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Gaspar Molina y Rocha

Biografía

Molina y Rocha, Gaspar. Mérida (Badajoz), 30.X.1700 – Almería, 4.XII.1760. Agustino (OSA), catedrático y obispo.

Gaspar Antonio, pues éste fue su nombre de pila, nació del matrimonio formado por Juan Antonio de Molina y Oviedo, regidor perpetuo de Mérida y I marqués de Ureña, e Isabel Francisca de la Rocha y Ulloa.

Con dieciséis años ingresó en la Orden de San Agustín y, tras el año de noviciado, profesó en el convento de Cádiz en 1717, previo testamento de renuncia a la herencia, fechado el 5 de agosto de 1717 ante el escribano público de Cádiz, Nicolás de Alburquerque.

Los estudios de Filosofía y Teología los cursó en el colegio mayor de Santa María de Jesús, de Sevilla, conocido como Maesse Rodrigo. El 13 de julio de 1727 pasó en Sevilla un riguroso examen para el ejercicio en la cátedra del convento San Agustín, con el fin de disponerse mejor a la graduación en la Universidad hispalense. En dicho convento fue lector de Teología.

Por la Universidad de Sevilla obtuvo los grados de bachiller en Artes y Teología (25 de junio de 1728), y de licenciado y doctor en Teología los días 13 y 17 de octubre de 1728, respectivamente. En la misma Universidad consiguió la cátedra en propiedad de Biblia y también fue socio teólogo.

La Real Sociedad de Medicina de Sevilla le nombró socio de erudición el día 14 de mayo de 1731, y la provincia agustiniana de Andalucía le nombró regente de estudios, le concedió el título de maestro numerario, y le eligió para el cargo de prior del convento de Sevilla, cargo que ocupaba el 29 de mayo de 1736 y en el que permaneció hasta su nombramiento de obispo de Almería. También se ejercitó, con admiración de todos, en la predicación, dando muestra de su preparación doctrinal.

Felipe V propuso simultáneamente para el Arzobispado de Burgos a Diego Felipe de Perea y Magdaleno, obispo de Almería, y para cubrir la vacante de esta sede a Gaspar de Molina y Rocha. La noticia llegó a Sevilla el 5 de febrero de 1741. El proceso informativo comenzó en Madrid el 25 de febrero del mismo año ante el nuncio apostólico, Juan Bausta Barni. Fue preconizado obispo de Almería en el consistorio celebrado el día 29 de mayo de 1741 y presidido por Benedicto XIV, quien le otorgó las correspondientes bulas con el decreto de que reparase la casa episcopal y erigiese el Monte de Piedad. Su tío, el obispo y cardenal Gaspar de Molina y Oviedo (1679-1744), también agustino, le consagró en el convento de San Felipe el Real de Madrid, el domingo 3 de septiembre de 1741. Estuvo asistido por Juan Elías Gómez Terán, obispo de Orihuela, y por Juan Antonio Pérez Arellano, obispo titular de Cassius (Casio), auxiliar de Toledo. De maestro de ceremonias actuó el duque de Arcos. En la misma ceremonia religiosa también fue consagrado obispo de Tarazona José Alcaraz Belluga.

Por delegación del obispo Molina y Rocha tomó posesión de la diócesis de Almería el 15 de julio de 1741 el canónigo lectoral de la catedral, Juan González de Soto. Seis meses después, el 16 de enero de 1742, los almerienses recibieron a su nuevo obispo, según era costumbre.

En los casi veinte años de obispo de Almería, Gaspar Molina no se vio libre de litigios. Así, en 1744 entabló un pleito con el Ayuntamiento de Dalías por alteración de mojones en la linde entre la diócesis de Granada, a la que pertenecía Dalías, y la de Almería, en el lugar conocido como la Mojonera. Otro pleito importante fue el mantenido entre el Cabildo y el Ayuntamiento de Almería por las aguas potables, llegando a una concordia en 1755. No obstante lo apuntado, el obispo Gaspar de Molina y Rocha mantuvo buenas relaciones con el Cabildo, visitó la diócesis (1745) y emprendió en la catedral diferentes obras de ornamentación.

