Aragall, Diego de. Cagliari (Cerdeña, Italia), 1604 – 1.VIII.1646. Virrey interino de Cerdeña y gobernador de Cagliari y Gallura.
Diego de Aragall y Cervelló fue hijo del también regente Jaime de Aragall y de María de Cervelló. Perteneció, al igual que su padre, a la Orden de Santiago.
Fue nombrado gobernador de Cagliari y Gallura y regentó el cargo de virrey en cinco ocasiones; la primera a la muerte del virrey Juan Vives de Canyamás en 1625. Durante esta regencia, que duró un año, presidió el Consejo patrimonial celebrado el 31 de octubre de 1625. En diciembre de ese mismo año, el virrey Aragall comunicaba al Consejo una carta del rey Felipe IV en la que le mandaba estar en guardia y aprovisionar a la armada real en caso de que la flota inglesa atacase la isla. Para este cometido la ciudad de Cagliari ofreció un donativo extraordinario de 57.600 liras italianas.
Su segunda regencia fue a la muerte del virrey Jerónimo Pimentel el 15 de abril de 1531, hasta que a finales de junio llegó el obispo de Alghero, Gaspar Prieto, nombrado nuevo virrey. Desde el 12 de septiembre de 1633, el Monarca nombró oficialmente presidente del reino a Diego de Aragall, siempre que faltase el virrey. La tercera regencia llegó en 1637, cuando el marqués de Almonacir y virrey de Cerdeña, Antonio Jiménez de Urrea, dejó el cargo. En este período convocó una Junta Patrimonial el 17 de septiembre de 1638, en la que dispuso una reestructuración del cuadro dirigente de la milicia sarda. De esta manera nombró cuatro capitanes de infantería y cuatro de caballería, eligió al caballero Gregorio Otger como “comisario general de artillería y superintendente de las fortificaciones y obras reales de la isla”, a Bartolomé Secchi como “sargento mayor de la ciudad y plaza de Alghero”, y a Pablo de Castelví como “maestre de campo del regimiento de infantería”. Dio diversas patentes a alféreces, alcaldes y artilleros. Y se aprobó la propuesta del Parlamento para formar una escuadra sarda que sirviese sólo para defender el reino de los corsarios. Al mismo tiempo que el virrey Aragall ponía en marcha esta estrategia defensiva de la isla, Richelieu pretendía hacer de Cerdeña un asiento, desde el punto de vista político, para la Monarquía francesa, por lo que el 21 de febrero de 1637 la flota francesa, dirigida por el conde de Harcourt, aparecía frente a Oristano y tras un corto enfrentamiento con la milicia sarda, acabaron por retirarse las tropas francesas.
El 20 de marzo de 1638, llegaba el nuevo virrey, Juan Andrea Doria, príncipe de Melfi. A la muerte de este virrey, en 1640, Diego de Aragall prestó juramento el 30 de mayo, con lo que se iniciaba así su cuarta regencia. Para entonces llegó a la isla un nuevo aviso de incursión francesa, por lo que se preparó un plan de defensa en las ciudades del noroeste, frenado poco tiempo después por el Monarca, quien, el 11 de enero de 1641, escribía una carta al virrey Aragall, notificándole el alejamiento de la flota francesa. Éste fue uno de los últimos actos de Diego de Aragall, ya que el 10 de marzo de 1641 llegaba a Cerdeña el nuevo virrey, Fabricio Doria, duque de Avellano.
La última regencia de Diego de Aragall data de finales de 1644, a la muerte del virrey Doria. Ante las nuevas sospechas de un ataque de la flota francesa, pues fue vista cercana a la isla sarda de La Magdalena, se decidió reunir Consejo el 11 de enero de 1645.
En él se evidenció la pésima situación económica que atravesaba el reino por la escasez de fondos. En medio de esta situación de peligro y pobreza, fue nombrado el nuevo virrey, Luis Guillem de Moncada.
Bibl.: G. Pillito, Memorie tratte dall’Archivio di stato in Cagliari riguardanti I regi rappresentanti che sotto diversi titoli governarono l’Isola di Sardegna dal 1610-1720, Cagliari, Tipografia Nazionale, 1874; J. Mateu Ibars, Los virreyes de Cerdeña: fuentes para su estudio, vol. II, Verona, Padova, Cedam- Casa Editrice Dott. Antonio Milani, 1968; F. Loddo Canepa, La Sardegna dal 1478 al 1793, vol. I, Sassari, Gallizzi, 1974.
Esther Jiménez Pablo
