Beatriz de Castilla. Toro (Zamora), 1293 – Évora (Portugal), 18.I.1357. Infanta de Castilla y Reina de Portugal.
Nació en Toro en 1293, hija del rey de Castilla Sancho IV el Bravo, y de María de Molina. Se casó con el rey de Portugal Alfonso IV, el 12 de septiembre de 1309. Esta infanta castellana recibió numerosas donaciones. Siendo su marido infante, le concedió el 30 de octubre de 1321 la villa de Viana do Alvito con su jurisdicción civil y criminal. También su suegro, el rey Dionís, hizo concesión a su nuera, como arras matrimoniales, de las ciudades y villas de Gaia, Vila Viçosa y Vila Real, aunque posteriormente fueron cambiadas Gaia y Villa Nova por la villa de Sintra. La donación del rey Dionís ocurrió el 23 de octubre de 1323. La permuta fue concedida por Alfonso IV el 26 de mayo de 1334. El monarca, el 5 de noviembre de 1337, le concedió las tierras de Atalaia.
El 22 de octubre de 1351, Alfonso IV confirmó a su mujer todas las gracias, libertades y privilegios que habían sido otorgados por su padre Dionís a su nuera.
El 7 de abril de 1357, la Reina recibió de su hijo, el rey Pedro I, la villa de Torres Novas. Su hijo, el 21 de agosto de 1358, le hizo confirmación de la villa de Viana do Alvito.
La guerra civil que estalló entre Alfonso, marido de Beatriz, y el rey Dionís causó muchos disgustos a la infanta castellana y aun a su suegra santa, Isabel. Dos años después de la muerte del rey Dionís, en 1323, el rey de Castilla Alfonso XI solicitó a los reyes de Portugal su permiso para casarse con su hija María.
El contrato del matrimonio impuso condiciones que obligaban a ambas partes como rehenes, además de la entrega de tierras y castillos. Una de las cláusulas matrimoniales más curiosas establecía que, aunque el Papa no concediese dispensa, considerando que los novios eran primos, el matrimonio tendría validez hasta la muerte de los cónyuges. La infanta María fue conducida por sus padres, en 1328, hasta Sabugal.
En la comitiva se integraba la reina viuda Isabel.
Vino a esa villa también Alfonso XI, acompañado por su hermana, la infanta Leonor. Las fiestas de la boda duraron algunos días y cuando los novios volvieron a Castilla, la reina Beatriz los acompañó hasta Ciudad Rodrigo. María, a los catorce años, se convertía en la reina de Castilla.
Los malos tratos que el rey de Castilla causó a su joven mujer, debido a la estrecha relación del monarca castellano con Leonor de Guzmán, causaron gran irritación en Alfonso IV. La guerra entre los dos reinos estalló en 1336. Esta situación fue agravada por la oposición de Alfonso XI a la boda de Constanza Manuel con el infante Pedro, heredero de la corona de Portugal. Al verificar la reina Beatriz los estragos que esta guerra causaba, decidió encontrarse con Alfonso XI en Badajoz. La intervención de la Reina junto a su yerno redundó en un fracaso, al llegar Alfonso XI a exigir, para la obtención de la paz, la entrega de Serpa, Moura y Mourão. Regresó Beatriz a Portugal profundamente desilusionada.
Al cabo de muchas hostilidades y después de largas negociaciones, entre las que destacaron las intervenciones del papa Benedicto XII y de Carlos VII, rey de Francia, se consiguió la paz, firmada en Sevilla el 10 de julio de 1340. Uno de los motivos justificativos de las paces firmadas en Sevilla se relaciona con los rumores que circulaban desde la primavera de 1339, acerca de que el rey moro de Marruecos concentraba fuerzas en Algeciras y Gibraltar con la intención de invadir la Península ibérica. Alfonso XI hizo una alianza con el rey de Aragón, Pedro IV, para afrontar la amenaza. Al estrecho de Gibraltar fue enviada una escuadra castellano-aragonesa con el intento de impedir el desembarque. Con la retirada de los aragoneses en febrero de 1340, la escuadra castellana se encontró ante la presencia de doscientas cincuenta velas musulmanas.
