Alfonso IV de Portugal. El Bravo. Lisboa (Portugal), 8.II.1291 – 28.V.1357. Rey de Portugal.
Hijo del rey Dionís de Portugal y de la reina santa Isabel, nació en Lisboa el 8 de febrero de 1291. Se casó en 1309, a los dieciocho años de edad, con Beatriz, hija de Sancho IV de Castilla y de la reina María de Molina. Aun siendo infante y sin que pudiera soportar el afecto que su padre el Rey dispensaba a sus hijos ilegítimos (que desempeñaban importantes cargos en la Corte regia) y de un modo particular al mayor, Alfonso Sanches, de quien tenía muchos celos, se sublevó contra su padre y originó una guerra civil que duró seis años, de 1319 a 1324. El heredero de la Corona se sentía amenazado en su porvenir como futuro rey de Portugal. Sentía en particular el peligro que representaba la nobleza, la cual aspiraba a constituir potentados territoriales con características feudales.
Cuando la guerra se presentaba con mayor intensidad, con gran destrucción y muerte, y en el momento en que se preparaba una batalla campal entre el Rey y su hijo en Alvalade (Lisboa), se consiguió la paz de 27 de febrero de 1324 gracias a la intervención pacificadora de la reina Isabel.
Tras el fallecimiento del rey Dionís, el 6 de enero de 1325, el príncipe fue aclamado Rey en las Cortes de Évora de ese mismo año. Una de las decisiones adoptadas por el nuevo monarca consistió en condenar al destierro a su hermano natural, Alfonso Sanches, sobre el cual dictó la sentencia de destierro perpetuo con la confiscación de todas sus propiedades existentes en Portugal. Ofendido con el acto arbitrario de su hermano, Alfonso Sanches invadió Portugal a través de la frontera de Braganza, donde causó innumerables muertes. Esta acción militar fue complementada por un pequeño ejército comandado por su hijo Alfonso de Alburquerque, el cual causó numerosas destrucciones en tierras portuguesas del río Guadiana. Con el intento de anular este ataque, Alfonso IV nombró al maestre de Avis Gonzalo Vaz, frontero de Ouguela.
Los resultados redundaron en un fracaso en la medida en que el ejército del maestre de Avis sufrió una clamorosa derrota. A su vez, Alfonso IV reaccionó al atacar las tierras castellanas de Alburquerque y con el asedio del castillo de Codeceira, el cual, después de una larga resistencia, tuvo que rendirse en 1326 debido al hambre que sufrían los sitiados. Alfonso Sanches tuvo que abandonar su campaña militar debido a una enfermedad prolongada. El Rey regresó a Lisboa y poco después se firmó la paz debido en buena medida a la intervención de la reina Isabel. Al infante le fueron restituidos los bienes patrimoniales que Alfonso IV le había quitado.
Años atrás terminó la guerra civil. El rey de Castilla, Fernando IV, murió en Jaén el 9 de septiembre de 1312. Su hijo Alfonso XI, apenas con trece meses de edad, fue aclamado por su tío el infante Pedro. De nuevo surgían los antiguos problemas. Los poderosos disputaban entre sí la tutela del rey, prevaleciendo así un ambiente de intrigas y violencia. La situación de desorden que predominaba en la Corona castellana obligó a muchas personas a abandonar el país y refugiarse en Portugal y Aragón. Era éste el cuadro político en el momento en que Alfonso XI, en 1325, alcanzó la mayoría de edad y asumió las condiciones de gobernar su reino. Alcanzado el momento de la subida al poder, y cuando Alfonso XI se disponía a asumir en plenitud sus funciones, aparecieron de nuevo ambiciones mal contenidas. Así, Juan Manuel y Juan el Tuerto, conjurados, alimentan sus ambiciones.
Estos infantes se unen contra el Rey y alimentan el proyecto de la boda de Constanza, ya viuda, hija de Juan Manuel, con Juan el Tuerto. Alfonso XI, enterado del proyecto y dispuesto a deshacer el intento, se dispone a esposarse con Constanza, que debido a su tierna edad tardaría muchos años en consumar el matrimonio. Dando muestras de resentimiento, Juan el Tuerto buscó la amistad de Jaime II de Aragón y Alfonso IV de Portugal.
