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Ernst Willibald Emil Hübner

Biografía

Hübner, Ernst Willibald Emil. Düsseldorf (Alemania), 7.VII.1834 – Berlín (Alemania), 21.II.1901. Epigrafista, historiador y arqueólogo.

Nació y se educó en el seno de una familia ligada a las Bellas Artes. Fue hijo del pintor y poeta Rudolph Julius Benno Hübner (1806-1882), profesor de la Academia de Düsseldorf y luego director de la pinacoteca de Dresde, y de Paulina Bendemann y, en consecuencia, sobrino de otro gran artista: Eduardo Bendemann.

En 1844 ingresó Emil Hübner en el Gymnasium de Dresde, donde hizo los estudios elementales antes de pasar en 1851 a la Universidad de Berlín, donde recibió clases de August Boekh, Kark Lipsius o Ernst Curtius, entre otros; finalmente se doctoró en la Universidad de Bonn el 4 de agosto de 1854, cuando sólo contaba veinte años de edad. Entre 1856 y 1858 completó su formación en Italia, donde tuvo como maestro de Epigrafía a Bartolomeo Borghesi. Tras este viaje, en 1858 recibió de Mommsen el encargo de redactar el volumen dedicado a Hispania del Corpus Inscriptionum Latinarum, una labor a la que dedicaría muchos años de su vida; en 1859 presentó su tesis de habilitación y unos meses después comenzaba su trabajo sobre las inscripciones latinas de Hispania.

Su primera etapa en el camino de Berlín a Madrid fue París, donde en febrero de 1860 trabajó sobre manuscritos epigráficos relativos a Hispania, con ayuda de algunos colegas. En marzo de aquel año llegó a España para realizar una estancia que se prolongaría hasta octubre de 1861, dedicada a recorrer ciudades, museos y bibliotecas, con el fin de acopiar el material para la obra que le había sido encargada. La crónica de estos viajes se publicaría periódicamente en Berlín y Roma entre 1860 y 1861. El itinerario seguido por Hübner durante esos veinte meses muestra una elección cuidadosa de los destinos en un recorrido que no podía ser exhaustivo: visitó consecutivamente Cataluña, Madrid, Segovia, Valencia y Alicante, Baleares, Murcia, Andalucía y Extremadura, volviendo a Madrid, donde aguardaba la lenta revisión de las colecciones manuscritas, principalmente en la Real Academia de la Historia. Desde Madrid viajó a Portugal y luego a Galicia, para visitar más tarde algunas colecciones de Asturias y Castilla.

Por la crónica de sus viajes y el eco que dejaron en muchos de sus interlocutores es fácil seguir el día a día de este gigantesco periplo epigráfico. En agosto de 1860 se reunió en Málaga con Manuel Rodríguez de Berlanga, que había sido avisado de su llegada por Mommsen y que se convertiría en uno de los principales valedores de Hübner en España. En octubre de 1860, andaba Hübner por Andalucía y en Granada tuvo por acompañante y guía a Manuel Gómez- Moreno Martínez, que años después narraría algunos de estos viajes a Elías Tormo. En enero de 1861 pudo ver el puente de Alcántara y sus inscripciones, poco después de la restauración de 1859-1860, y dispuso de uno de los juegos de fotografías realizadas por Clifford gracias a Aureliano Fernández-Guerra. A comienzos de abril, se sabe de su paso por el palacio de Aranjuez y a mediados de mes ya estaba en Madrid, donde en carta a Federico Madrazo, director del Museo del Prado, le instaba a reunir la colección del Real Museo de Escultura con la del Real Sitio.

El 10 de mayo de 1861, Hübner, que prolongaría su primera estancia en España hasta octubre de ese año, asistió a la junta ordinaria de la Real Academia de la Historia. Según cuenta Evaristo San Miguel, leyó en la reunión “un interesante estudio sobre la colonia Norbense [...] Con este motivo tuvo ocasión de hacer muy útiles observaciones sobre las vías romanas de esta parte de Extremadura y de las próximas de Portugal.

La Academia dispuso que en muestra de aprecio se incluyese este opúsculo en los tomos de obras premiadas”.

A finales de octubre de 1861, Hübner se disponía a abandonar España con el material para el volumen II del Corpus Inscriptionum Latinarum; habían sido veinte meses de intensa actividad, pero aún quedaban cabos pendientes y cuestiones por comprobar. Ante la imposibilidad de acometer estas tareas suplementarias por la premura de tiempo, dejó el asunto en manos de sus amigos de la Real Academia de la Historia. Una nota interna escrita por Aureliano Fernández-Guerra y fechada el 25 de octubre de 1861 resumiría los encargos epigráficos pendientes, tanto relativos a calcos de algunas inscripciones como a comprobaciones sobre la existencia de otras. Hübner ya había salido de Madrid.

