Guzmán, Lope de. Illescas (Toledo), p. m. s. xvi – ?, 12.XII.1589. Consejero de Órdenes y de Castilla.
Nació en Illescas en fecha desconocida. Colegial del colegio mayor de Oviedo en Salamanca, permaneció en la Universidad entre 1552 y 1559, y desde 1560 pasó a desempeñar la plaza de oidor de la Chancillería de Granada. Desde aquí se introdujo en la Corte como consejero del Consejo de Órdenes en sucesión de Antonio de Padilla, una vez aprobadas las pruebas de limpieza de sangre, con título fechado el 5 de marzo de 1569. Su promoción al Consejo Real llegó el 7 de marzo de 1576, gracias a Mateo Vázquez, quien le incluyó en una relación de consejeros merecedores de ser elevados a mayores oficios diciendo ser “de buena condicion y letrado”. Como consejero, se ocupó de la resolución de pleitos en Contaduría Mayor en el año 1577 junto a Antonio de Covarrubias y en 1579 junto al doctor Aguirre. Este año expuso sus opiniones sobre la sucesión filipina al trono portugués, como hicieran muchos otros de los letrados cortesanos. Al morir Diego de Covarrubias, presidente del Consejo de Castilla, mantuvo una postura fiel a su facción en el seno del Consejo, que si inicialmente le volvió blanco de agresiones, le convirtió después en sujeto idóneo para serle encomendada la visita del reino de Nápoles, en la que se le encargó verificar cómo se administraba la justicia y cómo los oficiales usaban de su oficio. Esta visita se enmarcaba en una maniobra castellanista para controlar los territorios italianos. Pese a la oposición del presidente Antonio Rodríguez de Pazos, sostenida en acusaciones de venalidad, inmoralidad e incapacidad, se excusó de acudir al Consejo Real desde finales de enero de 1581, para ordenar, antes de partir, su hacienda en Illescas y Toledo. El presidente aprovechó este momento para proponer al Monarca que le fuera encargada la visita de la Audiencia de Galicia y en el intermedio buscarle un sustituto para la misión en Nápoles; sin embargo, pesó más en el ánimo del Rey la “mucha nota” que con semejante maniobra padecería Lope de Guzmán.
De regreso a Castilla en 1584 tras la visita, se rumoreó su nombramiento como presidente del Consejo de Órdenes, e incluso el presidente del Consejo Real, el conde de Barajas, le propuso al Rey para ocupar la vacante de Francisco de Villafañe en la Cámara, aludiendo a su satisfactorio proceder en la visita, así como a la posesión de un hábito de órdenes, que como deseaba el Monarca era característica que había de adornar al comité de la gracia. Pero el regreso de Guzmán había coincidido con claros síntomas de postergación de su grupo, los nuevos conductores del Consejo de Italia distaron de aplicar las sentencias de Guzmán y la visita fue nuevamente encargada al regente Alonso Taboada Pardo, alegando defectos en la instrucción por parte del primero. Con todo, después de estos contratiempos, siguió sirviendo como consejero, aunque alejado de la toma de decisiones, hasta la fecha de su muerte.
Bibl.: A. M.ª Carabias Torres, “Catálogo de colegiales del Colegio Mayor de Oviedo (siglo xvi)”, en Studia Histórica, Historia Moderna, vol. III, n.º 3 (1985), pág. 82; P. Gan Giménez, La Real Chancillería de Granada (1505-1834), Granada, Centro de Estudios Históricos de Granada y su Reino, 1988, pág. 253; I. J. Ezquerra Revilla, “Lope de Guzmán”, en J. Martínez Millán y C. J. de Carlos Morales (dirs.), Felipe II (1527-1598). La configuración de la Monarquía hispana, Valladolid, Junta de Castilla y León, 1998, págs. 395- 396; M. Rivero, Felipe II y el gobierno de Italia, Madrid, Sociedad Estatal para la Conmemoración de los Centenarios de Felipe II y Carlos V, 1998, págs. 170, 178, 181, 183-184, 188 y 232; I. J. Ezquerra Revilla, El Consejo Real de Castilla bajo Felipe II, Madrid, Sociedad Estatal para la Conmemoración de los Centenarios de Felipe II y Carlos V, 2000, págs. 128, 132, 170, 188, 196-197, 204, 208, 211, 216, 219, 223 y 279.
Alejandro López Álvarez