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Juan (Joannes) Magnin

Biografía

Magnin, Juan (Joannes). Friburgo (Suiza), 11.IX.1701 – Quito (Ecuador), 20.VII.1753. Misionero de la Compañía de Jesús (SI) en Mainas, durante su pertenencia a la Real Audiencia de Quito (c. 1636- 1767), cronista, cartógrafo, etnógrafo.

Su nombre de nacimiento es Joannes, pero la bibliografía española y su propia firma ha castellanizado al de Juan. No se conoce dato alguno sobre sus padres e infancia. Se le encuentra cursando el noviciado jesuita en Landsberg, el 10 de octubre de 1720, alcanzando con brillantez sus votos religiosos en 1722.

Luego fue enviado a la Ingolstad para estudiar Filosofía.

De aquel colegio saldrían varios jóvenes sacerdotes para las Indias, entre los que se contaba ya al aspirante Juan Magnin. Los registros indican que el jesuita estaba llegando al más importante colegio de los jesuitas en los Andes, Quito, por 1725. Su arribo debe haber sido por Cartagena y el río Magdalena, culminando la ruta por Popayán, Pasto y la capital colonial. Esto se sabe porque escribió una crónica de viaje bajo el título: La Primera Travesía de Colombia, 1725, por un misionero suizo. Esta memoria debe de ser de mucho interés pero es prácticamente desconocida, pues no ha sido divulgada por la difícil consecución del Anuario Friburguense, donde se publicó. Ubicado en el colegio de Quito, continuó estudiando Filosofía y Teología, hasta su ordenación sacerdotal en 1729.

En su primera misión, fue enviado a Panamá. En el colegio de la Compañía enseñó Gramática, distinguiéndose también como predicador. Ratificó su profesión religiosa el 2 de febrero de 1735. Como visitador, puso a prueba su vocación al internarse en las densas selvas del Darién, zona infestada de enfermedades.

También hizo recorrido entre la tribu de los guaymíes, como preparándose para la gran misión que le esperaba en la Amazonia. En 1739, el padre Andrés de Zárate terminaba su visita en esta región y regresaba a España. Había llegado la oportunidad, pues las autoridades decidieron que Magnin debía ser el reemplazo de Zárate, haciendo su entrada a Mainas en aquel año.

Misión de Magnin en Mainas: para entonces las misiones jesuíticas habían crecido en la Audiencia de Quito, con acceso a todos los ríos orientales que bajaban de la cordillera oriental de los Andes. Desde el redescubrimiento del Amazonas por Cristóbal de Acuña (1640), relatado por Hugo Burgos (2006), la misión de San Ignacio tuvo mejor acogida, y lograba asentarse tras una acción ciertamente sacrificada de varios jesuitas, algunos de ellos célebres por sus obras y cartas anuales. Usando las rutas prehistóricas a través de la cordillera, Magnin entró por Pelileo, pasó a los indios Canelos, por los ríos Bobonaza y Pastaza, llegando a fundar lo que él llamó Primer Centro Misional, en el punto San Juan Evangelista de los Miguianos, cerca del río Itatay. De este ignoto paraje pasó a evangelizar al grupo de los Napeanos, reemplazando a su colega José Bahamonde.

Su personalidad de misionero surgió cuando entró en Borja, junto al pongo de Manserich, capital de la misión y centro de la Administración Civil, en 1740.

Desde aquí su biografía es translúcida, más que por datos de terceros, por relatos, acontecimientos y descripciones de las misiones de “Maynas” que el mismo padre Juan comenzó a escribir con detalle. Su hoja de vida debe estudiarse, pues, comprendiendo el escenario natural, la relación intercultural y lingüística que le tocaba vivir a todo misionero, sus tribulaciones, frustraciones. La primera era que no podían concentrar a los indios en pueblos, obvia reacción cuando los amerindios amazónicos habían vivido durante tres mil años en una cultura itinerante (Lathrop, 1970), en busca de tierra agrícola para la yuca, salvando las inundaciones periódicas de los ríos (Meggers, 1971).

