Piélago y Fernández de Castro, Celestino del. Comillas (Cantabria). 6.IV.1792 – 2.VIII.1880. Militar, mariscal de campo de Ingenieros y científico.
Ingresó en el servicio en agosto de 1811 como cadete del Regimiento de Infantería de Aragón, y en la Academia de Ingenieros de Alcalá de Henares (recién reabierta por haber finalizado la Guerra de la Independencia) en 1815. Salía de la misma, después de terminar los estudios reglamentarios con el número uno de su promoción, el 20 de diciembre de 1819. Su primer destino fue como profesor, precisamente al citado centro de enseñanza de los Ingenieros Militares.
En diciembre de 1820 se le comisionaba para que levantara los planos de la provincia de Santander y realizara el proyecto para la carretera de la costa. Ocupado en estos trabajos y recién ascendido a Capitán, le sorprendía la entrada de los “Cien mil Hijos de San Luis” en apoyo de la vuelta al absolutismo de Fernando VII. Incorporado voluntariamente al Ejército constitucional, tomaba parte en diversas acciones, entre ellas en la defensa de La Coruña, que capitulaba el 23 de agosto de 1823. Como prisionero de los franceses era conducido a Francia, de donde volvía en mayo de 1824 para quedar “impurificado” con licencia ilimitada.
En 1829 se le rehabilitaba, siendo destinado a la Academia de Ingenieros, con la doble función de profesor de la misma y capitán del Regimiento del Arma (el Regimiento de Zapadores Minadores), situadas ambas instituciones en la citada ciudad de Alcalá de Henares. Simultáneamente se le hacía responsable de la fortificación de la plaza de Santoña. La citada plaza, después de la ocupación francesa de 1810 a 1814, en la que éstos últimos pensaron en construir un arsenal y un astillero, pasó de la indiferencia a concitar un mayor interés en ella por parte de Fernando VII, que otros monarcas anteriores. En ese sentido, los postulados de del Piélago fueron determinantes para la conversión de Santoña en una plaza fuerte marítima.
En noviembre de 1832 la Academia se trasladaba a Guadalajara, a donde le seguía, ya únicamente como profesor, y en donde en compañía de otros dos profesores se le encargaba de la redacción de un nuevo Reglamento para el centro, en el que se incluía el plan de estudios; reglamento que, una vez aprobado, entraba en vigor en 1835. En febrero de 1836 era designado para estudiar y proponer los medios de defensa de la costa cantábrica, proyectando las obras de fortificación de Gijón.
Ascendía a comandante del Cuerpo, el 12 de septiembre de 1837, permaneciendo en su destino en la Academia de Guadalajara. Con fecha de 19 de febrero de 1839 era promovido a teniente coronel de Ingenieros, pasando a servir en el Depósito Topográfico, en comisión en el extranjero. En 1843 fue encargado del Museo de Ingenieros y del Depósito General Topográfico, y ese mismo año formaba parte de la comisión del mapa de España. En 1844 era comisionado para que visitara los centros de enseñanza de los Ingenieros Militares en Francia, Bélgica e Inglaterra. En esos viajes adquirió instrumentos geodésicos y topográficos. Se le promovía a brigadier del ejército, el 31 de enero de 1846 (los oficiales de Ingenieros podían ascender en dos escalas distintas, una, la del Ejército, por elección, y otra, en el Cuerpo, por antigüedad).
A principios de 1848 (había ascendido a coronel de Ingenieros, el 19 de mayo de 1848), acompañaba al ingeniero general D. Antonio Remón y Zarco del Valle en su misión diplomática por diversos países de Europa. Más tarde, entre 1851 y 1855, participó como vocal de la Junta encargada del Plan de defensa permanente de España, creada por R.D. de 25 de mayo de 1851, con la misión de “formular el plan del sistema defensivo de la Península, islas y posesiones adyacentes”. El referido Plan, estaba bajo la presidencia del capitán general Manuel de la Concha, marqués del Duero, y formaba parte de la misma, el entonces brigadier Piélago, quien, había realizado junto a los ingenieros militares Manuel Varela Limia y Gregorio Brochero, un informe sobre la defensa de los Pirineos, que serviría de punto de partida para los trabajos consiguientes.
