Labrada Martín, Fernando. Periana (Málaga), 8.IX.1888 – Madrid, 4.I.1977. Pintor y grabador.
Ya desde su infancia en Andalucía —Málaga y Écija (Sevilla)— dio muestras de sus dotes artísticas, por lo que a la temprana edad de doce años ingresó en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando. Desde entonces y hasta sus últimos años, mantuvo una constante vinculación con la institución académica. Iniciado en la pintura de paisaje junto a Antonio Muñoz Degraín, del que fue discípulo predilecto, concurrió a las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes, en las que obtuvo varios galardones con cuadros de esa temática.
Pensionado entre 1909 y 1913 en la Academia Española de Bellas Artes en Roma, su estancia en la Ciudad Eterna imprimió un giro decisivo a su carrera.
El influjo de la pintura italiana del Renacimiento dejó una huella indeleble en su obra. En ese sentido, los cuadros de figura pintados en Roma revelan un marcado interés por los temas literarios. De entonces data una serie de composiciones cuya misteriosa melancolía intimista le aproximaron a la vertiente fantástica y sugerente del simbolismo. En la Academia de Roma surgió también su interés por la estampación, iniciándose allí su intensa dedicación al grabado.
A su vuelta a España, estableció su residencia y estudio en Madrid, y dedicó a esa actividad gran parte de su esfuerzo, alcanzando un extraordinario dominio de la técnica del aguafuerte. La presentación, un tanto inesperada, a la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1922 de un pequeño retrato al óleo de su esposa (Museo de Bellas Artes de Málaga), que se apartaba de lo realizado por Labrada hasta ese momento, le procuró la Primera Medalla y el reconocimiento en el panorama artístico de entonces. Dado el éxito de esta Cabeza de estudio, inició a partir de esos años toda una serie de retratos femeninos realizados con un minucioso detallismo inspirado en la pintura de los primitivos flamencos, cuadros que en su virtuosismo técnico parecen anticipar el hiperrealismo.
En 1934 fue elegido académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Tras la Guerra Civil se orientó a la enseñanza artística, desempeñando hasta su jubilación la cátedra de Dibujo del Natural en la Escuela de Bellas Artes. Por entonces fue nombrado director del Patronato del Museo de Arte Moderno, y se ocupó de la reorganización del mismo.
En 1947 fue elegido director de la recientemente reabierta Academia Española de Bellas Artes en Roma.
Desde su cargo se distinguió por su celo en la defensa de esta institución como centro de formación de jóvenes artistas.
A su vuelta a España, en 1952, se ocupó de la reestructuración de la Calcografía Nacional, integrada en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, de cuyo Museo fue nombrado también conservador en 1956. Fue asimismo miembro del Patronato del Museo del Prado y jurado de las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes.
Su vocación por el paisaje le acompañó durante toda su trayectoria. Desde los pintados en su juventud, de factura libre y espontánea, en los que reflejaba la huella de su maestro Antonio Muñoz Degraín, hasta los realizados años más tarde durante sus estancias veraniegas en Cantabria (marinas y paisajes de San Vicente de la Barquera), todos ellos ofrecen un refinado lirismo y un admirable dominio de la luz y el color.
El paisaje fue también el protagonista de sus aguafuertes.
Sus grabados, de marcada inspiración romántica y orientación simbolista, recrean escenarios sumamente líricos donde reinan la soledad, el misterio y la arquitectura en ruinas.
También es de destacar su actividad como restaurador de cuadros antiguos, lo que le permitió tener un contacto diario con la obra de los pintores del pasado, que admiraba profundamente, como los primitivos flamencos o los grandes maestros de la pintura española del Siglo de Oro.
Obras de ~: Interior del Círculo de Bellas Artes, 1906; La ofrenda en la ermita, 1909; Sonata 14, 1912; Parterre, 1920; La tumba del poeta (aguafuerte), 1920; Cabeza de estudio (retrato de la esposa del pintor), 1922; Ría a bajamar, 1923; Teresina, 1924; Castillo romántico (aguafuerte), 1924; Virginia, 1926; Antonia, 1928; El joven de la cadena dorada, 1929; Retrato de señora, 1934-1936.
Bibl.: J. F. Labrada Chércoles y J. C. Brasas Egido, Fernando Labrada. Pintor y grabador, Valladolid, Familia Labrada, 1993.
José Carlos Brasas Egido
