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Charles Clifford

Biografía

Clifford, Charles. Sur de Gales (Reino Unido), ¿25.XI.1819? – Madrid, 1.I.1863. Fotógrafo.

Dada la calidad y la cantidad de la obra fotográfica de Clifford, fue sin duda uno de los fotógrafos más importantes de la España del siglo XIX. Los que pudieran igualarle en calidad no rindieron la cantidad de obras que realizó Clifford; los de mayor producción fotográfica no fueron tan consistentes como lo fue Clifford en el aspecto cualitativo.

Clifford fotografió en la mayoría de los sitios de España y brevemente en Gibraltar. Pocas fueron las regiones del país que no figuraron entre sus temas: Galicia, Cantabria, Valencia, Canarias y el País Vasco son notables entre este grupo. Varios sitios figuraron como tema dos y hasta tres veces: Salamanca, Sevilla, Granada y Valladolid, por ejemplo. Fuera de España, su obra consiste en unos pocos calotipos realizados en la guerra de Crimea (otoño de 1854), un juego de fotografías tomadas en París (¿1856?) y un retrato formal de su reina Victoria (noviembre de 1861) hecho en Windsor (no se sabe, por cierto, si el estudio londinense de un tal Charles E. Clifford, en 30 c. Piccadilly, en 1857-1859, fue una sucursal del personaje aquí biografiado). Su esfuerzo más sustancial lo constituyen los álbumes de España Monumental, que pueden variar algo de un juego a otro, y que están formados por imágenes que a veces utilizaba Clifford para componer otros álbumes y portafolios o carpetas. El propósito fue, desde muy temprano en su carrera, informar a su reina Victoria sobre la otra nación europea destacada que tenía como monarca una reina. Por otra parte, el propio Clifford pensaba que su España adoptiva era una tierra “favorecida por Dios”, el otro país, además del de su ciudadanía, con un gran pasado imperial. Así, Clifford admiraba todo lo que en España trajera a la memoria al emperador Carlos V (mientras despreciaba a Felipe II, rey en el año de la derrota de la Armada y foco de la leyenda negra). Más coetáneamente para Clifford, Isabel II, tocaya de la abuela del emperador, prometía, por lo menos a nivel simbólico, ser figura eje de una nación imperial.

Los registros y empadronamientos mediante los cuales se infiere el nacimiento de Charles y su esposa Jane se contradicen, mientras en Gran Bretaña los registros de nacimiento no se remontan a los años de nacimiento de los Clifford. Un empadronamiento en Madrid (enero de 1852) revela que Charles nació en noviembre de 1820; otro (1 de enero de 1854), que nació en Londres el 25 de noviembre de 1819; otros (1 de enero de 1857 y 1 de enero de 1858) indican el 17 de junio de 1820 como la fecha de su nacimiento. Gracias a la lápida de la fosa de Charles (diseñada por la viuda), se sabe que murió con cuarenta y tres años de edad, que había nacido en el sur de Gales y que llevaba título de “Esquire” (que puede significar varias cosas, no necesariamente abolengo). Los datos sobre Jane son más confusos aún. Un empadronamiento (enero de 1852) indica que nació en noviembre de 1820; otro (1 de enero de 1854), que nació en Hull el 5 de noviembre de 1819; y otro (20 de noviembre de 1863), que nació en Londres.

Charles Clifford llegó a España en el otoño de 1850 con su esposa Jane, y se instaló cerca de la Puerta del Sol, primer local de la media docena que llegó a tener en Madrid a lo largo de los siguientes doce años. Él a veces se autodenominaba “Photografito inglés” y a Jane la llegaron a llamar (en la prensa y en Palacio) “Juana”. Tuvieron un hijo. En la firma de Clifford se evidencian con frecuencia los tres puntos que forman triángulo en la base de la C, lo que induce sospechar que tuviese afiliación masónica.

Los Clifford residieron en el centro mismo de Madrid desde 1850, donde al principio Charles trabajó la daguerrotipia; se conoce un ejemplar de su estudio, Daguerrotipo Inglés. Desde enero de 1852, al menos, compartían señas con Alfred Guesdon (1808-1876), el aeronauta que dibujaba vistas aéreas de ciudades principales europeas para publicarlas luego en la prensa periódica francesa. Por artículos en la prensa madrileña (1851), se sabe que los Clifford acompañaban a Guesdon en sus aventuras aerostáticas, y que despegaban desde el ruedo de la plaza de toros madrileña, situada en esa época al lado de la Plaza de la Independencia.

Se supone que, aparte del espectáculo, dichas salidas tenían el fin de fotografiar la ciudad desde arriba para que luego Guesdon dibujara la vista con sorprendente detalle, esfuerzos aeronáutico-fotográficos que anteceden notablemente los más legendarios de Nadar (Félix Tournachon), y por los que Clifford se calificaba de “Aeronaut Anglais”.

El primer proyecto fotográfico de Clifford lo constituyen sus siete imágenes “talbotípicas” (positivos a partir de calotipos, o sea, negativos de papel), realizadas con motivo de la presentación de la princesa de Asturias en el templo de Atocha de Madrid (febrero de 1852), una triste ocasión debido al atentado del cura Merino contra la reina Isabel II. Este juego de fotografías, único de hecho, debió de surgir tras haberse instruido en el proceso técnico durante uno de sus viajes a Gran Bretaña, los que se sucedieron a lo largo de su residencia en Madrid de más de doce años.

Este proceso de negativos en papel llegó a constituir aproximadamente la quinta parte de todas las imágenes realizadas por Charles Clifford: más de ochocientos positivos en total.

Cronológicamente hablando, Clifford no seguía utilizando un método fotográfico al adoptar otro nuevo. Dejó la calotipia cuando cambió al proceso de la placa de cristal con colodión húmedo (1855).

Asimismo, parece que abandonó la daguerrotipia hacia 1852; aunque, por cierto, retocó algunas de sus fotografías, dejó esta práctica después de su juego de fotografías de la excursión a Extremadura (primavera de 1858).

Con el propósito de cumplir con el encargo que le dio la Corona británica —el de suministrar imágenes de España— Clifford buscaba mecenazgo entre los nobles y la realeza de España. Mediante la fotografía, hizo alarde de las obras públicas financiadas por la Corona de España. Con este fin realizó el ambicioso juego (1855-1856) sobre las construcciones del Canal de Isabel II, esto es, el abastecimiento de aguas a Madrid, a lo que siguió el juego de una docena escasa de fotografías sobre la reconstrucción del puente de Alcántara (1858-1859). A través de sus imágenes, siempre le gustaba traer a la memoria los hechos del emperador Carlos V. Sus logradas vistas llamaron la atención a los nobles de gran influencia: a saber, el duque de Osuna y el del Infantado (Mariano Téllez- Girón y Beaufort Spontin) y el duque de Frías (José María Bernardino Fernández de Velasco y Jaspe). Debido a tal mecenazgo, se hallan con frecuencia, entre las imágenes de Clifford, vistas que representan las propiedades de estos duques, así como, en Extremadura, del monasterio de Yuste, propiedad (1858) del marqués de Mirabel.

Así, la España Monumental se constituía de fotografías sobre las posesiones de nobles españoles de influencia, imágenes de obras financiadas por la Corona y, finalmente, de los sitios a lo largo de las rutas de los viajes de la familia real. En el verano de 1858 Clifford combinó las dos modalidades —“relaciones públicas” y recuerdos del viaje regio— en el viaje a Valladolid. En 1860 semejante recurso se repitió para el viaje en tren (entonces nuevo) a Alicante, viaje que se extendió después a las islas Baleares, Cataluña y Aragón. 1862 fue el año del viaje regio más ambicioso y sirvió de tema para el último álbum de Clifford.

Charles Clifford murió en Madrid con cuarenta y tres años, minutos antes de la medianoche del 1 de enero de 1863, a causa de un aneurisma. Fue enterrado el día 3 en el (segundo) cementerio británico de Madrid, establecido poco tiempo antes. La viuda Jane con su hijo, que residían entonces con dos sirvientes, se trasladaron no mucho tiempo después a un edificio nuevo de la calle Mayor, y continuó dirigiendo el estudio mientras trataba de establecer relaciones comerciales con el museo de South Kensington (después, Victoria and Albert Museum). Este hecho es patente en las cartas escritas por ella y porque su hijo, en su capacidad de representante, viajaba a South Kensington, y es evidente además en las cuentas del Palacio Real de Madrid, así como por la existencia de un juego de fotografías realizadas por la viuda sobre los Tesoros del Delfín, objetos traídos a Madrid a principios del siglo XVIII y almacenados en el Prado. Habría que preguntarse si Juan Pérez, ayudante de Clifford en una excursión a Valladolid en 1854, quedó trabajando en el estudio después de la muerte del maestro.

Clifford asumió un encargo del que no existe muestra que se sepa, pero que fue realizado: unas vistas estereoscópicas (primera mitad de 1857) de España, en concreto de Segovia, que debía remitir a Ferrier para su edición en Francia. Sirvió de instructor a Rafael Castro Ordóñez (1862), a quien preparaba para que pudiera fotografiar la Expedición al Pacífico (1862-1866). Aparte de un par de cartas brevísimas, los escritos de Charles Clifford los constituye A Photographic Scramble through Spain. Patronised by Their Majesties the Queen of England. The Queen and King of Spain. Their I[mperial] M[ajesties] the Emperor and Empress of the French. The Emperor of Russia. H[is] R[oyal] H[ighness] the Duke of Montpensier, &c. &c., publicado en Londres por A. Marion & Co., 152 Regent Street, e impreso por F. Pickton, Perry’s Place (29 Oxford Street). El llamado Scramble es una narración, nada extensa desde luego, de su actividad fotográfica en España, y un catálogo de ciento setenta y una de sus fotografías, cuya numeración corresponde hasta cierto punto a las imágenes de España Monumental.

Admirado por los miembros de la Société Française de la fotografía, sus obras aparecieron expuestas en los salones parisinos de dicha sociedad en 1857, 1859 y 1863. Por la cantidad y la calidad de su producción de virtuoso —y no menos por la gran variedad de medios fotográficos en los que triunfó— Clifford fue el gran maestro de la fotografía en la España de mediados del siglo XIX. Le hubieran hecho competencia en dicha temática unos coetáneos menos persistentes y menos comerciales, como, por ejemplo, E. K. Tenison y R. P. Napper, y en cantidad de producción y saber comercial, el emprendedor J. Laurent no tenía igual. Éste fue durante un tiempo vecino y colega de Clifford, y entre sus obras archivadas se encuentran unos ejemplos, escasos por cierto, de placas de cristal que fueron obras de Clifford “refotografiadas” y etiquetadas luego con las señas de Laurent.

 

Obras de ~: A Photographic Scramble through Spain. Patronised by Their Majesties the Queen of England. The Queen and King of Spain. Their I[mperial] M[ajesties] the Emperor and Empress of the French. The Emperor of Russia. H[is] R[oyal] H[ighness] the Duke of Montpensier, &c. &c., London, A. Marion, [¿1860?].

 

Bibl.: J. Benet y P. López Mondéjar, Vistas de las obras del Canal de Isabel II, Madrid, Canal de Isabel II, 1988; R. González, Luces de un siglo: fotografía en Valladolid en el s. XIX, Valladolid, Gonzalo Blanco, 1990; VV. AA., Granada en la fotografía del siglo XIX: Palacio de los Condes de Gabia, del 24 de marzo al 10 de mayo de 1992, Granada, Diputación Provincial, 1992; L. Fontanella, Charles Clifford: fotógrafo de la España de Isabel II, Madrid, El Viso-Ministerio de Educación y Cultura, 1996; G. Kurtz, “Charles Clifford, aeronauta y fotógrafo, Madrid 1850-1852”, en L. Fontanella y G. Kurtz, Charles Clifford: fotógrafo de la España de Isabel II, Madrid, El Viso-Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales, 1996; “La imagen fotográfica de Talavera de la Reina tomada por Charles Clifford, que se incluye en el álbum Vistas de Toledo y Extremadura”, en Cuaderna (Talavera de la Reina), 5 (junio de 1997), págs. 70-86; F. Crabiffosse Cuesta, Clifford en España (1849-1863) (Colección de Martín Carrasco), catálogo de exposición, Oviedo, Museo de Bellas Artes de Asturias, 2000; L. Fontanella, J. A. Ruiz Rojo y J. F. Martos Causapé, Clifford en Guadalajara: fotografía 1855-1856, catálogo de exposición, Guadalajara, Centro de la Fotografía y la Imagen Histórica de Guadalajara, 2004.

 

Lee Fontanella