Torres Asensio, Joaquín. Teruel, 1837 – Madrid, 1915. Canonista, fiscal del Tribunal de la Rota, teólogo.
Nació en Teruel en 1837. Hizo los estudios eclesiásticos en el Seminario diocesano de Teruel y después fue profesor del mismo. Poco tiempo después de su ordenación sacerdotal, en 1864 opositó dos veces a canonjías vacantes en la catedral metropolitana de Valencia, la primera fue la magistral, vacante por el nombramiento de su titular, José Luis Montagut Rubio, para obispo de Oviedo, en la que era el más joven de los dieciocho contrincantes que se presentaron a los ejercicios, pero no pudo conseguir ni un solo voto del Cabildo. La segunda fue la de penitenciario, vacante también por nombramiento de obispo de Badajoz de su titular, Joaquín Hernández Herrero; esta vez opositó frente a quince aspirantes y con el mismo resultado de los ejercicios anteriores, es decir, sin haber podido obtener voto alguno del Cabildo. Sin embargo, ya sólo estos datos son indicativos de su personalidad y valía intelectual, pues en aquellos años opositar a una canonjía en una metropolitana suponía enfrentarse a sacerdote mayores, más preparados y con mayores méritos y experiencia.
En 1869 fue nombrado por el beato Pío IX consultor teólogo del Concilio Vaticano I. En 1877 fundó la Asociación caritativa y patriótica de Señoras, bajo el patrocinio de Nuestra Señora del Pilar, para la cual solicitó la aprobación de la Santa Sede.
En 1878 fue nombrado dignidad de chantre de la catedral de Granada; posteriormente fue canónigo lectoral del recién creado Cabildo catedralicio de Madrid y en 1894 obtuvo la prebenda de chantre en la misma catedral. También fue provisor y vicario general de la diócesis de Madrid-Alcalá, hasta que en 1896 fue nombrado fiscal del Tribunal de la Rota de la Nunciatura Apostólica. También fue capellán de Nuestra Señora la Real de la Almudena. Estuvo considerado como uno de los miembros más prestigiosos del Cabildo matritense, lleno de méritos por su adhesión a la Santa Sede y por sus colaboraciones con la nunciatura. Se le quiso hacer pasar por integrista cuando los defensores de esta ideología política se enfrentaban polémicamente con los liberales por cuestiones dinásticas; pero no se pudo citar nada en apoyo de esta afirmación, difundida por ciertos sacerdotes que le eran hostiles.
La reina regente María Cristina de Habsburgo lo escogió para preceptor de sus hijas, las infantas. Fue nombrado prelado doméstico de Su Santidad y se distinguió como escritor y polemista en periódicos, revistas y en algunos folletos y libros en los que afrontó los más variados temas de la actualidad político-religiosa. Para ello usó con frecuencia seudónimos, como el de “un católico a secas”, en una serie de cartas sobre las relaciones de los católicos con el liberalismo, que fueron saliendo desde el día primero del siglo XX en
Obras de ~: El derecho a defenderse que tienen los católicos: o sea la guerra explicada con arreglo a la moral cristiana, Madrid, Imprenta de
Bibl.: V. Cárcel Ortí, León XIII y los católicos españoles. Informes vaticanos sobre
Vicente Cárcel Ortí
