Auxachs e Iglesias, Mateo. Tortosa (Tarragona), 8.V.1822 – 10.VII.1898. Sacerdote, benefactor.
Mateo Auxachs cursó, en el seminario de su ciudad natal, tres años de filosofía, cuatro de teología escolástica y dos de moral “ganando buenas censuras por su aprovechamiento en los estudios”.
Ordenado sacerdote, obtuvo por oposición la parroquia de Prat de Compte (Tarragona) en 1846, hasta que en 1849 consiguió por concurso el curato vacante de Peñíscola (Castellón). Con fecha 22 de enero de 1858 fue designado por la reina Isabel II para ocupar la vacante de la parroquia de Batea (Tarragona), pero renunció a ella. En julio de 1863, mediante concurso, obtuvo la parroquia de Mora de Ebro (Tarragona). Como párroco-prior de Mora de Ebro estuvo desde 1863 hasta finales de julio de 1878, en cuya fecha, dado el cariz de los acontecimientos políticos, presentó la renuncia del cargo, que le fue admitida.
Con fecha 24 de marzo de 1879 Benito Vilamitjana, obispo de Tortosa, extendió un certificado sobre Mateo Auxachs, en donde pone de manifiesto su trayectoria y cualidades. Dice textualmente: “[...] es eclesiástico de buena vida, fama y costumbres, celoso y laborioso”. Falleció en Tortosa el 10 de julio de 1898.
Mateo Auxachs estrechó lazos de amistad con sor Filomena Ferrer, Enrique de Ossó, mosén Sol y madre María Rosa Molas. Fundadores los tres últimos y en los altares.
Sor Filomena de Santa Coloma, la Venerable, era natural de Mora de Ebro y ello fue causa de que el párroco-prior se interesara por la vida extraordinaria de la Mínima de Valls y fuera un animador de este movimiento.
Mateo Auxachs fue amigo de Enrique de Ossó, colaborador entusiasta en la fundación de las Carmelitas Descalzas y de la Compañía de Santa Teresa en Tortosa, confesor y capellán de aquéllas y administrador de las limosnas con que se edificó el Colegio de la Compañía, hasta el momento en que denuncia esta segunda construcción. Lástima que la amistad de Auxachs se torne en litigio a causa de la cuestión jurídica del monasterio de las Carmelitas Descalzas de Jesús, ensombreciendo su figura.
Mateo Auxachs admiró siempre a la madre María Rosa Molas y fue un gran bienhechor de las Hermanas de Nuestra Señora de la Consolación. El obispo Vilamitjana le encomendó la instalación de las Hermanas de la Consolación en Mora de Ebro, para que fuesen conocidas por el Campo de Tarragona. A Mateo Auxachs se debe uno de los testimonios más completos sobre Santa María Rosa Molas, fundadora de las Hermanas de Nuestra Señora de la Consolación.
Fuentes y bibl.: Archivo Episcopal de Tortosa, Registro de los Títulos, Letras, Testimoniales y Comendaticias, fols. 64s. y 159; Boletín Eclesiástico del Obispado de Tortosa, Tortosa, Obispado, 1858, pág. 12; año 1860, pág. 77; año 1864, pág. 14; año 1866, pág. 15; año 1870, pág. 15; A. Bellantonio, “Cueste lo que cueste”, en Historia de la vida y escritos de la venerable sierva de Dios Sor Filomena de Santa Coloma, Barcelona, Convento de Religiosas Mínimas, 1977, págs. 232 y 333; T. Álvarez, “Crisol del alma. Pleito en Tortosa”, en Mano de oro, Burgos, Editorial Monte Carmelo, 1979, pág. 279; M.ª E. Casaus Cascán, Historia de las Hermanas de Nuestra Señora de la Consolación, I, María Rosa Molas, dimensión humana, Madrid, Vocal, Artes Gráficas, 1985, págs. 548-551.
María Esperanza Casaus Cascán