Ineva Villacampa, Carmen. Zaragoza, 29.III.1906 – 16.XII.1996. Escolapia (SChP), educadora, superiora.
Zaragozana de nacimiento y corazón, nació en el centro histórico de la ciudad. Sus padres, Eulalio y María Salomé, formaron una familia de clase media, muy sensible a la vivencia cristiana de la fe, de la que pronto quedó impregnada su hija Carmen. Desde muy pequeña asistió al colegio de la Inmaculada, dirigido por señoritas seglares. A los nueve años, junto con su hermana menor Paquita, ingresó en el colegio Calasanz, donde realizó sus estudios. Carmen, de carácter abierto, gran corazón y simpatía, desde pequeña sintió el deseo de transmitir su fe, de evangelizar. Así, con un grupo de colegialas amigas, en 1919, fundaron un catecismo, un hogar, en un barrio marginado de Zaragoza. Carmen trabajó con los niños pobres, y en ellos reconoció que “Dios la llamaba a seguirle en la Escuela Pía”. En 1925 entró en el noviciado de Andéraz. Tomó el hábito el 2 de enero de 1926; ese mismo día y mes de 1928 emitió sus votos y el 1931, la profesión perpetua. Fue destinada al colegio Pompiliano de Zaragoza y poco después al Calasanz, alternando sus estudios y formación con clases de letras a las alumnas. En 1930 perfeccionó el francés en Le Puy (Francia). El 1933 obtuvo el título de magisterio.
Finalizados los estudios, de 1934 a 1944, fue profesora en el colegio de Andéraz (Navarra). Allí desplegó todas sus cualidades pedagógicas y su ardor apostólico. Fundó el centro interno de Acción Católica; formó buenas catequistas y con ellas misionó por los pueblos; desarrolló las aptitudes artísticas de las alumnas; fomentó la educación de tiempo libre, con deporte, competiciones, excursiones, e inició la publicación de la revista Ideales, en 1938, que en 1943 se extendió a todo el Instituto. En 1944 la nombraron superiora del nuevo colegio de Logroño, y desde esa fecha hasta 1969 fue superiora y directora de los colegios de Logroño, Soria, Pompiliano de Zaragoza, Logroño, segunda vez, y de la escuela Paula Montal de Logroño en 1965. En todos ellos siguió dando clases, dio impulso a la Acción Católica, organizó la congregación mariana, la cruzada misional de estudiantes, las niñas reparadoras, las montañeras, las asociaciones de exalumnas. Los colegios funcionaban con seriedad y competencia pedagógica, pero el apostolado era su máxima preocupación. En todos los centros hizo cuanto pudo para facilitar la educación a niñas pobres, y para ellas abrió en 1965 la escuela Paula Montal de Logroño, donde estableció muchas opciones para la buena formación profesional de las alumnas y de jóvenes obreras.
En 1969 fue destinada a Zaragoza, sin responsabilidades de gobierno. Su inquietud social la proyectó en el barrio de la Almozara. Allí abrió un centro de tarde para la promoción de la joven y la mujer trabajadora, mediante variados cursos de formación profesional y humana, hasta las de tercera edad. Su trabajo fue incansable durante los años 1970 a 1989, ayudada por colaboradoras fieles, exalumnas y familiares. Los últimos siete años de su vida, una hemiplejía la dejó en una silla de ruedas hasta el día de su muerte, el 16 de diciembre de 1996.
Obras de ~: “Provincia de Aragón”, “Residencia Universitaria de Ntra. Sra. del Carmen”, “Casa de Ntra. Sra. de Fátima de Irache” y “Escuela Paula Montal de Logroño”, en Escolapias, Datos para nuestra historia, Zaragoza, El Noticiero, 1971, págs. 569- 601, págs. 670-671, págs. 718-720 y págs. 731-737, respect.
Bibl.: T. Sesma Biarge, Necrología de M. Carmen Ineva, Roma, 1996, págs. 97-116.
María Luisa Labarta Araguás, SChP
