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Alessandro Cesare Scaglia di Verrua

Biografía

Scaglia di Verrua, Alessandro Cesare. Turín (Italia), 1592 – Amberes (Bélgica), 1641. Abad de Staffarda y Mancanice, diplomático.

Alessandro Cesare Scaglia era el segundo hijo de Filiberto, conde de Verrua y marqués de Calussi. Sucedió a su padre, muerto en París en 1619, como embajador del duque Carlos Manuel I de Saboya, y luego estuvo al servicio del hijo de éste, Víctor Amadeo I. De 1614 a 1623 fue embajador en Roma, y de 1625 a 1627 en París. Jugó un importante papel en las negociaciones de paz entre Inglaterra y España, misión que le puso en contacto con Pedro Pablo Rubens y provocó su primera visita a España, ampliada a Inglaterra y los Países Bajos meridionales. Consiguió limar asperezas entre el duque de Saboya y el rey católico, pues Madrid y Turín se aliaron para disputar el Monferrato al duque de Nevers. El éxito de Scaglia en la Paz de Londres de 1630 quedó empañado por el Tratado de Cherasco entre Víctor Amadeo I y el rey Luis XIII de Francia (1631), circunstancia que dejó aislado al abad por las opiniones antifrancesas que aquél tanto aireó en sus negociaciones. En 1631 inició conversaciones con Madrid por las que abandonó el servicio de la casa de Saboya, fijando en 1632 su residencia en Bruselas. Quedó desde entonces al servicio del Rey de España, y más cercanamente de su valido el conde duque de Olivares.

Su actuación en Flandes bajo el amparo español puede dividirse en dos facetas: asuntos internos y externos. En cuestiones domésticas, Olivares requirió al abad Scaglia para representar a los intereses de Madrid en la pequeña Corte de María de Médicis, trasladada a Bruselas con su hijo Gaston de Orleans en 1631. Un señalado servicio fue luego el descubrimiento de los principales componentes de la Conspiración de los Nobles de 1632, que permitió a Madrid cortar de raíz cualquier veleidad secesionista de las elites flamencas. En asuntos exteriores, Scaglia dedicó la mayor parte de sus esfuerzos a mantener contactos con la Corte de Londres aprovechando su amistad con el duque de Buckingham, a propiciar un entendimiento con Saboya que la separase de su aliado francés, y a sugerir actuaciones contra Richelieu. En este sentido, fue un instrumento de la determinación española de llevar la guerra a territorio galo, quedando encargado de evaluar una serie de planes de invasión del vecino Reino. Incluso reconociendo la parte de responsabilidad que le cupo a Scaglia en la decisión española de atacar a Francia aún a costa de desguarnecer el frente holandés, no puede olvidarse que el abad obedecía meramente al encargo de Olivares; además, la prioridad francesa no resultaba una elección estratégica nueva, pues ya fue tomada por Felipe II en las postrimerías de su reinado.

Resultó de todas estas negociaciones una larga serie de avisos o informes que Scaglia fue mandando a Madrid y donde se trasluce el ambiente que reinaba en los Países Bajos meridionales sobre la política gubernamental, la guerra, o las relaciones con los países vecinos, lo que hace de tales informes un material histórico de primer orden para conocer aquella turbulenta época.

Sin embargo, en 1637 el abad parece haber perdido el favor del rey Felipe IV y se retiró al Convento de los Recoletos, o Hermanos Menores, en Amberes; no obstante, siguió enviando memoriales e informes a Madrid, que de hecho no suspendió su asignación pecuniaria hasta 1639. Tras su muerte, ocurrida por mayo de 1641, fue inhumado en la iglesia conventual.

Fue hecho abad de Staffarda (cerca de Saluzzo, en el Piamonte) en 1615; para 1629 Felipe IV le hizo abad de Mandanice, en Sicilia. Aparte de su actividad diplomática, fue un gran amante de la pintura y llegó a poseer una rica colección de cuadros, de entre los que destacan cinco pintados por su amigo Anton van Dyck, quien además le retrató en diversas ocasiones.

 

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Miguel Ángel Echevarría Bacigalupe