En 1856 era designado Director General de Obras Públicas, y anteriormente, en 1850, realizaba un informe para el Congreso sobre los caminos de hierro de España, al tiempo que se le nombraba vocal de la Junta directiva de la Carta Geográfica de España, de la Comisión de Estadística general del Reino y en 1857 jefe de la Comisión Topográfico-Catastral.
El 6 de junio de 1858 ascendía a brigadier director subinspector del Cuerpo y nombrado vocal de la Junta Superior Facultativa de Ingenieros. Era promovido a mariscal de campo el 17 de agosto de 1863, y en 1864 se le nombraba vicepresidente de la Junta Superior facultativa. Pasaba a la situación de retirado en 1867.
Fue uno de los oficiales de Ingenieros, junto al citado ingeniero general D. Antonio Remón y Zarco del Valle, que fundaron en 1846 el Memorial de Ingenieros, revista técnica, que, salvo con el paréntesis provocado por la Guerra Civil (1936-1939), se ha venido publicando hasta nuestros días. Como se señaló anteriormente, del Piélago, acompañó al general Zarco del Valle en comisión a Alemania (junto a los oficiales de Ingenieros García de San Pedro, Clavijo, Burriel y O’Ryan) trayendo a su vuelta las nuevas ideas del sistema de fortificación alemán, ideas que se explicaron en la Academia, llegándose a aplicar en España en varios proyectos.
Fue autor de diversos tratados relacionados con la arquitectura y que sirvieron de texto para la Academia. Director de Obras Públicas y Académico de Mérito de la Real Academia de Nobles Artes de San Fernando. Entre sus numerosas condecoraciones, se pueden citar la Gran Cruz y placa de la Orden militar de San Hermenegildo, Gran Cruz y Comendador de la Real Orden Americana de Isabel la Católica, Oficial de la Legión de Honor de Francia, y Comendador de la Orden Real del Águila Roja de Prusia. Fue autor de varias obras científicas importantes, académico fundador nombrado por los dieciocho Académicos designados por la reina Isabel II, de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, de la que tomó posesión el 3 de abril de 1847 y finalmente, Académico de la Real Academia de Nobles Artes de San Fernando.
Obras de ~: Teoría Mecánica de las construcciones, Madrid, Imprenta Miguel Burgos, 1837; Introducción al estudio de la Arquitectura hidráulica, Madrid, 1841; con F. Arteta, Memoria sobre el sistema orgánico del Ejército, Madrid, 1844; Relación del viaje a Francia, el Rhin, la Bélgica e Inglaterra, que de orden de S. M. hizo en 1844 y 1845, Madrid, Imprenta Nacional, 1847; Extracto de una instrucción para el empleo de las argamasas bituminosas, Memorial de Ingenieros (MI), 1849; Informe de la Academia de Ciencias sobre el teodolito olométrico y aparato para medir bases del Sr. J. Porro, MI, 1850; Observaciones sobre el sistema métrico decimal, MI, 1853.
Fuentes y bibl.: Archivo General de Simancas, Exp. personales.
Estados (Escalillas) del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, 1820-1867; J. Almirante, Bibliografía Militar de España, Madrid, 1876; J. de la Llave García, Lecciones de Fortificación explicadas en la Escuela Superior de Guerra, Madrid, Imprenta del Memorial de Ingenieros, 1898; Estudio Histórico del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, Madrid, Est. Tipográfico Sucesores de Rivadeneyra, 1911; Índice Analítico del Memorial de Ingenieros (1843-1920), Madrid, 1921; J. López Muiños, Algunos aspectos de la Ingeniería Militar española y el Cuerpo Técnico, Madrid, Ministerio de Defensa, 1993; E. Gómez Pellón (coord.), Santoña: de los escabeches a los salazones: la transformación de una villa litoral de Cantabria, Santander, Universidad de Cantabria, 2000; A. García Bodega, Guadalajara y los Ingenieros Militares, Guadalajara, 2006; M. Silva Suarez, El Ochocientos. Profesiones e Instituciones civiles, Zaragoza. Real Academia de Ingeniería - Institución “Fernando el Católico”, 2007; R. Palacio Ramos, “La Junta encargada del Plan de Defensa permanente para España de 1855”, en AFORCA [en línea], disponible en http://www.aforca.org/jornadas/pon06_11.pdf.
Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño