Brunet y Prat, José Manuel. San Sebastián (Guipúzcoa), 13.VII.1806 – 4.VIII.1892. Alcalde de San Sebastián, senador, agente consular de Estados Unidos, vicecónsul de Gran Bretaña, banquero, comerciante e industrial.
José Manuel fue el hijo mayor de José Brunet Segura, natural de Copons (Barcelona), y de Ramona Josefa Prat, natural de Prats del Rey (Barcelona). José Brunet se trasladó a finales del siglo XVIII a San Sebastián, donde abrió una casa dedicada al tráfico de coloniales que llegaban al puerto donostiarra y a las actividades bancarias, junto con su hermano Francisco, bajo la razón social José y Francisco Brunet.
José Brunet Segura cuidó de que su primogénito contara con la preparación adecuada para continuar los negocios mercantiles y de banca que él mismo había iniciado. Además de los conocimientos en el arte de la administración que logró José Manuel, fue enviado a Francia e Inglaterra, donde adquirió el dominio de ambas lenguas. Tras su estancia inglesa, en 1824 se incorporó al negocio familiar. Una vez fallecido su tío Francisco, uno de los fundadores de la casa mercantil y de banca, y habiéndose retirado de la vida activa su padre José por razones de edad, en 1840 asumió José Manuel la dirección del negocio, acompañado de sus hermanos y primos. Para entonces la sociedad de los Brunet contaba con embarcaciones propias que hacían sus viajes a América y Filipinas, dedicándose al comercio de coloniales. Además del comercio ultramarino, fueron regulares sus intercambios con puertos europeos. Asimismo, la banca de los Brunet fue corresponsal en San Sebastián, del Banco Nacional de San Carlos y, desde 1829, del Español de San Fernando.
Tras la Primera Guerra Carlista, en 1841 fueron trasladadas las aduanas interiores de las llamadas “provincias exentas” a la frontera, lo que para Guipúzcoa supuso que sus productos tenían asegurado el acceso directo al mercado interior peninsular. Casi inmediatamente, la actividad económica de José Manuel Brunet se dirigió al sector manufacturero, aunque sin abandonar el negocio de banca, convirtiéndose así en el iniciador de la revolución industrial en Guipúzcoa.
Gracias a su iniciativa, el 30 de junio de 1841 se escrituró la fábrica de papel continuo La Esperanza, con sede en Tolosa (Guipúzcoa), pionera dentro del sector papelero. Para su constitución, Brunet contó con la participación de otros socios, como fueron Ramón Guardamino (veintiocho por ciento del capital), Juan Tantonat (doce por ciento), Juan Conte Gran Champ (doce por ciento) y Julio Larion (ocho por ciento). La participación de Brunet, del cuarenta por ciento, le mantuvo al frente de la empresa. Sin embargo, la falta de consenso en algunos aspectos que requerían la mayoría del capital y la baja causada por algunos de los socios llevaron a José Manuel a hacerse con la totalidad de la empresa en 1850.
En 1845, de nuevo José Manuel, y en nombre de la casa-banca José y Francisco Brunet, iniciaba otra aventura industrial, en este caso en el sector textil. En ese año se constituyó la Fábrica de Hilados y Tejidos de Algodón, al tiempo que se iniciaban las obras de construcción de la planta industrial en la localidad guipuzcoana de Lasarte-Oria. En esta ocasión los Brunet fueron los únicos socios, dada la experiencia negativa que habían tenido con la papelera. Tres años más tarde, la fábrica comenzaba a funcionar. A partir de entonces, esta empresa textil ocupó el mayor interés industrial de José Manuel y del negocio familiar, hasta el punto de que, en 1863, vendió la fábrica de papel para dedicarse de lleno a la algodonera.
El deseo de José Manuel de contar con una fábrica moderna, le llevó a introducir cuantas novedades fueran necesarias. En la planta de Lasarte-Oria instaló un gasómetro, lo que suponía algo nuevo en la industria española; un ascensor, elemento poco común en la época, y otros artilugios que convirtieron a la Fábrica de Hilados en una empresa moderna. Sus descendientes conservaron el espíritu innovador del fundador e instalaron la primera línea telefónica que comunicaba la banca Brunet con la fábrica textil, una vez fundada la Compañía Telefónica de San Sebastián, a comienzos del siglo xx.
También en esta empresa se pusieron de manifiesto otros aspectos que definen el carácter de José Manuel Brunet como empresario, ya que introdujo nuevas formas de organización del trabajo, además de llevar a cabo la construcción de ciento cuarenta viviendas destinadas al personal de la fábrica, y de abrir un economato de consumo y escuelas para que pudieran acudir los hijos de los trabajadores.