La segunda era la resistencia de los nativos a la evangelización, y la tercera, el proceso de adaptación cultural que habrían de presentar las tribus para coexistir finalmente con las misiones, las cuales también les traían una luz sobre la existencia de otras civilizaciones más allá de la frontera verde. La misión de Magnin y de sus colegas, no estaba exenta de intervenciones perniciosas, como abusos de soldados hispanos, cazadores de esclavos, especialmente portugueses, y la de los caucheros, de procedencia remota, que marcaron casi un genocidio entre las culturas silvícolas del área. Eso perjudicaba a la ética de la misión. Tampoco podrá excluirse los raids guerreros, cacerías de cabezas, es decir, guerras tribales que asolaban a la propia población indígena ubicada en la misiones.

De los archivos españoles, el biógrafo ha podido recopilar sus crónicas con hechos trascendentes de la vida de Juan Magnin. El original de su célebre descripción tiene tres títulos parecidos. El título más extenso es: Breve descripción de la Provincia de Quito en la América Meridional con sus Misiones de Sucumbíos de religiosos de San Francisco y de Maynas de padres de la Compañía de Jesús de aquella provincia, a las orillas del Marañón, por otro nombre El gran Río de las Amazonas con su chappa. Hecha en Borja año de 1740, y de 1742. por el pe. Juan Magnin de la misma Compañía Misionero en dichas Misiones. (leg. 251j/2-d). Curiosamente, Magnin escribió el prólogo de la 1.ª parte, justo al finalizarla, y después de su firma, así: División deesta primera parte. Prólogo al lector. La que tienes en las manos, mi letor, empecela a instancias de quienes son suaves violencias sus amorosas insinuaciones: añadió con carta al deseo Monsieur Godin, el principal de los Académicos franceses, que todavía prosiguen en la prov. Luego añade un índice de la 1.ª y 2.ª parte, detalles que no constan en la publicación, excelente por otra parte, del padre Julián Bravo de 1998.

La siguiente crónica, también original, se intitula: Relación de las cosas notables de la ciudad de San Fran.co de Borja desde el año de 1740 hasta el de 1743.

Empieza: “Obedeciendo el orden del superior, quien manda apunte lo más notable, que en este tiempo ha avido en esta ciudad de S. Francisco de Borja, donde resido ya más de 4 años, ejerciendo en ella el oficio de cura, y Misionero”. Concluye: “acabo con el deseo que tengo, que lo bueno, que por acá cultivan, se imite, y lo malo, en que caen, se evite. Borja y Noviemb. 6 de 1743. (f ) Juan Magnin”.

Otra relación es sobre sus andanzas en el río Aguarico: Origen, progresos y mutaciones de las N. Reducciones de Napo. Empieza: “Año de 1732 el Pe. Juan Baptista Julián Superior de la Misiones dio principio al pueblo de S. Joseph de los orios o nuevos Icaguates. Los primeros pobladores vinieron de Uajoya, Río a quien los españoles llamaron antiguamente Río de los Encabellados” (fols. 225-231v.).

No menos importante es su Relación de los Aumentos de la Mision de los Aguaricus este año de 1739 (fols. 233- 247v.). Aquí empieza a contar los efectos que le causaban las “cuartanas”, seguramente, un tipo de malaria, que en la sierra llamaban “tercianas” o paludismo. Habla de los puntos Tiputini, Yasuní, y de algunas parcialidades de indios “mamos, “vitocuaras,” “Seonas”, Avaricus”.

Acusa al demonio de haber infundido temor en los indios, circulando el rumor de que “en saliendo a la ribera del Napo los habíamos de cautivar y llevar presos al Marañón para esclavos de los Omaguas y Cocamas”. Se comprende la dificultad de la evangelización.