En su tiempo se procedió al dorado del retablo de la capilla mayor donde está un Crucificado, la Virgen y San Juan, atribuidos a Pablo de Rojas, y también ornamentó la capilla de San Ildefonso, en la que se colocaron rejas, así como en el altar mayor. Tapia y Garrido afirma que en tiempo del Obispado de Molina y Rocha se colocaron los cuadros del altar mayor sobre la vida de la Virgen María: la Inmaculada, el Nacimiento de Nuestra Señora, la Huida a Egipto y la Asunción. El pintor elegido por el obispo Molina fue Antonio García. En 1757 trató de implantar una novedad en la diócesis, como era el pedir el uso de recles fuera del Obispado, sin licencia suya.

En el episcopado de Molina y Rocha tuvo lugar la fundación del convento de Santa Clara, cuya bendición fue el 12 de agosto de 1756. En esta ocasión el obispo obsequió a la iglesia del convento, de estilo neoclásico, con dos lienzos de Murillo, que representan a San Agustín y Santo Tomás de Villanueva.

Dos días después de su fallecimiento, los restos mortales del obispo Molina y Rocha recibieron sepultura en la iglesia Catedral de Almería, en la capilla de la Esperanza.

 

Obras de ~: Oración panegyrica en la Solemníssima Fiesta que a su Exclarecida [sic] Patrona, la invicta Virgen, i Martyir Santa Olalla, consagró la mui noble, antigua i leal ciudad de Mérida. Díxola, expuesto el Santíssimo Sacramento, con assistencia de las Sagradas Religiones, en el convento de Señora Comendadoras del Orden de Santiago, Sevilla, Imprenta de las Siete Revueltas, 1733; Sevilla gravemente enferma, a violencias de un continuado descuido, i felizmente restaurada a beneficio de un infalible desvelo, consagra al Excmo. Señor Don Fr. Gaspar de Molina i Oviedo, de el Consejo de su Magetad [sic], su Gobernador en el Real, i Supremo de Castilla, Comissario General de la Santa Cruzada en todos sus Reinos, i Señoríos, su Obispo de la Santa Iglesia de Barcelona, i electo de la de Málaga; don Josep de Ibañes Aguero, veinte i quatro perpetuo de la ciudad de Sevilla. En una oración político moral que predicó en la casa professa de la Compañía de Jesús al mui Ilustre Cabildo i Regimiento de dicha ciudad el día nueve de abril de este presente año de 1734, Sevilla, 1734; “Aprobación. Sevilla, 17 de marzo de 1738”, en J. de Mendonza, Oración fúnebre predicada a la muerte de Salvador García, Sevilla, 1738.

 

Bibl.: J. M. Montero de Espinosa, Antigüedades del convento casa grande de San Agustín de Sevilla, y noticias del Santo Crucifixo que en él se venera, Sevilla, Imprenta Antonio Carrera, 1817, págs. 99-100 y 162; J. Lanteri, Eremi Sacrae Augustinianae. Pars altera in qua agitur de augustinianis episcopis externis qui floruerunt post magnam Ordinis unionem peractam ab Alexandro IV anno MCCLVI. Accedit appendix de Procuratoribus generalibus ejusdem Ordinis, Romae, Typ. Bernardi Morini, 1875, pág. 83; T. López Bardón, Monastici Augustiniani R. P. Fr. Nicolai Crusenii continuatio atque ad illud additamenta sive Bibliotheca Manualis Augustiniana in qua breviter recensentur Augustinenses utriusque sexus virtute, litteris, dignitate ac meritis insignes ab anno 1700 usque ad 1800. Operis volumen tertium, Vallisoleti, Typ. J. E. de la Cuesta, 1916, págs. 99-100; G. de Santiago Vela, Ensayo de una Biblioteca Ibero-Americana de la Orden de San Agustín. Obra basada en el Catálogo bio-bibliográfico agustiniano de Bonifacio Moral, V, Madrid, Imprenta del Asilo de Huérfanos del Sagrado Corazón de Jesús, 1920, págs. 553-554; A. Llordén, Los agustinos en la Universidad de Sevilla, Madrid, 1954, págs. 146-152; E. Méndez Venegas, “Rvdo. D. Gaspar de Molina y Rocha, obispo de Almería”, en Letras. Boletín del Instituto de Estudios Almerienses, 6 (1986), págs. 49-56; J. López Martín, La Iglesia en Almería y sus Obispos, I, Almería, Instituto de Estudios Almerienses, Caja Rural de Almería, 1999, págs. 653-662.

 

Rafael Lazcano González