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Juan Gregorio Muniain Panigo

Biografía

Muniáin Panigo, Juan Gregorio. Falset (Tarragona), 10.IX.1699 – Madrid, 14.I.1772. Militar, secretario de Estado de Guerra de Carlos III, caballero de la Orden de Santiago.

Juan Gregorio Muniáin nació en Falset (Cataluña) en el seno de una familia de tradición militar. El padre, Juan de Muniáin, era natural de Pamplona, de familia hidalga aunque no acomodada, procedente de los pueblos de Muniáin y de Urdániz (Navarra); llegó a ser teniente coronel de Dragones, agregado al Estado Mayor de Valencia. La madre, María Panigo, había nacido en Alforja (Tarragona), aunque sus padres eran ambos italianos, nacidos en los estados de Milán, pero instalados en Falset desde los años 1670.

Desarrolló una típica carrera militar, ingresando muy joven en el Ejército (1716) y participando en diversas acciones de guerra en el Mediterráneo. En 1743 era coronel del Regimiento de Dragones de Orán cuando la firma del Segundo Pacto de Familia, entre Luis XV de Francia y Felipe V, extendió la Guerra de Sucesión de Austria (1740-1748) a la península italiana. Ese mismo año había sido destinado a la plaza de Cartagena de Indias, con expectativa de ejercer como gobernador, pero no llegó a tomar posesión. El príncipe Felipe de Borbón, casado con una hija del rey francés, aunque no pudo recuperar el Milanesado, se afianzó, gracias a la paz firmada en Aquisgrán (1748), como duque de Parma, Plasencia y Gastalla. Durante estos años, entre 1743 y 1749, Juan Gregorio Muniáin fue su secretario de Estado y Guerra. Probablemente, también por entonces debió de conocer personalmente a Pedro Pablo Abarca de Bolea, futuro conde de Aranda, que en este mismo escenario hizo sus primeras armas.

En la guerra de Parma ascendió a brigadier de Dragones y alcanzó el grado de mariscal de campo (1745). Ese mismo año ingresó como caballero de la Orden de Santiago, en la que llegó a ser comendador de la encomienda de Bienvenida (1754). Ejerció durante años el mando directo de tropas en dos territorios fronterizos, en los que alcanzó los más altos grados de teniente general (1754) y de capitán general (1767). Primero fue nombrado gobernador político y militar de la plaza y ciudadela de Pamplona (5 de diciembre de 1753), desde donde se le encomendó la comandancia general del Ejército y provincia de Extremadura (22 de enero de 1760), en un momento de tensión y guerra contra Portugal.

Los motines de 1766 propiciaron la expulsión del marqués de Esquilache, que hubo de ser sustituido en las Secretarías de Hacienda y de Guerra. Para la primera se nombró al navarro Miguel de Múzquiz, que entonces ocupaba el cargo de oficial mayor de aquella secretaría, y para la segunda parece que se pensó en el conde de Aranda, que estaba de gobernador en Valencia. Finalmente Aranda fue llamado como presidente del Consejo de Castilla y se confió el 3 de abril de 1766 la Secretaría de Guerra a Juan Gregorio Muniáin, que era comandante general de Extremadura.

En ese cargo permaneció hasta su muerte. Además de su experiencia de gobierno en Parma, debió de contar su buena relación con Aranda y su condición de hombre moderadamente reformista. Melchor de Macanaz le había dedicado una colección de máximas y reflexiones con el título de Carta y diseño para que un primer ministro o secretario lo sea con perfección.

Una sorda rivalidad política entre el secretario de Estado, Jerónimo Grimaldi, y el presidente del Consejo de Castilla, el conde de Aranda, llenó los años de Muniáin al frente de la Secretaría de Guerra. Su proximidad al partido “aragonés”, probablemente, se sustentaba sobre todo en una afinidad personal y profesional con Aranda. Muniáin tomó parte de la Junta Real que examinó la consulta del Consejo Extraordinario sobre los motines de 1766, que proponía la expulsión de los jesuitas de los reinos de España. Durante su secretaría culminaron algunas importantes reformas organizativas, en las que se venía trabajando y que tenían precedentes desde principios de siglo. El 22 de octubre de 1768 se aprobaron unas novedosas “Ordenanzas de SM para el régimen, disciplina, subordinación y servicio de sus ejércitos”, que abarcaban los más variados aspectos de la vida militar. Y el 13 de noviembre de 1770 se publicó, bajo su impulso, una Real Ordenanza de quintas, que implantaba este sistema como el ordinario para el reemplazo de los regimientos. También en 1730, 1741 y 1745 se habían publicado cédulas de reclutamiento por quintas —sorteo entre mozos físicamente hábiles que no estuvieran exentos por diversos motivos—, pero por un número reducido de plazas y con carácter excepcional. El decreto levantó una fuerte oposición popular en Cataluña, donde se suspendió su aplicación, y una vigorosa reacción foral en Navarra y en las provincias exentas. En 1771 Muniáin ingresó como caballero de la Orden de Carlos III.

Juan Gregorio Muniáin murió después de una corta enfermedad. Su compañero, el aragonés Manuel de Roda, secretario de Gracia y Justicia, temió que se nombrara a O’Reilly para sustituirle, pero finalmente ocupó el cargo Antonio Funes de Villalpando, conde de Ricla, que era capitán general de Barcelona.

 

Fuentes y bibl.: Archivo Histórico Nacional, Órdenes Militares, Santiago, exp. 5604 (1745).

J. A. Escudero, Los orígenes del Consejo de Ministros. La Junta Suprema de Estado, vol. I, Madrid Editora Nacional, 1979, págs. 104-108; J. M. Cuenca Toribio y S. Miranda García, El poder y sus hombres. ¿Por quiénes hemos sido gobernados los españoles? (1705-1998), Madrid, Actas, 1998, págs. 682- 685; Base de datos “Fichoz” (Grupo PAPE).

 

Alfredo Floristán Imízcoz