En febrero de 1863, todo el trabajo realizado en España había tomado forma literaria y el volumen II del Corpus Inscriptionum Latinarum se encontraba listo para la imprenta. Aún pasarían seis años más para que viera la luz. Aquel mismo año de 1863, Hübner fue nombrado profesor auxiliar en Berlín, y al año siguiente (1864) contrajo matrimonio con María, hija del historiador Gustav Droysen. En esta etapa inmediatamente posterior a su primer viaje a España y Portugal, Hübner viajaría por Inglaterra (1866-1867) para preparar el volumen VII del Corpus Inscriptionum Latinarum.

En 1867, Emil Hübner fue nombrado académico honorario extranjero de la Real Academia de la Historia; compartiría aquel primer nombramiento con otras ilustres figuras de su tiempo (J. J. A. Worsaac, W. Henzen, Juan Bautista Rossi, Williams Sterling Maxwell, Pio Bonifacio Gams, Maurice Haupt, Daniel Haneberg y Dom Fray Bowh) y con el propio Theodor Mommsen; este último, en carta de 12 de octubre de 1868, daría las gracias por el honor recibido, recordando principalmente la magnífica acogida que unos años antes se le había dado a Emil Hübner en Madrid para la realización del volumen hispánico del Corpus Inscriptionum Latinarum; finalmente, en mayo de 1869, Hübner firmaba el prólogo para la impresión definitiva del volumen II del Corpus Inscriptionum Latinarum, que cerraba una etapa del trabajo y la vida de su autor, quien, pese a todo, había compatibilizado su tiempo con otros muchos quehaceres epigráficos.

En 1870, obtuvo la cátedra de Filología Clásica de la Universidad de Berlín, que ocuparía hasta su muerte. Los trabajos epigráficos se combinaron en estos años con la docencia y con la publicación de varios libros dedicados a las enseñanzas filológicas; es también la etapa en que apareció el volumen dedicado a las inscripciones de Britannia, y el período de su vida en que Hübner se multiplicó en toda suerte de revistas científicas con las últimas novedades sobre inscripciones de España y Portugal; aunque hacía años que había salido de Madrid, los muchos amigos españoles y portugueses le fueron surtiendo regularmente de noticias epigráficas.

Veinte años después de su primer viaje, en 1881, Hübner se encontraba de nuevo en España para recoger inscripciones. Los numerosos descubrimientos acaecidos en dos décadas obligaron a revisar parte de lo editado y a preparar un suplemento de la obra. Este segundo viaje fue mucho más selectivo, pues se trataba principalmente de comprobar los fondos del Museo Arqueológico Nacional, que había recibido una gran parte de los nuevos hallazgos, y de realizar viajes puntuales a diferentes lugares de la Península. Aquel año, además de Madrid, visitó lugares tan alejados como Galicia, Sevilla e Italica, Pamplona, Astorga y León, etc., e incluso llegó a Portugal.

Aunque las relaciones de Hübner con la Academia portuguesa no fueron las mejores en sus inicios, lo cierto es que en Portugal encontró también una gran colaboración e hizo grandes amigos. Estuvo por primera vez en el país en 1860, con ocasión de su primer viaje a la Península, y allí se contaban entre sus contactos Augusto Soromenho, el padre Gama Xaro, Pereira Caldas y otros. Desde agosto de 1879 trabó amistad con Martins Sarmento y en septiembre de 1881 visitó con él las ruinas de Briteiros y Sabroso, alojándose en su casa; en 1900 se sumó al homenaje que Guimarães tributaba a Martins Sarmento, ofreciendo la correspondencia entre ambos, oferta que cumpliría su hijo Rudolph Hübner en 1929. En 1933 todavía recordaba el epigrafista portugués Francisco Manuel Alves las reiteradas peticiones de calcos que le hacía en 1896 Hübner para confirmar la lectura de una inscripción de Bragança.

