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Jerónimo Sánchez de Rueda

Biografía

Sánchez de Rueda, Jerónimo. Granada, 1670 – Priego de Córdoba (Córdoba), 1749. Arquitecto y retablista.

Los datos más significativos de la vida de Jerónimo Sánchez de Rueda los dio a conocer René Taylor en su libro Arquitectura Andaluza. Los hermanos Sánchez de Rueda, en el que trataba de destacar la importancia de este maestro y la de su hermano en el desarrollo artístico cordobés. Los Sánchez de Rueda son una familia de artistas que trabajan activamente a lo largo de todo el siglo xviii. Sobresale entre todos Jerónimo, cuya labor fue importante tanto en el desarrollo del retablo barroco como en el campo de la arquitectura. Su actividad se vio centrada en la ciudad de Priego. Teodosio Sánchez es hermano de Jerónimo y fue arquitecto y ensamblador principalmente, y trabajó en Priego, Córdoba y el Paular. Marcos Sánchez de Rueda es hijo de Teodosio y además colaborador suyo en algunas obras, pero murió muy joven. Teodosio Sánchez Cañada es sobrino de Teodosio Sánchez de Rueda y heredero artístico de su estilo.

Jerónimo Sánchez de Rueda nació en Granada en 1670, siendo bautizado en la iglesia de San Juan de los Reyes el día 26 de octubre; sus padres fueron Simón Sánchez de la Torre, de origen toledano, y Josefa de Rueda, oriunda de Granada. No hay ninguna noticia que permita precisar con quién comenzó su aprendizaje, pero lo más probable es que lo iniciara en su ciudad natal. Por circunstancias no conocidas, una vez muerta su madre se instala a vivir en Priego, junto con su hermano Teodosio, ignorándose la fecha de su llegada a la villa; sí se conoce que en 1691 casó en primeras nupcias con Francisca de Ojeda y Zamora. Lo que si se sabe con certeza es que en 1697 ya se encontraba afincado en este pueblo cordobés, pues suscribió un contrato como fiador de José Sánchez, para que éste pudiera hacer el retablo mayor de San Francisco de Lucena.

Durante sus primeros años en Priego, los dos hermanos estuvieron trabajando a las órdenes de Francisco Hurtado, para quien realizaron el retablo mayor y los dos colaterales de San José y San Francisco de la iglesia de San Pedro, obras que en 1700 se estaban construyendo. Una vez concluidos estos retablos, Teodosio marchó a Córdoba, donde seguiría trabajando con Hurtado, mientras que Jerónimo continuó radicado en Priego pero manteniendo muy buenas relaciones con el maestro lucentino, amistad que le lleva a contratar en 1702, junto con Jerónimo Caballero, el retablo mayor del Convento de Jesús Crucificado de Córdoba. La obra había de ser realizada en Priego y desde allí sería transportada a la ciudad de los califas.

La fama de este maestro se fue consolidando, lo que hace que cada vez reciba mayor número de encargos y que su posición se vaya afianzando. Ello hizo que desde 1703 tenga su propio taller y que reciba numerosos aprendices, entre los que cabe destacar a Antonio de Castillo, Domingo Gómez, Diego del Mármol y, más tarde, Juan de Dios Santaella. Junto a su oficio de ensamblador desarrolla otros negocios relacionados con el comercio de telas y tejidos que le reportan pingües beneficios a la par que le ceden las rentas del jabón. Todo ello contribuye a darle una cierta estabilidad económica que se manifiesta en las propiedades que va adquiriendo. Su fama como retablista va en aumento y en 1711 la cofradía de Nuestra Señora de la Aurora le encarga la ejecución del retablo de su capilla, retablo que desapareció en la reforma que posteriormente se hizo en la ermita.

En 1712 su mujer se encuentra enferma y muere haciendo testamento el día 26 de junio. Poco tiempo había de transcurrir para que contrajera nuevo matrimonio, ya que en 1716 casa con Ana Escudero, matrimonio que duró muy poco, pues su mujer muere al nacer su hija Julia en 1721.

Al llegar Hurtado Izquierdo a Priego en 1713, como juez administrador de las alcabalas, Jerónimo será su principal colaborador; el maestro lo vinculará a sus tareas de administrador y figurará como testigo suyo en las escrituras de arrendamiento de unas casas para establecer en ellas el taller donde labrar el tabernáculo del Sagrario de la Cartuja del Paular. Además será testigo cuando Hurtado otorga la dote de su hija María Luisa y la mujer de Hurtado bautizará a la última hija de Jerónimo, Julia. Es decir, hay entre ellos una relación afectiva.

Además de estas relaciones de tipo familiar, lo más interesante es que, cuando muere Hurtado en 1725, se hará cargo de su taller y seguirá con el labrado del tabernáculo del Sagrario del Paular. Hecho de gran importancia, porque a partir de entonces Jerónimo Sánchez de Rueda será el maestro más prestigioso de Priego y el encargado de realizar las obras más relevantes. En 1727 el Concejo de la villa le encargó una traza para ampliar el Pósito del Pan, obra que no llegaría a realizarse ya que algunos años después, en 1735, se le comisionó junto a otros maestros para dictaminar las obras que necesitaba el citado edificio, que amenazaba ruina. Mientras trabajaba en estas obras de arquitectura civil también participaba en la realización de retablos; en 1730 talló un retablo para la venerable orden tercera de San Pedro, hoy desaparecido, y probablemente realizara los retablos de San Pedro de Alcántara, San Antonio de Padua y San Diego de Alcalá en el citado convento, ya que presentan las características estéticas de este maestro.