Conocedor de la trama, Alfonso XI atrajo a Valladolid a Juan el Tuerto y mandó que lo apuñalaran en el pazo real el 31 de octubre de 1326. Enseguida planeó su casamiento con la infanta María, hija de Alfonso IV. Para ello, envió dos embajadores a Coimbra, encargados de negociar la boda, que se celebró en la villa de Alfaiates, junto a la frontera, en el año 1328.
En 1330 Alfonso XI se apasionó por Leonor de Guzmán, hija de Pedro Núñez de Guzmán y de Beatriz Ponce de León, mujer de rara belleza, de quien tuvo varios hijos. La joven Leonor de Guzmán, de dieciséis años de edad, despertó una enorme pasión en el Monarca, el cual invocaba el disgusto por no tener un hijo de la Reina al cabo de dos años. Ésta tuvo un hijo, Fernando, en 1332, el cual apenas vivió un año. Pasados dos años, la Reina dio a luz un nuevo hijo, Pedro, que sucedió a su padre y sería conocido como Pedro el Cruel.
Alfonso IV disimulaba con dificultad el disgusto que le causaban los malos tratos que su yerno dispensaba a su hija. Trató de negociar la boda de su hijo, el príncipe heredero Pedro, con la hija de Juan Manuel, Constanza, que anteriormente había sido repudiada por Alfonso XI. El acuerdo entre las dos partes se cerró en la ciudad de Estremoz en febrero de 1336. El rey de Castilla se opuso a que Constanza pudiese transitar a través de su reino camino de Portugal, lo que provocó la ira de Alfonso IV. Mientras tanto, empezó la guerra, haciéndose acompañar el rey de Portugal por un numeroso ejército que desde Badajoz fustigó las tierras de Castilla, donde sufrió una derrota en Villanueva de Barcarrota. En el norte fuerzas castellanas invadieron Portugal y alcanzaron en su incursión la ciudad de Oporto. Otros combates se entablaron en el mar. La guerra duró hasta el verano de 1338. Gracias, sobre todo, a la intervención del papa Benito XII se alcanzó la paz, firmada en Sevilla el 10 de julio de 1339.
Desde la primavera de 1339 sonaban rumores de que los musulmanes se preparaban para la invasión de los estados cristianos de la Península Ibérica. Alfonso XI pidió auxilio al rey de Aragón para rechazar a los atacantes. Los cristianos ganaron en los combates terrestres, pero sufrieron derrotas en el mar. La escuadra castellana sufrió una derrota el 4 de abril de 1340. En situación difícil Alfonso XI envió a su mujer María a Portugal con una petición de auxilio.
Apresuradamente Alfonso IV se puso camino de Sevilla con un ejército de mil lanzas. La reunión de los ejércitos de Alfonso IV y de Alfonso XI se produjo el día 20 de octubre. Diez días más tarde alcanzaban una clamorosa victoria en el río Salado.
Alfonso IV fue un buen monarca, a quien cumplió ordenar el territorio e imponer su autoridad. Sufrió durante su reinado dos enormes calamidades: el hambre de 1333 y la peste negra de 1348. Murió en Lisboa el 28 de mayo de 1357.
Bibl.: Ruy de Pina, Crónica de el Rey Dom Afonso o Quarto, Lisboa, Biblión, 1936; Crónicas dos Sete Primeiros Reis de Portugal, ed. crítica de C. da Silva Tarouca, vol. II, Lisboa, Academia Portuguesa da História, 1952; D. Catalán (ed.), Gran Crónica de Alfonso XI, vols. I y II, Madrid, Gredos, 1977; J. Veríssimo Serrão, História de Portugal, vol. I, Lisboa, Verbo, 1977; A. de Sousa, História de Portugal, dir. de J. Mattoso, vol. II, Lisboa, Círculo de Leitores, 1993.
Humberto Baquero Moreno