El anecdotario de este segundo viaje incluye una visita al Museo Arqueológico Nacional, donde Hübner pudo ver las esculturas del Cerro de los Santos, que habían sido objeto del estudio de Juan de Dios de la Rada. Junto a José Ramón Mélida, Juan Facundo Riaño y Juan de Dios de la Rada, paseó ante ellas y puso una etiqueta roja en las que consideraba falsas. El 14 de octubre de 1881 Hübner asistió de nuevo a una sesión ordinaria de la Real Academia de la Historia, como había hecho en 1861; pero la crónica académica de Pedro de Madrazo demuestra un cambio importante respecto al talante de la primera visita: el discurso de Hübner será casi institucional, glosando el progreso de los estudios históricos en España y las magníficas relaciones culturales entre España y Alemania; en nombre de la Academia le contestaría su amigo y colaborador Aureliano Fernández-Guerra; la crónica de aquel encuentro, en el que los asistentes quedaron impresionados por el magnífico castellano esgrimido por Hübner, muestra que el clima de colaboración, establecido veinte años antes, aún seguía vivo.

En junio de 1885 Hübner había terminado su Exempla scripturae epigraphicae Latinae a Caesaris dictatoris morte ad aetatem Iustiniani (Berlín, 1885). Una carta del día 29 de ese mes dirigida a la Real Academia de la Historia anunciaba ya su intención de retomar los estudios epigráficos sobre la Península Ibérica, al tiempo que los datos que remitía en nombre de Siret permitían saber que seguía en contacto con investigadores en España y que se mantenía al tanto de las novedades que se iban produciendo. Hübner anunciaba así el tercer viaje a España, pero éste no sería inminente, pues aún en marzo de 1886 se encontraba en Berlín.

En el verano de 1886 y por encargo de la Academia de Berlín, Emil Hübner llevó a cabo su tercer viaje por España en busca de inscripciones. En agosto estuvo en Baleares, donde procuró, sin éxito, ver las inscripciones de Cales Coves, el 4 de septiembre visitó Sagunto por segunda vez en su vida para realizar algunos calcos, el 21 de septiembre estaba de nuevo en Madrid, etc. El viaje incluyó una visita a Málaga y una estancia de varios días en Granada junto a Rodríguez de Berlanga, alojados ambos en la residencia que el marqués de Casa Loring tenía en la Alhambra. En esta ocasión no pasó a Portugal.

El cuarto y último viaje de Emil Hübner a España tuvo lugar en 1889. Entre sus destinos en esta ocasión se encontraban Sevilla y Tarragona. Aunque nunca volvió a España, mantuvo contactos frecuentes con la Real Academia de la Historia, a la que siguió enviando cartas con sus opiniones sobre inscripciones casi hasta el final de su vida.

Hübner fue uno de los hispanistas con mejores y más amplias relaciones en España; entre sus amigos y correspondiente hispanos, los que le ayudaron en sus viajes y le mantuvieron informado cuando estuvo fuera de España, se encuentran muchas de las grandes personalidades del humanismo de su tiempo: Antonio Delgado, Demetrio de los Ríos, Eduardo Saavedra, Pedro Ibarra Ruiz, Joaquín Costa, Ángel del Arco, Luis Jiménez de la Llave, Rodríguez de Berlanga, los Gómez-Moreno, Gabriel Llabrés, Manuel de Góngora, etc., pero sobre todo Aureliano Fernández- Guerra y Fidel Fita, que llevó en la Academia la voz de Hübner.

Una buena prueba de sus inmejorables relaciones en España es que Hübner fue una de las primeras personas en conocer el hallazgo de la Dama de Elche el 4 de agosto de 1897. Sólo cinco días después del hallazgo, Pedro Ibarra Ruiz ya le había enviado tres fotografías que permitirían al sabio alemán avanzar un trabajo sobre la escultura.

Además de su numerosa bibliografía en forma de monografías y artículos de revistas, hay que tener en cuenta que Emil Hübner redactó varias decenas de voces para la Realenciclopädie der classischen Altertumswissenschaft (“Carthago Nova”, “Emporiae”, etc.), y que fue además coeditor de la revista Hermes entre 1866 y 1881 y desde 1868 a 1872 de Archäologische Zeitung, en donde aparecieron muchos trabajos suyos, a los que habría que añadir las numerosas reseñas de libros españoles publicados en Deutsche Literaturzeitung.

Hübner causó un gran impacto en los medios intelectuales españoles de su tiempo, máxime si se tiene en cuenta que el monumental volumen del Corpus Inscriptionum Latinarum dedicado a España lo hizo con sólo veintiséis años de edad. Más de cien años después, sigue siendo un referente ineludible en los estudios epigráficos y el responsable de la dinamización de ellos en la España de finales del siglo xix, merced a los estímulos que contagió a la gente de su generación.