Además de estas iniciativas empresariales, la casa Brunet, de la mano de su principal socio y director, José Manuel, participó en otros proyectos cuya relación refleja la actividad del personaje a lo largo de su dilatada vida. En 1845 fue uno de los impulsores de la empresa de la nueva carretera de San Sebastián, cuyo objetivo era mejorar la comunicación de la ciudad con el interior. En 1858 formó sociedad con Fermín Lasala (futuro duque de Mandas, con quien mantuvo una estrecha relación de negocios y de amistad hasta el final de sus días) y con el ingeniero Eduardo Fossey, para la fabricación de máquinas de vapor, turbinas, prensas hidráulicas, etc. En 1862 fue promotor de la empresa del alumbrado de gas de San Sebastián, destinada al suministro de gas y electricidad para el alumbrado público y privado de la capital donostiarra.
En ese mismo año, se sumó como accionista al Banco de San Sebastián. Cuatro años más tarde, en 1866, participó en la constitución de la Compañía del Tranvía de San Sebastián. En 1872, la casa Brunet adquirió unas instalaciones en el barrio donostiarra de El Antiguo, destinadas a la fabricación de vidrio.
Aún en 1881, José Manuel Brunet fue impulsor del Casino de San Sebastián, cuya presidencia ocupó una vez inaugurado en 1887.
Al igual que su progenitor, José Manuel participó activamente en la vida política de la ciudad y de sus instituciones más representativas. De talante marcadamente liberal y cuando apenas contaba veinticuatro años, ya formaba parte del gobierno municipal como teniente de alcalde. Tres años más tarde, al estallar la Guerra Carlista, se alistó en la Milicia Nacional como comandante del Batallón Donostiarra en apoyo de la causa liberal. El 1834 fue regidor del municipio, y alcalde, entre 1838 y 1841. Además, fue elegido senador real por la provincia de Guipúzcoa.
Desde el punto de vista familiar, José Manuel se casó en 1829 con Manuela Bermingham, hija de ilustres comerciantes de origen irlandés, matrimonio del que nacieron seis hijos. De esta manera se afianzaba, a través del lazo matrimonial, la alianza entre distinguidas familias de comerciantes residentes en San Sebastián durante la primera mitad del xix. Incluso esta política de alianzas matrimoniales, que emparentaba ilustres miembros de la burguesía donostiarra, se repitió en el caso de los hermanos de José Manuel y en el de sus propios descendientes.
A lo largo de sus sesenta y ocho años de trabajo en la casa Brunet, desde su incorporación en agosto de 1824 hasta su fallecimiento en el mismo mes de 1892, José Manuel Brunet afianzó el carácter marcadamente familiar de aquella empresa. Antes de su fallecimiento ya había incorporado al negocio familiar no sólo a sus hermanos, hijos y sobrinos, sino también a alguno de sus nietos. Para ello se ocupó directamente de que adquirieran la formación adecuada, bien de carácter técnico o bien administrativo, como exigían los negocios industriales o bancarios. Su labor fue distinguida con la Gran Cruz de Carlos III.
Fuentes y bibl.: Archivo Familiar, correspondencia de J. M. Brunet con el duque de Mandas; Archivo del Senado, Expediente personal del Senador D. José Manuel Brunet Prat por la provincia de Guipúzcoa, sig. HIS-0073-09; La Voz de Guipúzcoa, 5 de agosto de 1892.
J. Múgica, Carlistas, moderados y progresistas. Claudio Antón de Luzuriaga, San Sebastián, Biblioteca Vascongada de los Amigos del País, 1950; M.ª M. Gárate, “La banca en San Sebastián, 1782-1874”, en Nuevos Extractos de la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País (San Sebastián) (1989), págs. 25-80; “La familia Brunet, San Sebastián y América”, en Boletín de Estudios Históricos sobre San Sebastián, 24 (1990), págs. 105-134; J. Agirrezkuenaga, S. Serrano, J. R. Urquijo y M. Urquijo, Diccionario Biográfico de los Parlamentarios de Vasconia (1808-1876), Vitoria-Gasteiz, Eusko Legebiltzarra- Parlamento Vasco 1993, págs. 250-252; M.ª M. Gárate y J. Martín Rudi, Cien años de la vida económica de San Sebastián (1887-1987), San Sebastián, Instituto Doctor Camino de Historia Donostiarra, 1995; M.ª M. Gárate, “De los catalanes en Gipuzkoa (siglos xviii-xix)”, en M.ª T. Pérez Picazo, A. Segura i Mas y Ll. Ferrer i Alòs (eds.), Els catalans a Espanya. Actes del Congrés 21 i 22 de novembre de 1996, Barcelona, Universitat de Barcelona-Generalitat de Catalunya, 1996, págs. 139-147.
María Montserrat Gárate Ojanguren