Carondelet Donado y Castaños, Eduardo de. Duque de Bailén (III), marqués de Portugalete (I), barón de Carondelet (I). Madrid, 15.V.1820 – Marmolejo (Jaén), 18.IV.1882. Mariscal de campo, embajador, senador y diputado.
Procedía de una noble familia, los barones de Chaulday o Chauldée, que ostentaron también la baronía de Carondelet desde mediados del siglo XVII. El primer barón fue Antonio de Carondelet, caballero y señor de Méaulte, La Hestre y Haine-Saint-Pierre, miembro de la nobleza de los estados de Hainault y mayor general al servicio de Felipe IV. Contaba con notables antepasados: Jaime de Carondelet, mayordomo del emperador Maximiliano y después de su hijo Felipe el Hermoso; Juan de Carondelet, tutor del citado Felipe; Ferri de Carondelet, embajador de Carlos V; Pablo de Carondelet, consejero de guerra de Felipe II y de Felipe III; su abuelo, Francisco Luis Héctor de Carondelet, nacido en Noyelles, gobernador de Luisiana, Florida, El Salvador y presidente de la Audiencia de Quito; y su padre, Luis Ángel Carondelet y Castaños, segundo duque de Bailén, que nació en Cambrai, en los Países Bajos, y heredó la vocación militar de su tío abuelo, el general Castaños, a quien sucedió en el ducado.
El biografiado también siguió la carrera militar y, con dieciséis años, ingresó como cadete en la Real Colegio de Artillería. Concluyó los estudios en 1838 con el empleo de teniente. En la primera guerra carlista fue destinado al ejército del Norte, con el que participó en el tercer sitio de Bilbao y en las batallas de Castrejana, Burceña, Begoña, Luchana (en concreto en el fuerte de San Pablo, donde ganó la Cruz de San Fernando), Hernani, Urbieta, Andoain y Santa Cruz de Campezu. Después de la firma del Convenio de Vergara fue agregado al ejército de Espartero y participó en los sitios de Segura, Castellote, Morella y Berga. Además, ganó una segunda Cruz en la batalla de Medianas y Bortedo (Burgos), los días 30 y 31 de enero de 1838.
En 1843 accedió al empleo de comandante y tres años después, por antigüedad, al de capitán de artillería. Pasó entonces del cuerpo de Artillería a la de Caballería. En 1851 obtuvo el empleo de teniente coronel. En ese mismo año recibió de Isabel II el marquesado de Portugalete. El 26 de octubre contrajo matrimonio con María de los Dolores de Collado y Echagüe, hija de José Manuel de Collado y Parada, marqués de la Laguna, que fue ministro de Hacienda, Fomento y Ultramar, y de Leocadia de Echagüe y Aracues, dama noble de la Orden de María Luisa.
El matrimonio se estableció en un palacio de la Puerta de Alcalá, en el que recibían de continuo. Allí acudieron los más importantes políticos del momento y miembros de las Casas Reales europeas como Eduardo VII y el archiduque Federico. Su mujer era muy aficionada a la música, tocaba el arpa y fue discípula de canto de Verger. Fue también dama noble de la Orden de María Luisa desde 1878, dama de la Orden de Santa Isabel de Portugal y presidió la Junta de Damas de la Real Sociedad Económica Matritense de Amigos del País. No tuvieron hijos.
En 1854 obtuvo, el empleo de coronel, de brigadier en 1863 —año en el que obtuvo el acta de diputado por Ciudad Real—. En 1870 el regente, duque de la Torre, le concedió la baronía de Carondelet en recuerdo de la de sus antepasados. De 1871 data su retrato firmado por Eduardo Rosales, que actualmente forma parte de una colección particular.
Finalmente, en 1874, obtuvo el empleo de mariscal de campo y fue destinado de nuevo a los ejércitos de Castilla la Nueva y del Norte. En 1875 se le encargó la misión de comprar caballos en Hungría e Irlanda. Fue nombrado vocal del Consejo de Administración de la Caja de Huérfanos de la Guerra.
También tuvo intereses políticos: además de diputado, fue senador por la provincia de Ciudad Real en 1876 y senador por derecho propio desde 1877, al suceder a su padre en el ducado de Bailén.
El 9 de octubre de 1879 fue nombrado embajador extraordinario en Viena, con la misión de pedir oficialmente, en nombre de Alfonso XII, al emperador de Austria-Hungría la mano de la archiduquesa María Cristina. Fue también mayordomo de semana y se le condecoró con las Grandes Cruces de San Hermenegildo, de Carlos III y de San Esteban de Hungría. Fue enterrado en el cementerio de la Sacramental de San Nicolás. A su fallecimiento pertenecía a la Comisión de Cría Caballar.
En 1884, el papa León XIII concedió a su viuda el ducado de Castrejón.
Fuentes y bibl.: Archivo del Senado, Expediente personal del Senador Duque de Bailén, D. Eduardo de Carondelet Donado y Castaños, por la provincia de Ciudad Real, y por derecho propio, sign. HIS-0045-06.
Pedro E. Tebar y J. de Olmedo, Las segundas Cortes de la Restauración. Senado, Madrid, Hernández, 1880; “Exequias del Excmo. Sr. Duque de Bailén”, en La Ilustración española y americana, XVI (1882); A. Carrasco y Sayz, Icono-biografía del generalato español, Madrid, Cuerpo de Artillería, 1901; J. Varela de Limia y Menéndez, vizconde de San Alberto, Los directores de la Real Sociedad Económica Matritense de Amigos del País y las presidentas de su Junta de Damas de Honor y Mérito, Madrid, Real Sociedad Económica Matritense de Amigos del País, Talleres de El Eco Franciscano, 1925; A. y A. García Carraffa, Diccionario heráldico y genealógico de apellidos españoles y americanos, ts. XXI-XXIV, Madrid, Imprenta de Antonio Mazo, 1926; F. González Suárez, Historia general de la República del Ecuador, t. V, Quito, Casa de la Cultura Ecuatoriana, 1969; F. González-Doria, Diccionario heráldico y nobiliario, Madrid, Editorial Bitácora, 1994; A. de Ceballos-Escalera y Gila, marqués de la Floresta, La Real Orden de Damas nobles de la Reina María Luisa (fundada en 1792), Madrid, Real Sociedad Económica segoviana de Amigos del país, 1998; V. Herrero Mediavilla (ed.), Índice Biográfico de España, Portugal e Iberoamérica, München, K. G. Saur, 2000.
Covadonga de Quintana Bermúdez de la Puente