Bengoechea Bahamonde, Jesús. Vitoria (Álava), 26.IV.1920 – Madrid, 14.XII.1993. Aviador militar, licenciado en Ciencias Económicas y periodista.
Hijo del comandante de Infantería Ángel Bengoechea Menchaca y de Juana Bahamonde Olaran.
Siendo niño sus padres se trasladaron a vivir a Madrid.
Terminado el bachillerato, ingresó como voluntario en el Ejército en mayo de 1938.
Siguiendo los pasos de su hermano mayor, Luis, veterano piloto, al cumplir los seis meses exigidos para poder hacer el curso de alférez provisional, eligió el arma de Aviación. Obtuvo el título de piloto aviador el 14 de diciembre de 1939, cuando había finalizado la Guerra Civil. Este retraso se debió a la escasez de aviones existentes y al excesivo número de aspirantes a pilotos.
En agosto de 1942, fue nombrado alumno de la segunda promoción de la Academia de Aviación de León. Fue promovido a teniente profesional el 5 de julio de 1944, con el número 3 de su promoción y con antigüedad de 1 de abril de 1939.
Su vida militar aeronáutica a partir de esta fecha estuvo marcada por su actividad como profesor de vuelo, donde conjugaba su amor al vuelo, su afición al estudio y sus dotes pedagógicas. Al finalizar sus estudios académicos fue destinado al decimotercer regimiento, donde permaneció sólo un mes al ser nombrado profesor a las Escuelas Elementales de Pilotos del Grupo de Levante; en mayo de 1945 de vuelo de la Academia General del Aire.
Contrajo matrimonio con María del Carmen Martí Esteve en 1946 (con quien tuvo siete hijos) y continuó en la Academia General hasta enero de 1948 para pasar al Estado Mayor de la Región Aérea Central (Madrid), hasta septiembre de ese mismo año en que comenzó en la Escuela Superior del Aire el Curso de Estado Mayor.
En junio de 1950 obtuvo el diploma de Estado Mayor del Aire con el número 1 de la Promoción.
Al ascender a comandante en febrero de 1954, fue nombrado ayudante del general Enrique Palacios, cargo en el que permaneció hasta febrero del año siguiente, en que pasó al Estado Mayor del Aire.
Su ya mencionada afinidad al estudio y sus cualidades pedagógicas hace que una y otra vez regrese a destinos relacionados con la enseñanza. De cualquier forma, en abril de 1956 que trasladado al Alto Estado Mayor, sólo por un año, pues en cuanto tuvo ocasión solicitó una plaza de profesor en la Academia General del Aire. Sus dotes de mando y su amor al servicio le hacen acreedor de la confianza de sus jefes, quienes le envían desde su nuevo destino a tomar parte en 1958 en la guerra de Ifni. A su regreso, su carácter y su formación hacen que de nuevo el general Palacios lo reclame como ayudante de campo, por lo que de nuevo regresó a Madrid. Ascendió a teniente coronel en agosto de 1962, pasó de nuevo al Alto Estado Mayor hasta 1965 como profesor del recién creado Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional.
Fue nombrado en julio de 1968 agregado aéreo a las embajadas de España en París, Bruselas y La Haya. Tres años más tarde, a su regreso de París, estuvo en diversas unidades operativas, tales como el ala número 35 (Getafe, Madrid), poco después al ala número 37 (inicialmente en Albacete y posteriormente trasladada a Valladolid) y culminó su trayectoria aeronáutica mandando el ala número 35 con el empleo de coronel, al que accedió en abril de 1975.
Con el nombramiento de general de brigada (20 de mayo de 1978), prosiguió en la misma línea que había mantenido hasta entonces, pues fue primero al Estado Mayor del Aire, para dedicarse, posteriormente, a otra de las ramas de su vida militar, la docencia. Fue destinado, más tarde (26 de septiembre de 1980), a la Escuela Superior del Aire, donde se le confirmó, tres meses más tarde, como director de la misma tras su ascenso a general de división.
Fue promovido a teniente general en abril de 1983 y se le nombró jefe del Mando de Personal del Ejército del Aire hasta febrero de 1985, que pasó al grupo B. Diez meses más tarde se dispuso su pase a la reserva activa y fue nombrado director del Instituto de Historia y Cultura Aeronáuticas del Servicio Histórico y Cultural del Ejército del Aire hasta su pase a la segunda reserva el 1 de enero de 1987.
En este último destino desarrolló una enorme actividad.
Fue como si desease exponer que toda la experiencia de su vida militar y aeronáutica hubiera alcanzado plena madurez. Editó libros, abrió la actividad del Instituto al mundo empresarial, organizó ciclos de conferencias sobre investigación histórica y proyectó la creación de una Fundación.
Finalizado este período continuó trabajando como asesor y conferenciante en diversos organismos estatales y privados, hasta apartarse poco a poco de la vida pública como consecuencia de la dolencia que padeció durante los últimos años de su vida. Falleció en Madrid en diciembre de 1993.
La rectitud de sus actuaciones, su grado de exigencia en las cuestiones relativas al servicio y su amor al estudio y la responsabilidad marcaron su trayectoria como aviador militar y como ejemplar padre de familia.
Fuentes y bibl.: Archivo Mando de Personal, exp. personal.
J. Aguilar Hornos, Revista de Aeronáutica y Astronáutica, febrero (1994).
Adolfo Roldán Villén
