Chinchilla Díez de Oñate, José. Marbella (Málaga), 30.III.1839 – Madrid, 11.III.1899. Teniente general del Ejército y ministro.
Hijo de Juan Chinchilla y Manuela Díez de Oñate, ingresó en el Ejército como subteniente de Infantería en 1855. En los sucesos de julio de 1856 combatió a los sublevados en las calles de Madrid. El 16 de junio de 1857 acompañó como ayudante de campo al general Serrano a la isla de Cuba, el 27 de octubre de 1859 fue nombrado capitán de Infantería del ejército de Cuba y en 1860 hizo la campaña de Santo Domingo, consiguiendo el empleo de comandante. También tomó parte en la expedición de Prim a México (1862), y al retirarse las tropas españolas retornó a Santo Domingo.
Como ayudante del general Serrano cooperó en sofocar la sublevación de los sargentos del cuartel de San Gil el 22 de junio de 1866, con tal arrojo que fue promovido a teniente coronel. En 1867, un incidente con el alcalde del pueblo de Monasterio (Burgos) le valió un serio correctivo. Siendo coronel con el grado de brigadier, el Gobierno provisional le nombró, por Decreto de 25 de noviembre de 1868, ministro suplente del Tribunal Supremo de Guerra y Marina. Retornó a Cuba con el grado de coronel y, al ser herido de gravedad en la acción de La Sierrecita (4 de mayo de 1870), alcanzó el empleo de brigadier el 22 de mayo de 1870, en recompensa a los servicios prestados contra los insurrectos cubanos. Por las acciones de Morón y Ciego de Ávila, desarrolladas en Cuba en enero de 1871, obtuvo la Gran Cruz del Mérito Militar el 18 de julio de ese año.
Retornó a España en pleno apogeo de la Guerra Carlista, y fue nombrado jefe de la Brigada de Vanguardia del Segundo Cuerpo de Ejército. Entre otros combates se distinguió en el de San Pedro Abanto (25 a 27 de marzo de 1874), por el que fue ascendido por Serrano a mariscal de campo el 30 de abril de 1874.
Tras desempeñar el cargo de comandante en jefe del campo de Gibraltar desde el 30 de octubre al 8 de diciembre de 1874, la Restauración alfonsina le obligó a quedar en situación de cuartel en Andalucía. El 22 de mayo de 1881 volvió a Cuba, para desempeñar la comandancia general de Las Villas y el cargo de segundo cabo de la isla, además del de subinspector de las armas de Infantería, Caballería y Milicia desde el 14 de febrero de 1882 hasta el 22 de octubre de 1883. El 7 de enero de 1884 ascendió a teniente general por méritos de guerra, y fue nombrado capitán general de las islas Canarias el 17 de noviembre, cargo del que dimitió el 12 de septiembre de 1885. Desde el 4 de febrero de 1886 al 18 de enero de 1888 fue capitán general de Aragón, y director general de la Guardia Civil desde el 13 de enero al 11 de diciembre de 1888, cuando Sagasta lo nombró ministro de la Guerra, cargo que desempeñó hasta el 21 de enero de 1890.
El 25 de febrero de 1890 fue nombrado capitán gobernador general y capitán general de Cuba. Combatió con eficacia un aparatoso incendio declarado en La Habana el 17 de mayo y dimitió el 31 de julio del mismo año. De vuelta a la Península, el 20 de enero de 1893 fue nombrado capitán general de Andalucía, cargo que desempeñó hasta el 30 de agosto cuando fue nombrado comandante en jefe de Segundo Cuerpo del Ejército, además de capitán general de Sevilla y Granada. Tras los incidentes de Melilla de fines de octubre de 1893, fue nombrado comandante en jefe del Ejército de África por Real Orden de 3 de enero de 1894, cargo que desempeñó hasta la disolución de esa fuerza el 31 de marzo de 1894.
Pasó luego a desempeñar los cargos de capitán general de Castilla la Nueva y Extremadura y comandante en jefe del Primer Cuerpo de Ejército (9 de junio de 1898 a 26 de octubre de 1898), y de nuevo la dirección general de la Guardia Civil desde el 8 de febrero de 1899 hasta su fallecimiento en su domicilio madrileño de la travesía de Trujillos. Fue senador del reino por la provincia de La Habana (Cuba) en la legislatura de 1887-1888, y senador vitalicio desde el 30 de marzo de 1894.
Se casó en junio de 1871 con Ana del Valle e Yznaga (fallecida en mayo de 1891). Su hermano Joaquín fue diputado a Cortes, gobernador electo de la provincia de Granada, comisario general de los Santos Lugares de Jerusalén, desde el 6 de noviembre de 1868 hasta el 24 de marzo de 1870, y oficial segundo de la clase de Primeros en comisión del Ministerio de Estado, desde el 28 de enero de 1871 hasta el 15 de marzo de 1873.
Entre sus distinciones destacan la Cruz de San Fernando de 1.ª clase (22 de febrero de 1864) en recompensa por su acción en los sucesos de Madrid del 14 al 16 de junio de 1856, mientras era ayudante del capitán general Serrano; la Orden del Mérito Militar de 1.ª clase (Real Orden de 13 de noviembre de 1864) por el ataque de las trincheras frente a Puerto Plata; la Cruz del Mérito Militar (8 de noviembre de 1868) por la defensa de Santoña frente a los carlistas; el título de comendador de número extraordinario de Isabel la Católica (10 de noviembre de 1868); la Gran Cruz de Isabel la Católica (14 de noviembre de 1871, con título otorgado el 28 de mayo de 1871); la Cruz Sencilla de la Orden Militar de San Hermenegildo (1 de febrero de 1876); la Placa de San Hermenegildo (23 de diciembre de 1881); la Medalla conmemorativa del Sitio de Bilbao y de la Guerra Civil de 1873-1874 (1883) y la Gran Cruz de San Hermenegildo (23 de diciembre de 1886).
Fuentes y bibl.: Archivo del Ministerio de Asuntos Exteriores, Condecoraciones, caja 179, caja 252, exp. 11, y caja 256, exp. 5; Personal, exp. 3576; Servicio Histórico Militar, Exps. Personales, rollo 17.
G. Bleiberg (dir.), Diccionario de Historia de España, Madrid, Alianza, 1981; J. M. Cuenca Toribio y S. Miranda García, El poder y sus hombres. ¿Por quiénes hemos sido gobernados los españoles? (1705-1998), Madrid, Actas, 1998; J. L. Isabel Sánchez, Caballeros de la Real y Militar Orden de San Fernando (Infantería), t. II-1, Madrid, Ministerio de Defensa, 2003, págs. 207 y 208; A. Ceballos-Escalera Gila, C. García de la Pedrosa Campoy y L. F. Cercós García, Las reales Órdenes Militar y Naval de María Cristina. La Cruz de la Guerra, Madrid, Palafox y Pezuela, 2005, págs. 22 y 81.
Eduardo González Calleja