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Ramón Viescas

Biografía

Viescas, Ramón. Quito (Ecuador), 11.XII.1731 – Ravena (Italia), 7.III.1799. Jesuita (SI) Teólogo moral, poeta, prosista, polemista.

Nació en Quito, hijo del limeño Diego Sánchez de Viescas y de Josefa Calderón de la Barca y Zúñiga, probablemente quiteña. En 1745 se matriculó en el Colegio Seminario de San Luis, y en 1748 entró en el noviciado de la Compañía de Jesús.

Desde los primeros años de estudio —que eran de Humanidades— se distinguió por sus versos de ingenio divertido, burlón, a veces muy agudo, que le sería característico.

Estudiante de Filosofía en la Universidad de San Gregorio, fue compañero de Espejo, quien le dedica elogioso recuerdo en El Nuevo Luciano de Quito.

Hizo su solemne profesión el 19 de marzo de 1765, y para agosto estaba designado para la Cátedra de Teología Moral de la Universidad de San Gregorio, cuando se produjo la expulsión de los de Loyola de los dominios del Rey de España.

Fue a parar, a mediados de 1768, a Rávena, y cuando, en 1773, el breve “Dominus ac Redemptor” extinguió la Orden era maestro de Filosofía en el Seminario de Rávena. Secularizado siguió regentando la cátedra.

En 1778 llegó a Rávena de legado pontificio el cardenal Luis Valenti Gonzaga, y lo llamó a colaborar en sus planes de reforma educativa. Lo hizo prefecto de las escuelas que el cardenal fundó en la ciudad.

Pero no se distinguió sólo como eficiente administrador de la obra educativa de Valenti sino como teólogo moral: escribió uno de los libros de Teología Moral más importantes y decisivos de su tiempo, el que, por defender las prácticas de los jesuitas en la confesión —acremente atacadas por los rigoristas—, fue, además, una magistral obra de polémica: Risposta alle osservazioni sopra le due lettere che risguardano il sagramento della penitenza e che chiudono l’opera intitolata il Sacerdote Santificato dell’Abate Raimondo Viescas quittense, que se publicó en Cesena en 1792.

En el libro Viescas se muestra como el intelectual que no rehúye complejidad alguna en los problemas que aborda, y luce sus poderes de maestro al tornar claras y hasta simples cuestiones arduas, complicadas y a menudo oscuras. Y el polemista apabulla al adversario: “He asumido la labor a pesar de infinito tedio que me domina al tener que para ello leer y releer un librito lleno y relleno de mil necedades, de equívocos, de irreflexiones, sin orden, sin estilo, sin raciocinio”; es decir, sin lo que el escritor que era Viescas lució en alto grado.

Y no fue ese el único trabajo del intelectual quiteño en Italia. Herbás y Panduro mencionan dos disertaciones apologéticas sobre la iglesia armenia, en latín; un tomo de Panegíricos y sermones morales y otro de Cuestiones teológico morales y poesías latinas.

Y, junto a su compañero exjesuita de la antigua provincia de Quito, José Valdivieso, defendió la tan discutida obra del milenarista P. Lacunza La venida del Mesías en gloria y majestad. La edición de Ackerman, de 1826, de la famosa obra milenarista incluyó un apéndice largo —noventa y ocho páginas— que terminaba así: “Estas son en suma las razones que hemos sacado así del autor mismo, como de sus doctos defensores, los señores Ramón Viescas y José Valdivieso, profesores que fueron d la Compañía de Jesús, esplendores ambos y ornamentos de Quito en la América Meridional”.

Como poeta se distinguió como poeta humorístico, con un humor hondo, a veces teñido de tristeza. Logró magistrales piezas paródicas y en otros variados registros. Pero fue también penetrante poeta filosófico y traductor de poesía.

 

Obras de ~: Risposta alle osservazioni sopra le due lettere che risguardano il sagramento della penitenza e che chiudono l’opera intitolata il Sacerdote Santificato dell’Abate Raimondo Viescas quittense, in Cesena, per gli eredi Biasini all’insegna di pallade, MDCCXCII; “Extracto de la defensa que hicieron los PP. Don Ramón Viescas y Don José Valdivieso ex jesuitas, de la obra intitulada: La venida del Mesías en gloria y majestad, por Juan Josafat Ben-Ezra”, en La venida del Mesías en gloria y majestad.

Observaciones de Juan Josafat Ben-Ezra, Hebreo cristiano, Londres, Ackermann, 1826; “Poemas”, en J. de Velasco, Colección de Poesías varias hecha por un ocioso en la Ciudad de Faenza, 1791, t. III, págs. 25-38, 63-79, 90; t. IV, págs. 80- 86 121-124; t. V, págs. 239-283; Selección de poemas, en Los jesuitas quiteños del extrañamiento, Puebla, Cajica, Biblioteca Ecuatoriana Mínima, 1960, págs. 281-349.

 

Bibl.: J. L. Mera, Ojeada histórico-crítica sobre la poesía ecuatoriana, Quito, Imp. de J. Pablo Sanz, 1868, págs. 119-155; M. M. Polit Laso, “El Padre Ramón Viescas —teólogo, pedagogo y poeta quiteño—”, en Memorias de la Academia Ecuatoriana, Nueva serie, entrega cuarta (julio de 1924), págs. 17-34, 35-49); A. Carrión, Los poetas quiteños de “El Ocioso en Faenza”, t. I, Quito, Casa de la Cultura Ecuatoriana, 1957, págs. 123-164; A. Espinosa Polit, “Los jesuitas quiteños del extrañamiento”, en Los jesuitas quiteños del extrañamiento, Puebla, Cajica, Biblioteca Ecuatoriana Mínima, 1960, págs. 55-57; F. Esteve Barba, Cultura Virreinal, Barcelona, Salvat Editores, 1965; H. Rodríguez Castelo, Ramón Viescas, el lírico mayor del destierro y gran figura de la prosa polémica, Quito, Pontificia Universidad Católica del Ecuador, 1999; Ch. E. O’Neill y J. M.ª Domínguez (dirs.), Diccionario Histórico de la Compañía de Jesús. Biográfico-Temático, Roma- Madrid, Institutum Historicum, S.I.-Universidad Pontificia Comillas, 2001; H. Rodríguez Castelo, Literatura en la Audiencia de Quito. Siglo XVIII, Ambato, Consejo Nacional de Cultura, Casa de la Cultura Ecuatoriana “Benjamín Carrión”, Núcleo de Tungurahua, 2002, págs. 1343-1386.

 

Hernán Rodríguez Castelo