Hoy es opinión aceptada, aunque no documentada, que ejecutó el camarín del altar mayor de la iglesia de San Esteban de Priego, obra que sería realizada hacia 1730-1735, en el que muestra cierta influencia de Francisco José Guerrero. Por los mismos años debió de tallar el retablo mayor de la iglesia conventual de San Francisco de Baena, conjunto no documentado pero que muestra la plenitud del Barroco y la forma de trabajar del maestro, combinando por doquier las columnas salomónicas y lo estípites y recubriendo toda la estructura de una exuberante y carnosa decoración vegetal. Asimismo, debió de realizar el camarín de la Inmaculada Concepción de la iglesia conventual de San Pedro consagrado en 1739. Estas obras debió de compatibilizarlas con intervenciones arquitectónicas, pues en estos años se está llevando a cabo en la ciudad la remodelación de importantes edificios.

En 1730 la cofradía de Jesús Nazareno decidió erigir una nueva capilla en la iglesia del convento de San Esteban, obra que se inicia en 1731 y que no estaría acabada hasta 1760, año en que se dijo la primera misa. La intervención de Jerónimo Sánchez de Rueda no está documentada, pese a que la documentación existente sobre la capilla es abundante, pero ello no es óbice para atribuirle la obra; la traza y la dirección hasta 1749 es suya. La capilla es hexagonal y está articulada por unos machones angulares; se cubre con una gran cúpula semiesférica. El concepto espacial es sorprendente y se considera uno de los espacios barrocos más interesantes de la arquitectura española del siglo xviii.

Mientras trabajaba en esta capilla surge, en 1743, la reforma de la parroquial de la Asunción; si las obras anteriores le son atribuidas, no ocurre lo mismo con la intervención en la parroquia, ya que esta obra está firmemente documentada como suya, apareciendo como maestro director de toda ella. En 1748 prácticamente estaba acabada, menos algunos detalles. La reforma consistió en modificar lo más posible la fábrica primitiva del edificio. Para ello remodeló el interior con un exuberante revestimiento de yeso: forró los pilares, convirtió los arcos apuntados en arcos de medio punto y cubrió las naves con bóvedas de arista y con una gran cúpula. Actualmente está alterada la remodelación barroca, ya que se han suprimido los revestimientos de yeso de los pilares, conservándose sólo los capiteles. En ellos cabe destacar su forma y tratamiento, pues consisten en una serie de planos, molduras y pinjantes de recortado perfil, siendo uno de los más conseguidos ejemplos del llamado “Barroco de placas”.

Otro edificio religioso vinculado a la estética de Sánchez de Rueda, aunque no documentado, es la reforma de la iglesia de San Esteban que comienza en 1748; en ella desarrolla un proyecto similar al realizado en la parroquia de la Asunción. El viejo edificio medieval queda recubierto por espléndidas yeserías barrocas.

Los últimos años de su vida, a pesar de sus triunfos artísticos, están turbados por una salud muy precaria, como queda de manifiesto en algunos documentos que se conservan. En 1738 hace testamento y revela que está con problemas de salud, problemas que le acompañarían a lo largo de toda su vida, si bien ello no dificulta que siga trabajando e incluso que en 1746 suscriba el recibo de la maqueta y proyecto que presentó para la reforma de la iglesia parroquial de Cabra.

Finalmente, fallece en 1749 en la casa de su hija Francisca, donde había pasado los últimos años de su vida; fue enterrado en la parroquial de la Asunción el día 6 de abril con la solemnidad propia de los sacerdotes.

 

Obras de ~: Retablo mayor y dos laterales, iglesia del convento de San Pedro de Priego (Córdoba), 1700-1702; Retablo mayor, iglesia del Convento de Jesús Crucificado (hoy en los Padres de Gracia de Córdoba), 1702; Retablos de San Pedro de Alcántara, San Antonio de Padua y San Diego de Alcalá, iglesia del convento de San Pedro de Priego (Córdoba), 1730; Camarín del retablo mayor, iglesia del convento de San Esteban de Priego (Córdoba), 1730-1735; Camarín de la Inmaculada Concepción, iglesia del convento de San Pedro de Priego (Córdoba), 1735-1739; Traza de la Capilla de Jesús Nazareno, iglesia del convento de San Esteban de Priego (Córdoba), 1730-1749; Reforma de la Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, Priego (Córdoba), 1743-1748.

 

Bibl.: A. Gallego y Burín, El barroco granadino, Granada, Universidad, 1956; J. Valverde Madrid, Ensayo socio-histórico de retablistas cordobeses del siglo xviii, Córdoba, Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Córdoba, 1974; R. Taylor, Arquitectura andaluza. Los hermanos Sánchez de Rueda, Salamanca, Ediciones Universidad, 1978; M. Peláez del Rosal y J. Rivas Carmona, Priego de Córdoba. Guía histórica y artística de la ciudad, Salamanca, 1979-1980; M.ª A. Raya Raya, El retablo en Córdoba durante los siglos xvii y xviii, Córdoba, Monte de Piedad y Caja de Ahorros, 1980; J. Rivas Carmona, Arquitectura barroca cordobesa, Córdoba, Monte de Piedad y Caja de Ahorros, 1982; “Artistas prieguenses del barroco”, en M. Peláez del Rosal, El barroco en Andalucía, t. I, Córdoba, Universidad, Servicio de Publicaciones, 1984; M.ª A. Raya Raya, El retablo barroco cordobés, Córdoba, Monte de Piedad y Caja de Ahorros, 1988.

 

María de los Ángeles Raya Raya

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