Eizaguirre Bailly, Juan Carlos de. Santander (Cantabria), 9.III.1817 – Bayona (Francia), 22.IX.1900. Banquero.
De familia paterna oriunda de Irún, establecida en Pamplona, su padre Manuel Romualdo de Eizaguirre e Ybargoyen era administrador de aduanas, siendo su madre Lorenza Bailly y Ruiz, cuyo padre era de Mont de Marsan en Las Landas francesas.
Nació Eizaguirre en Santander, siendo bautizado en la catedral, apadrinado por el conde de Balassa. La familia se trasladó después a Guipúzcoa y él, en su momento, a Bayona a estudiar comercio e idiomas.
Emigró a trabajar a Santiago de Cuba, donde ya se encontraba su hermano Joaquín ejerciendo labores como ingeniero de minas, así como sus sobrinos Satrústegui Bris, coincidió, asimismo, con Antonio López y López. Habiendo acumulado el capital suficiente, retornó en 1842 a la Península, se estableció en Madrid como representante, y más tarde propietario, de la Banca de Carlos Manuel Calderón, emplazada en la calle Alcalá frente a las Calatravas.
Casó en la parroquia de San Ginés en Madrid, el 16 de octubre de 1848, con María Ramona de Prado y de la Granja (Madrid, 1819-1905), hija de Claudia Benita de la Granja y de Vicente de Prado. Fruto de su matrimonio nacieron cinco hijas. Paulatinamente va consolidando su entramado empresarial con la colaboración de su hermano y sus sobrinos Patricio y Joaquín Satrústegui, con los cuales funda en 1857 junto a Antonio y Claudio López la Naviera A. López y Cía., como socio comanditario, con quienes, bien por vínculos familiares o por lazos de amistad, ya había compartido intereses societarios durante la aventura cubana. A partir de 1861 fue, además, el representante en Madrid de los intereses del futuro marqués de Comillas, como consecuencia de los contratos que la firma suscribió con el gobierno, y con quien fundó en 1876 el Banco Hispano Colonial —que fue prestamista del Reino de España en la Gran Antilla y la Sociedad Española de Crédito— e, incluso, continuó integrado en la firma cuando se produjo la conversión en Compañía Trasatlántica, en 1882, coincidiendo con la muerte de Antonio López, primer marqués de Comillas. Prueba de ello es que formó parte del Consejo del Crédito Mobiliario Español y del Crédito Iberoamericano como representante de la Compañía Trasatlántica, al ser vocal vitalicio.
Ayudó también a desarrollar la industria siderúrgica vasca, financiando en 1875 a los hermanos Facundo y Evaristo Chalbaud para crear la Fábrica de Hierros y Fundición Santa Águeda de Castrejana, en Vizcaya.
Al igual que Comillas, fue acumulando un patrimonio en tierras en los Montes de Toledo, que provenían de su salida al mercado por la acción de la Desamortización; mientras que en la capital de España se hizo con la propiedad de los terrenos de la zona conocida como Metropolitano en el ensanche de Madrid, sus descendientes promoverán su construcción, así como la zona de Recoletos. Sus yernos continuaron vinculados, por sus matrimonios, al entramado empresarial constituido por Eizaguirre. Así, su primogénita, Carolina, casó con el naviero y consignatario santanderino Ángel Pérez y Pérez de la Riva, pariente y socio de López desde su estancia en Cienfuegos y representante de los fletes de la Trasatlántica en esa capital; Josefa con su primo hermano Manuel Carlos de Eizaguirre y Bravo, hijo de Joaquín, y Vicenta con Luis Calisalvo y Echeandia, también vinculado al mundo empresarial de Comillas.
Falleció Eizaguirre en Bayona, ciudad a la que estuvo siempre vinculado por su ascendencia francesa, pero fue trasladado a San Sebastián para ser enterrado en la Catedral del Buen Pastor, que había erigido a medias con su sobrino Patricio Satrústegui.
Bibl.: G. Maura y Gamazo, Duque de Maura, Pequeña Historia de una Grandeza: El marquesado de Comillas, Madrid, José Porter, 1949; M. R odrigo Alharilla, Los Marqueses de Comillas 1817-1925, LID Editora Empresarial, 2000; “Familia, redes y alianza en la gran empresa española: el holding Comillas (1857-1890)”, en Protohistoria, n.º 10 (2006), págs. 73-92.
Alfonso Pérez-Maura y de la Peña