Debido a su inferioridad numérica, la escuadra castellana fue derrotada el 4 de abril de 1340.
A propósito de lo sucedido, el papa Benedicto XII escribió una carta a Alfonso XI en la que le reprochaba su escandalosa conducta con su amante Leonor de Guzmán. Gracias a la influencia de Beatriz, su marido Alfonso IV envió una armada en auxilio de su yerno, mientras que los portugueses se quedaban por Cádiz.
Los moros iniciaron el cerco de Tarifa. Alfonso XI avanzó con sus hombres y partió en auxilio de los sitiados de esa plaza fuerte. Agobiado, solicitó auxilio a sus suegros, Alfonso IV y Beatriz. Alfonso IV, acompañado de mil lanzas, se dirigió a Sevilla. El 20 de octubre salieron de esta ciudad los dos Alfonsos. Al aproximarse el ejército cristiano, decidieron los moros levantar el cerco de Tarifa. Moros y granadinos ocuparon lugares estratégicos en elevaciones junto al río Salado. Mientras Alfonso XI acometía a las tropas mauritanas, Alfonso IV procedía contra las granadinas.
La batalla del Salado, ocurrida el 30 de octubre de 1340, representó una enorme victoria para los cristianos, después de un sangriento combate que significó innumerables muertes en ambos bandos. Alfonso IV no aceptó recibir una buena parte del expolio que su yerno le ofreció, alegando que su participación en el combate había sido en honor a Dios.
Simbólicamente, se llevó como cautivo a un príncipe musulmán que había aprisionado y algunas espadas y banderas que tomó al enemigo.
Beatriz vivió algunos años más. Su muerte ocurrió en Lisboa el 25 de octubre de 1359, cuando llevaba sesenta y seis años de vida. Fue sepultada en la capilla mayor de la seo de Lisboa, junto a la tumba de su marido.
Doña Beatriz tuvo numerosa descendencia. El primogénito, Alfonso, nació en la villa de Penela en 1318 y murió niño. Fue sepultado en el monasterio de Santo Domingo de Santarém. Dionís nació en Santarém el 12 de febrero de 1317. Murió un año después de haber nacido. Fue enterrado en el monasterio de Alcobaça a los pies de su bisabuelo, el rey Alfonso III. Juan nació el 23 de septiembre de 1326. Falleció el 21 de julio del año siguiente. Fue sepultado en Odivelas junto al rey Dionís. Pedro nació en Coimbra el 8 de abril de 1320 y sucedió en el trono a su padre. María nació en 1313 y casó en 1328 con Alfonso XI de Castilla, quien falleció el 18 de enero de 1350, víctima de la peste negra. Fue madre de Pedro el cruel que la colmó de disgustos. Una vez en Toro, su hijo, en su presencia, mató a varios nobles. La Reina no pudo soportar la violencia de su hijo y cayó por tierra en un desmayo. No pudiendo tolerar aquellos espectáculos de violencia pidió a su hijo regresar a Portugal, lo que le fue concedido. Falleció en Évora el 18 de enero de 1357, a los sesenta y cuatro años. Isabel nació el 22 de diciembre de 1324, y falleció el 11 de julio, fue sepultada en el monasterio de Santa Cruz de Coimbra. Leonor nació en 1328. Eduardo III de Inglaterra mandó en 1346 negociar la boda de esta infanta con el príncipe de Gales. No se llegó a concretar este matrimonio porque, mientras tanto, se acordó el enlace de Leonor con Pedro IV de Aragón. Este matrimonio, contraído el 15 de noviembre de 1347, apenas duró hasta octubre del año siguiente, debido a la muerte de la reina Leonor en la villa de Exerica.
Bibl.: J. de Barbosa, Catalogo Chronologico das Rainhas de Portugal y seus filhos, Lisboa, Officina de Joseph Antonio da Silva, 1727; F. de Fonseca Benavides, Rainhas de Portugal, t. I, Lisboa, Imprensa Lithera-rio-Commercial, 1878; R. de Pina, Crónica de el Rey Dom Afonso o Quarto, Lisboa, Biblion, 1936; D. Catalán (ed.), Gran Cronica de Alfonso XI, vols. I y II, Madrid, Gredos, 1977.
Humberto Baquero Moreno