Solís, Juan Alfonso. Salamanca, 13.VI.1574 – San Juan de Puerto Rico (Puerto Rico), 19.IV.1641. Religioso carmelita (OCarm.), misionero, obispo de Puerto Rico.
Perteneció a una de las familias más ilustres de Salamanca.
Primeramente estuvo casado y tuvo varios hijos. Al enviudar tomó el hábito en el Convento de San Andrés de su ciudad natal. Profesó el 22 de enero de 1615 en manos del entonces catedrático en la universidad y gran teólogo Pedro Cornejo.
Entregado al estudio y a la predicación, llegó a ser maestro en Teología. Fue definidor de la provincia de Castilla la Vieja y prior del Convento de Ávila.
Mientras ocupaba este cargo fue nombrado obispo de Puerto Rico.
Solís tuvo dos hermanas carmelitas descalzas: María de Jesús y Estefanía de la Santísima Trinidad. Ambas tuvieron estrecha amistad con la madre Isabel de los Ángeles, quien pasó a Francia como fundadora en agosto de 1624. Desde Francia escribió con frecuencia a las religiosas de su convento. Es ejemplar la preocupación de la madre Isabel por todo cuanto se refería a Juan de Solís.
Recibido el nombramiento de obispo, llegó a San Juan de Puerto Rico el 12 de julio de 1636. Quedó gratamente impresionado de la isla, después de una navegación penosa. Así lo dio a entender en carta del 28 de julio de 1636. Poco después escribirá también al Rey otra carta (12 de agosto de 1636) en la que da cuenta del peligro de la piratería que arruinaba la isla y propone que los barcos sean debidamente escoltados.
Ofrece también noticia acerca de la población de Puerto Rico que se encontraba dispersa en estancias a las que pretendía que llegaran los sacerdotes, para la administración de sacramentos. Prometió también secundar los deseos de la Corona sobre enseñanza del español a los indios (noviembre de 1636).
Con el fin de recibir la consagración episcopal pasó a Santo Domingo, donde lo se encuentra en agosto de 1637. Fue consagrado por fray Facundo Torres. En el gobierno de la diócesis se mostró como un hombre prudente, compenetrado con el gobernador de Puerto Rico, Íñigo de la Mota, de quien hace grandes elogios por su lucha contra los piratas mediante fortificaciones.
Fue particularmente importante su labor pastoral en el oriente de Venezuela, a partir de 1639 en viajes y jornadas agotadoras. Tres relaciones sobre estas correrías apostólicas enviadas al Rey ofrecen interesante información. En la primera advierte de los peligros de los piratas. No es remedio el de los frailes, por el peligro de la exención. “Pasó el tiempo —dice— en que gloriosamente venían a...
padecer martirio”. La segunda relación firmada en Cumaná el 10 de marzo de 1640 es más personal y habla con dureza de los colonos, como logreros y explotadores, mientras que el obispo es un sembrador del Evangelio, lo que produce inevitables fricciones con autoridades que se prestan al cohecho.
Finalmente, en la tercera relación carga un poco la responsabilidad sobre los obispos de Puerto Rico, que dejaron sin visitar tierras, donde encomenderos obtenían pingües ganancias y algunos obispos se dejaron engañar por ellos y lo intentaron también con él, al magnificar los peligros de internarse entre los indios fieros y alzados. Haciendo caso omiso, encontró un panorama entre los indios contrario al que habían dibujado e insistió en la necesidad de crear un obispado.
Particularmente en Nueva Barcelona fue fructífera su visita, bautizando a numerosos indios con la ayuda de cuatro sacerdotes; lo mismo le aconteció en la provincia de Piritu, Velire o Nueva Tarragona. En Margarita los indios estaban atendidos por tres sacerdotes.
Más difícil era en Guayana; los caribes se habían comido a un sacerdote y cuatro seglares.
Después de una larga excursión apostólica regresó a Puerto Rico a finales de 1640 o principios de 1641.
Allí, con el recuerdo de su misión cumplida, falleció el 19 de abril de este año. Su amigo el gobernador, Íñigo de la Mota, sufragó una sepultura en la que se inscribió el siguiente epitafio: “D. O. M.| D. D. F. † Joannes Ildephonsus De Solis | Felicioris Seculi Vigil | Toto Virtutum Cumulo Nitidis. Exemplar | Hujus Urbis Praesul Sine Exemplo | Die 19 Aprilis, Anno 1641 | Obiit Plorandus | Cuius Memoriam | Lapidem Hunc Duraturum Minus | Sobrinus De Ignatius De La Mota | Sarmiento, Dicavit”.
Obras de ~: Carta del obispo Solís, s. f. (Biblioteca Nacional de España, ms. 1013, fols. 41r.-42r.) “Sermón predicado en el convento de San Francisco de Salamanca”, en G. Vichaoaga (OFM), Primera parte de los sermones [...], Salamanca, 1629.
Bibl.: C. de Villiers (OCarm.), Biblioteca Carmelitana, Aurelianis [Orleans], excud. M. Couret de Villeneuve & J. Rouzeau- Montaut, 1752, 2 vols. (ed. de G. Wessels, Roma, 1927); P. Seronet de la Croix (OCD), Cartas de la M. Isabel de los Ángeles, Burgos, El Monte Carmelo, 1963; B. Velasco Bayón, “Solís, Juan Alfonso”, en Q. Aldea Vaquero, J. Vives Gatell y T. Marín Martínez (dirs.), Diccionario de Historia Eclesiástica de España, vol. IV, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas-Instituto Enrique Flórez, 1975, pág. 2.501; E. Llamas (OCD), “El testamento de Isabel Solís”, en Revista Provincial de Estudios, 16-17 (1985), pág. 9 y ss.; V. Murga y A. Huerga, Episcopologio de Puerto Rico, vol. III, Ponce (Puerto Rico), Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico, 1989, págs. 67-86; P. M.ª Garrido (OCarm.), “Presencia de los carmelitas de Castilla en la evangelización de América”, en Hispania Sacra, 43 (1991), págs. 205-226; B. Velasco Bayón (OCarm.), Historia del Carmelo español, vol. III, Roma, Institutum Carmelitanum, 1990-1994, págs. 240-242; A. Huerga, La evangelización del oriente de Venezuela (los anexos del obispado de Puerto Rico), Ponce, Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico, 1996, págs. 127-141; B. Velasco Bayón (OCarm.), “Obispos carmelitas en América”, en Boletín de la Real Academia de la Historia, 195 (1998), págs. 415-450.
Balbino Velasco Bayón, OCarm.