Martínez de Hebert, Pedro. Vitoria (Álava), 1840 – Madrid, c. 1895. Miniaturista y fotógrafo.
Oriundo de Vitoria, estudió Bellas Artes en Barcelona. En la década de 1850 estaba ya instalado en Madrid, trabajando primero como pintor miniaturista. De hecho, el 11 de junio de 1851 fue nombrado miniaturista de cámara, una distinción honoraria que incluyó a partir de 1860 en los dorsos fotográficos de sus fotografías, cuando comenzó a prodigarse como retratista, desarrollando un tipo de imagen de excelente resolución y en la que incluyó con gran éxito su faceta de pintor. El primer establecimiento fotográfico M. de Hebert, según rezaba uno de sus primeros dorsos, se ubicó en la madrileña calle del Prado, donde contó pronto con un completo equipo fotográfico que le permitió desplazarse al Palacio Real para realizar tomas de la Reina y su familia, o acompañar a la Familia Real en sus desplazamientos por España. La disponibilidad de Hebert, así como la calidad técnica de sus trabajos, le convertirían en habitual retratista de Isabel II, lo que queda documentado por las importantes cantidades que, aún en 1880, reclamaba a la intendencia palaciega. Algunos de los retratos de este fotógrafo circularon por los estudios de los más prestigiosos pintores del momento, como los Madrazo o Benjumea, erigiéndose en modelos veraces de la reina Isabel —a buen seguro aprobados por ésta—, al tiempo que liberaban a la Soberana de las sesiones de posado. Sin embargo, no será hasta marzo de 1871, durante el reinado de Amadeo de Saboya, cuando Hebert obtuvo el nombramiento de “fotógrafo de la Real Cámara”, un título que debió de coincidir con su traslado a la calle de Caballero de Gracia (también tuvo estudio en la calle Baño, n.º 10). Ese nuevo nombramiento cortesano hubo de quedar en suspenso con la llegada al trono de Alfonso XII, porque Hebert no llegó a emplearlo en su propaganda artística a pesar de que mantuvo la relación comercial con la Corona. En ese período tardío Pedro M. de Hebert supo adaptarse a los convencionalismos que se habían generado en los estudios de la segunda mitad del siglo, recreando en sus composiciones los gustos burgueses de la época, proliferándose los forillos, muebles, cortinajes y alfombras vistosas. Utilizó asimismo los nuevos formatos que hicieron furor en toda Europa, desde la tarjeta de visita al cabinet, victoria, etc. Dos cuidados álbumes del fotógrafo conteniendo retratos son el de Personajes de la corte isabelina vestidos para el baile de disfraces en el palacio de Fernán Núñez (c. 1865) y el Álbum de retratos del cuarto militar de Alfonso XII (c. 1879). De la vertiente documental de Martínez de Hebert son las fotografías de Salamanca, publicadas en el álbum Salamanca artística y monumental (1867), así como un reportaje de veintitrés fotografías en papel albúmina que se guardan en el Patrimonio Nacional, reflejando el terremoto de Manila de 1863.
De Pedro Martínez de Hebert pueden encontrarse fotografías en la Biblioteca Nacional de Madrid, Patrimonio Nacional y colecciones particulares.
Fuentes y bibl.: Archivo General de Palacio, Administración General, leg. 41.
M. L. Sougez, “La imagen fotográfica en el medio impreso”, en VV. AA., 150 años de fotografía en la Biblioteca Nacional, Madrid, Ministerio de Cultura, 1989, págs. 72-73; Historia de la Fotografía, Madrid, Cátedra, 1994, pág. 250; VV. AA., La fotografía en las colecciones reales, catálogo de exposición, Madrid, Patrimonio Nacional, 1999, págs. 203-207, n.os 20 y 24; M. L. Sougez y H. Pérez Gallardo, Diccionario de Historia de la Fotografía, Madrid, Cátedra, 2003, pág. 289; J. M. Sánchez Vigil (coord.), La Fotografía en España: De los orígenes al siglo XXI, en J. Pijoán (dir.), Summa artis: historia general del Arte, t. XLVII, Madrid, Espasa Calpe, 2001; L. Ruiz Gómez, Descubiertas. Fotografías de la colección del Museo del Ejército, catálogo de exposición, Madrid, Ministerio de Defensa, 2003, págs. 38-39; “Isabel II frente al espejo: retratos fotográficos”, en J. S. Pérez Garzón (ed.), Isabel II. Los espejos de la reina, Madrid, Marcial Pons, 2004, pág. 258.
Leticia Ruiz Gómez