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Antonio Jiménez de Urrea y Enríquez

Biografía

Jiménez de Urrea y Enríquez, Antonio. Marqués de Almonacir (I). ?, f. s. xvi – m. s. xvii. Virrey y capitán general de Cerdeña.

Felipe IV le nombró lugarteniente y capitán general del reino de Cerdeña el 30 de enero de 1632. Comenzó su virreinato tratando de proteger a la isla de cualquier intento de piratería o de incursión enemiga.

Para ello contó con la ayuda de tres galeras genovesas que vigilarían la costa sarda. Además, repartió armas a los ciudadanos y restauró de nuevo los bastiones de Cagliari.

En 1635 Antonio fue reelegido virrey por otro trienio.

En abril de ese mismo año el virrey mostraba ante el Consejo dos cartas; una del virrey de Nápoles, el conde de Monterrey, y otra del marqués de Santa Cruz, en las que se pedían provisiones. El virrey estaba determinado a prestarles la ayuda, sin embargo, el Consejo se la negó debido al mal estado de la tesorería y, acto seguido, se mandó al Rey un informe con el lamentable estado de la isla y la imposibilidad de acometer gastos extraordinarios.

Todavía empeoró más esta situación cuando se informó a la isla de una invasión francesa inesperada. El Rey, al ver la falta de dinero, mandó que los negociantes de la isla prestasen dinero al gobierno, concediéndoles en compensación la extracción franca de una proporcionada cantidad de trigo. Además se atendió a la mejora defensiva de las principales plazas y se recibieron armas y pólvora de Génova.

Hasta febrero de 1637 no se hizo efectivo el ataque de la armada francesa. Llegaron por el golfo de Oristano un total de cuarenta y siete naves, que saquearon la ciudad de Oristano sin resistencia alguna.

Los franceses no continuaron su ataque, debido a la ofensiva de la caballería sarda y de soldados enviados de Nápoles, Génova y Milán. De nuevo, en diciembre de 1637 se avisaba de otro desembarco francés por el norte, en el golfo de Asinara, ocupando Trabucado y con la intención de avanzar hasta saquear la ciudad de Alghero. Saqueo que se evitó por el envío de soldados sardos y de otras compañías. Ésta fue la última actuación del virrey Jiménez de Urrea, quien renunció a su cargo y volvió a España, dejando en su lugar al regente Diego de Aragall.

 

Bibl.: G. Pillito, Memorie tratte dall’Archivio di stato in Cagliari riguardanti I regi rappresentanti che sotto diversi titoli governarono l’Isola di Sardegna dal 1610-1720, Cagliari, Tipografia del commercio, 1874; J. Mateu Ibars, Los virreyes de Cerdeña: fuentes para su estudio, t. II, Verona, Padova- CEDAM, 1968; F. Loddo Canepa, La Sardegna dal 1478 al 1793, t. I. Sassari, Gallizzi, 1974.

 

Esther Jiménez Pablo

 

 

Relación con otros personajes del DBE