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Gabriel Fernández Molinillo

Biografía

Fernández Molinillo, Gabriel. Brunete (Madrid), 4.VIII.1691 – México, 6.IV.1760. Coronel de Caballería de los Reales Ejércitos y segundo superintendente de la Casa de la Moneda de México.

Sus padres fueron Gabriel Fernández Molinillo y María García del Moral, ambos de Brunete, de familias de hidalgos notorios. Siguió la carrera de las armas y, en 1712, el Rey aprobó el nombramiento de subteniente de la compañía coronela del Regimiento de Sicilia que le había otorgado el marqués de los Balbases.

Junto a su hermano Francisco Fernández Molinillo, secretario del virrey Casafuerte, formó parte del grupo de personas de confianza que le acompañaron en 1722 al virreinato novohispano. Casafuerte lo nombró capitán de la compañía de Caballería de la guardia del Palacio Real, y estuvo a su disposición en los casos graves que se presentaron. Fue con cincuenta soldados de su compañía a Veracruz a conducir a la cárcel de México a un grupo de soldados dragones que se habían amotinado (1723), afianzando de este modo la autoridad del virrey. También estuvo alerta para ir a Jalapa y luego a Veracruz si se hubiera confirmado la sospecha de que la armada del vicealmirante inglés Hosier pretendía (1727) bombardear esa plaza y el castillo de San Juan de Ulúa. El virrey lo incluyó en su testamento dejándole una venera de oro. Llegaría a distinguírsele con la dignidad de caballero de la Orden de Santiago (1734).

En dicho puesto cesó cuando, gobernando Vizarrón, se le designó juez superintendente de la Casa de la Moneda de esa capital (19 de junio de 1738) con un salario de 6.000 pesos anuales y vivienda. El Rey le concedió a la vez el cargo de ministro de Capa y Espada en el Consejo de Indias para cuando regresara a España.

Durante su gestión como superintendente se hicieron obras de reparación en el edificio por grietas, infiltraciones y los efectos de varios movimientos sísmicos y se acuñaron monedas con nuevos troqueles para estrecharlas, según órdenes de 1733. Se preocupó de que se evitara la introducción de monedas falsas en las cajas de ese territorio y en los caudales que se habían enviado últimamente a España de las monedas labradas en esa casa. Al morir Felipe V (1746) hubo de grabarse las monedas con el nombre de su hijo y sucesor Fernando VI.

Importantes fueron las nuevas ordenanzas que elaboró (1748) para el gobierno de la ceca mexicana encomendadas desde la metrópoli primero a su antecesor, Fernández de Veitia (1735-1738) y después (1745) al mismo Fernández Molinillo, basadas en las expedidas desde Cazalla (Sevilla) en 1730. De los 103 puntos que contenían, puso especial atención en precisar el descuento que habría de practicarse en concepto de afinación a los dueños de las platas. Examinadas por el Consejo y el marqués de la Ensenada y habiéndose incluido algunas modificaciones en dos de sus capítulos, Fernando VI mandó que se imprimieran efectuándose su publicación en 1751. A Fernández Molinillo se le facultó para nombrar capellán de dicha ceca. Esas ordenanzas se enviarían también a la Casa de Moneda del Perú. Con anterioridad, Fernández Molinillo se había encargado de que se despacharan a la ceca limeña una lista de materiales para las distintas oficinas (fundición, talla, balanza), a fin de modernizarla.

Formó parte de la Junta que había convocado el virrey Revillagigedo para la formación de la Compañía General de Minas en Nueva España (1750). Al año siguiente se le concedió su retiro y jubilación con la mitad del sueldo que gozaba, ocupando su puesto en la superintendencia de la Casa Pedro Núñez de Villavicencio.

Estuvo casado con Andrea González de Arnáez, fallecida en México en 1743. Más tarde, elegiría la vida eclesiástica. Murió siendo clérigo presbítero.

 

Fuentes y bibl.: Archivo Histórico Nacional, Estado, 830; Órdenes Militares, Santiago, 2987; Archivo General de Indias (Sevilla), México, 509, 751, 1119 y 1657.

F. X. Gamboa, Comentarios a las Ordenanzas de minas, Madrid, Oficina de Joaquín Ibarra, 1761; F. de Fonseca y C. de Urrutia, Historia general de la Real Hacienda, t. I, México, Vicente G. Torres, 1845; N. León, Bibliografía mexicana del siglo xviii, t. II, México, 1903; L. Alamán, Disertaciones sobre la historia de la República mexicana, t. III, México, Jus, 1942; L. Martínez Cosío, Los caballeros de las órdenes militares en México, México, Santiago, 1946; E. Sarrablo Aguareles, El conde de Fuenclara embajador y virrey de Nueva España (1687- 1752), t. II, Sevilla, Escuela de Estudios Hispano-Americanos (EEHA), 1966; R. Moreno, “Las instituciones de la industria minera novohispana”, en La minería en México. Estudios sobre su desarrollo histórico, México, Universidad Autónoma (UNAM), 1978, págs. 69-164; V. Soria Murillo, La Casa de la Moneda de México bajo la administración borbónica (1733-1821), México, Universidad Autónoma Metropolitana, 1994; G. Anes y Álvarez de Castrillón y G. Céspedes del Castillo (dirs.), Las casas de moneda en los reinos de Indias, vol. II, Madrid, Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, 1997; P. González Gutiérrez, Creación de Casas de Moneda en Nueva España, Alcalá de Henares (Madrid), Servicios de Publicaciones de la Universidad, 1997; A. Baeza Martín, “El virrey Casafuerte y el motín de los dragones de Veracruz en 1723”, en VV. AA., Actas del VII Congreso Internacional de Historia de América, t. II, Zaragoza, 1998, págs. 907-932; A. del Valle Menéndez, Juan Francisco de Güemes y Horcasitas primer conde de Revillagigedo virrey de México. Historia de un soldado (1681-1766), Santander, Librería Estudio, 1998; M. Bertrand, Grandeur et misères de l’office. Les officiers de finances de Nouvelle-Espagne (xviie-xviiie siècles), Paris, Publications de la Sorbonne, 1999; A. Baeza Martín, El marqués de Casafuerte, virrey de Nueva España, 1722-1734, Sevilla, 2001 (inéd.).

 

Ascensión Baeza Martín