecimientos aeronáuticos, campeonatos de vuelo sin motor, vueltas aéreas y un largo etcétera, fue el director técnico del III Campeonato Mundial de Acrobacia Aérea celebrado en Bilbao en el año 1954 y asistió regularmente a las ferias aeronáuticas internacionales por su condición de director de la revista Avión.
De su breve paso por la política, diecicocho meses como gobernador civil de la provincia de Zamora, cabe señalar que aceptó disciplinadamente la designación aunque interfería negativamente en su carrera militar y no mostró un especial apego al cargo. De carácter liberal, no sólo no prohibió la emisión de la película Gilda sino que fue a verla y le gustó, por lo que sufrió las críticas de algunos, caso similar a los comentarios que se escucharon cuando levantó la prohibición de bañarse juntos, mujeres y hombres, en el río Duero. En realidad Serrano de Pablo fue, en todo, un hombre muy adelantado al tiempo que le tocó vivir.
Pero siendo muchos los méritos profesionales de este ilustre militar tenía otras cualidades, entre las que se encuentran valores auténticamente cristianos.
Teniendo en cuenta que su padre había sido fusilado y lo que él mismo había sufrido en las cárceles republicanas, tanto su actuación en la instrucción de los expedientes cuando ejerció de juez militar en San Javier recién terminada la Guerra Civil, como la actitud que adoptó con sus compañeros que habían perdido la guerra fueron ejemplares.
Tuvo siete hijos, Isabel, Matilde, Luis, Cristina, César, Javier y Loreto y trece nietos. Falleció en Madrid el día 28 de agosto de 1997.
Obras de ~: “Carta abierta al capitán Guers”, en ABC (Madrid) (junio 1965) (Premio Mariano de Cavia 1966); España factor geográfico desde el punto de vista aéreo, Madrid, Real Sociedad Geográfica, 1966; Historia de Tablada, Sevilla, Imp. Maestranza Aérea, 1971; Geopolítica y geoestrategia de las comunicaciones aéreas, Zaragoza, Universidad, 1977; Contribución a la historia del Cuerpo de Artillería, Madrid, ACTI, 1983; ¿La esperanza enterrada? Testimonios y recuerdos de un general de Franco, Madrid, Arca de la Alianza Cultural, 1986.
Bibl.: F. de Querol Müler, Más historia de Tablada, Sevilla, Editorial Prensa Española, 1982; Instituto de Historia y Cultura Militar, Historia de la Aviación Española, Madrid, Ejército del Aire, 1988; E. Herrera Alonso, Cien aviadores españoles, Madrid, Ministerio de Defensa, 2000; M. Gila, Memorias, Madrid, 2002.
Cecilio Yusta Viñas