 

Obras de ~: Questiones onomasticae latinae, Bonn, 1854; Iscrizioni esistenti sui sedili di Teatri ed Anfiteatri antichi, Roma, 1857; De Senatus populique romani actis, Leipzig, 1859; “Epigraphische Reiseberichte aus Spanien und Portugal”, en Bullettino dell’Istituto di Correspondenza Archeologica (BICA), 1861, págs. 22-32; Epigraphische Reiseberichte aus Spanien und Portugal. Auszug aus den Monatsberichten der Königl. Akademie der Wissenschaften zu Berlin von 1860 und 1861, Berlin, c. 1861 (trad. de la parte portuguesa en Noticias archeologicas de Portugal, Lisboa 1871); “Statuen galläkischer Krieger in Portugal und Galicien”, en Archäologische Zeitung, 1861 (trad. en Noticias archeologicas de Portugal, Lisboa, 1871); Die antiken Bildwerke in Madrid, nebst einem Anhang enthaltend die übrigen antiken Bildwerke in Spanien und Portugal, Berlín, 1862; “Inschriften von Carmona, Trigueros und Franco, zwei spanische Inschriftensammler”, en Rheinischen Museum, 17 (1862), págs. 228-268; “Antichità di Portogallo”, en BICA, 1862; “Il ponte d’Alcantara”, en Annali dell’Instituto di correspondenza archeologica (AICA), 39 (1863), págs. 173-194; “Iscrizioni latine scoperti recentemente a Basilea, León de Spagna, é Bonna”, en AICA, 39 (1863); “Tarraco und seine Denkmäler”, en Hermes, 1 (1866), págs. 77 y ss.; Relief eines römischen Kriegers im Museum zu Berlin, Berlín, 1866; “Bericht über eine epigraphische Reise nach England Schotland und Ireland”, en Monatsberichten der Königl. Akademie der Wissenschaften zu Berlin, Berlín, 1867; Augustus, Marmorstatue des Berliner Museums, Berlín, 1868; Corpus Inscriptionum Latinarum, volumen secundum (CIL, II). Inscriptiones Hispaniae Latinae, Berlín, 1869; “Ein Decret des L. Aemilius Paulus” y “Ein Pactum Fiduciae”, en Hermes, 3 (1869), págs. 243-260 y págs. 283- 289, respect.; Inscriptiones Hispaniae Christianae, Berlín, 1871 (reed. 1975); “Additamenta ad Corporis vol. II”, en Ephemeris Epigraphica, 1 (1872); Bildniss einer Römerin, Marmorbüste des Brittischen Museums (die sogenannte Clytia), Berlín, 1873; Inscriptiones Britanniae latinae, Berlín, 1873 (= Corpus Inscriptionum Latinarum, VII); “Additamenta ad titulos hispanos”, en Ephemeris Epigraphica, 2 (1875); “Lex coloniae Iuliae Genetivae Urbanorum sive Ursonis data a.u.c. DCCX. Additamentum ad Corporis volumen II”, en Ephemeris Epigraphica, 2 (1875), págs. 105-152; Inscriptiones Britanniae Christianae, Berlín, 1876; Grundriss zu Vorlessungen über die Geschichte und Enzyklopädie der classischen Philologie, Berlín, 1876; Über mechanische Kopieen von Inschriften, Berlín, 1876; Grundriss zu Vorlessungen über die latinische Grammatik, Berlín, 1876; Römische Epigraphik, Berlín, 1876; “Situación de la antigua Norba”, en Boletín de la Real Academia de la Historia (BRAH), 1 (1877), págs. 88-97; “Inscriptio Arae romanae Lusitaniae orientalis”, en O Archeologo Portugues, 1877; “Additamenta ad Corporis volumen II” y “Tesserae gladiatoria”, en Ephemeris Epigraphica, 3 (1877), págs. 31-52; con Th. Mommsen, “Legis coloniae Iuliae Genetivae Urbanorum sive Ursonis datae a.u.c. DCCX. Fragmenta nova. Additamentum ad corporis vol. II” y “Lex Metalli Vipascensis”, en Ephemeris Epigraphica, 3 (1877), págs. 87-112 y págs. 165-189, respect.; Grundriss zu Vorlessungen über die römische Literatur Geschichte, Berlín, 1878; “Citânia, Alterthümer in Portugal”, en Hermes, 15 (1880), págs. 49-91 y 597-604; Observações à Citânia do Sr. Doutor Emilio Hübner, Guimarães, 1880; “Additamenta ad Corporis vol. II”, en Ephemeris Epigraphica, 4 (1881); “Das römische Heer in Britannien”, en Hermes, 16 (1881), págs. 513-584; Grundriss zu Vorlessungen über die griechische Syntax, Berlín, 1883; Exempla scripturae epigraphicae Latinae a Caesaris dictatoris morte ad aetatem Iustiniani (Auctarium Corporis Inscriptionum Latinarum), Berlín, 1885; Neueste Studien über den römischen Grenzwall in Deutschland, Bonn, 1885; “Neue Gladiatoren Tesseren”, en Monatsberichten der Königl. Akademie der Wissenschaften zu Berlin, Berlín, 1886; “Inscripción romana de Argavieso. Poetas españoles del primer siglo”, en BRAH, 8 (1886), págs. 311-315; “Inscripción histórica de Sagunto, anterior a la época del Imperio Romano”, en BRAH, 9 (1886), págs. 260-263; La Arqueología de España, Barcelona, 1888; “Inscripción histórica de Hasta Regia” y “Monumentos epigráficos de las islas Baleares”, en BRAH, 13 (1888), págs. 17-25 y págs. 465-477, respect.; “Die Bildwerke des Grabmals der Julier in Saint-Remy”, en Archäologische Anzeiger, 3 (1888), fasc. 1; “The Roman Inscriptions of Deva”, en Journal of Chester archaeological and historic society, 3 (1888-1890); “Aes Italicense”, en Ephemeris Epigraphica, 7 (1890); Römische Herrschaft in WestEuropa, Berlín, 1890; Corpus Inscriptionum Latinarum, voluminis secundi supplementum. Inscriptionum Hispaniae Latinarum supplementum, Berlín, 1892; Monumenta Linguae Ibericae, Berlín, 1893; “Bronces epigráficos de Clunia y de Bilbilis”, en BRAH, 24 (1894), págs. 177-179; con P. Paris, “Inscriptions latines d’Espagne”, en Revue des Universités du Midi, 2 (1896), págs. 393-398; “Nuevos estudios sobre el antiguo idioma ibérico”, en Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos (RABM), 1 (1897), págs. 241- 246; “Die Büste von Ilici”, en Jahrbuch des kaiselich Deutschen Archäologischen Instituts, 13 (1898), págs. 114-134; “Die Nordwest- und die Südwestspitze von Hispanien”, en Kiepert- Festschr, Berlín, 1898, págs. 37-44; “Additamenta nova ad Corporis volumen II”, en Ephemeris Epigraphica, 8 (1898), págs. 351-479; “Epistula scripta in latere nondum cocto et nuper inventa in Hispania cum commentario Aemilii Hübner” y “Nouvelle inscription métrique, du viii siècle, trouvée à Oviedo”, en Revue des Études Anciennes (REA), 1 (1899), págs. 253-256 y págs. 321-324, respect.; “Sitzungsberichte der archäologischen Gessellschaft zu Berlín”, en Archäologische Anzeiger, 14 (1899), págs. 197-202; “Los más antiguos poetas de la península”, en VV. AA., Estudios de erudición española. Homenaje a Menéndez Pelayo en el año vigésimo de su profesorado, pról. de J. Valera, vol. II, Madrid, Librería General de Victoriano Suárez, 1899, págs. 341-365; “Inscripción cristiana de Entrambasaguas (Teruel) (segunda nota)”, en RABM, 3 (1899), págs. 440-441; “Nuevas fuentes para la geografía antigua de España”, en BRAH, 34 (1899), págs. 465-503; Inscriptiones Hispaniae christianae. Supplementum, Berlín, 1900; “Nuevas observaciones sobre la geografía antigua de España”, en BRAH, 36 (1900), págs. 402-408; “Inscriptions latines de Rome conservées en Espagne” y “Nouvelles inscriptions latines d’Emerita Augusta en Espagne”, en REA, 2 (1900), págs. 237- 244 y págs. 145-149, respect.; “Objetos del comercio fenicio encontrados en Andalucía”, en RABM, 4 (1900), págs. 338- 351; “Cáceres en tiempos de los romanos”, en Revista de Extremadura, 3 (mayo de 1899), págs. 145-156; “Inscripciones romanas sepulcrales de Ibahernando”, en Revista de Extremadura, 10 (abril de 1900), págs. 145-152; “Additamenta nova ad Corporis volumen II”, en Ephemeris Epigraphica, 9 (1903), págs. 12-185.

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Juan Manuel Abascal Palazón