El relato más dramático es cuando Magnin casi fue testigo de un raid guerrero en busca de indios Maynas cimarrones, por parte de otra tribu, manipulada por soldados españoles: Quito. Descubrimiento del (río) Nucuray por Juan Magnin. Descubrimiento del Nucuray junto a Pastaza en la prov. De Maynas, hecho el año de 1742, por el Sargto. Mr. De la ciudad de Borja Pedro de Ortega y Morga, por orden del Gvr. Dn Juan Ant.o de Toledo. A 6 de enero de 1744. Un grupo de Cahuapanas, Xeberos, Maynas y Viracochas (blancos), va en busca de Maynas cimarrones. Trajeron más de doce cabezas cortadas “de los vencidos”. En tan corto tiempo, Magnin conoció a fondo naturaleza, cultura y geografía. Ha captado la esencia de la vida tribal e intertribal de las poblaciones amazónicas cercanas a Quito. Firmaba con su autógrafo en cada relación.

La vida del padre Juan se constituyó en pilar de la ciencia geográfica y etnográfica, fuera del Amazonas. La biografía escrita por el padre Julián Bravo, S.I. (1998), ayuda conocer otros pormenores. Sabedores los académicos franceses de la presencia de un científico, geógrafo, misionero, escritor y etnólogo en ciernes, contactaron con él en su misión. Es clásico el encuentro de Magnin, La Condamine y el sabio Pedro Vicente Maldonado.

También diseñó la carta geográfica, ahora célebre, delineada el año de 1740. La Academia de Ciencias de París le nombró su miembro correspondiente en 1746, y mantuvo correspondencia hasta 1749. Las enfermedades traídas de la jungla debieron de haber hecho mella en su cuerpo. De vuelta en Quito, se encontraba enseñando Derecho Canónico en la Universidad de San Gregorio. Casi no hay datos sobre su temprano final, sólo que falleció en Quito el 20 de julio de 1753.

 

Obras de ~: La Primera Travesía de Colombia, 1725, por un misionero suizo; Origen, progresos y mutaciones de las N. Reducciones de Napo; Relación de los Aumentos de la Mision de los Aguaricus este año de 1739; Breve descripción de la Provincia de Quito en la América Meridional con sus Misiones de Sucumbíos de religiosos de San Francisco y de Maynas de padres de la Compañía de Jesús de aquella provincia, a las orillas del Marañón, por otro nombre El gran Río de las Amazonas con su chappa. Hecha en Borja año de 1740, y de 1742. por el pe. Juan Magnin de la misma Compañía Misionero en dichas Misiones; Relación de las cosas notables de la ciudad de San Fran.co de Borja desde el año de 1740 hasta el de 1743; Quito. Descubrimiento del (río) Nucuray por Juan Magnin. Descubrimiento del Nucuray junto a Pastaza en la prov. De Maynas, hecho el año de 1742, por el Sargto. Mr. De la ciudad de Borja Pedro de Ortega y Morga, por orden del Gvr. Dn Juan Ant.o de Toledo. A 6 de enero de 1744.

 

Bibl.: D. W. Lathrap, The Upper Amazon, New York, Praeger Publishers, 1970; B. J. Meggers, Amazonia, un paraíso ilusorio, México, Siglo XXI, 1976; J. Bravo, “Juan Magnin: Misionero y cronista de la provincia y misiones de Mainas en el Reino de Quito, 1740”, en Descripción de la provincia y misiones de Mainas en el reino de Quito, traducción del francés: Juan I. Espinosa Pólit, S. I. Establecimiento de textos, revisión y notas: P. Julián G. Bravo, S. I. y Dr. Octavio Latorre, Quito, 1998; H. Burgos Guevara, La crónica prohibida. Cristóbal de Acuña en el Amazonas, Quito, Fonsal, Fondo de Salvamento del Patrimonio Cultural de Quito, 2006.

 

Hugo Burgos Guevara

 

 

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