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Antonio de Rincón

Biografía

Rincón, Antonio de, Valladolid, ú. t. s. XV – Piamonte o Milanesado (Italia), VI.1541. Excomunero, agente y embajador de Francisco I en Europa oriental y Turquía, considerado traidor y espía por los imperiales de Carlos V, exiliado en Francia.

Antonio de Rincón era un excomunero de Valladolid, al decir de los servicios de información del embajador imperial en Venecia Rodrigo Niño, refugiado en Francia y puesto al servicio de Francisco I a partir de 1522, según J. Jacquart en su biografía del rey de Francia Francisco I. Fue portador de dinero francés para el nuevo rey de Hungría Juan Zalpolya (Juan I), emparentado con los Jaguellones de Polonia, a raíz de la batalla de Mohacs en 1526 y la muerte del rey Luis, emparentado con los Habsburgos. Sus misiones como agente de Francisco I de Francia en Polonia y Hungría estuvieron en el marco de esta compleja cuestión sucesoria, que terminó con el dominio de los turcos sobre la mayor parte de Hungría. La primera embajada de Rincón ante el sultán Solimán, a través de Venecia, en plena expedición contra Austria del sultán otomano, fue recibida en Belgrado a primeros de julio de 1532 con toda solemnidad y formulaciones de amistad hacia el rey de Francia por parte de Solimán; los motivos oficiales eran pacificadores, intentar evitar el avance turco sobre Viena e intentar acordar a los dos contrincantes, Juan Zapolya y Fernando de Habsburgo, pero en los medios imperiales se dijo que era para establecer acuerdos entre Francia y Turquía, acuerdos que los franceses oficialmente siempre negaron.

Los agentes y oficiales de Carlos V, los imperiales, intentaron evitar el paso de Rincón a Levante y los franceses debieron poner medios para su seguridad, sobre todo a causa de sus meses de enfermedad en Venecia o en Ragusa. En años posteriores siguió participando en misiones francesas, cerca de Jeredín Barbarroja, en el momento de su ascenso a almirante de la flota otomana. En el marco del enfrentamiento entre otomanos e imperiales en torno a Castilnovo, en la primavera de 1538, Rincón realizó su segunda gran embajada ante el sultán Solimán, en Estambul y en Andrinópolis, sustituyendo a Charles de Marillac, pariente y sucesor del humanista y embajador en Estambul Jean de la Forest; Antonio de Rincón realizará en esa ocasión su misión diplomática más eficaz, mediando y facilitando la paz turco-veneciana que apartaba a Venecia de la liga con los imperiales. Estuvo en la Corte otomana —la Puerta— hasta el invierno de 1541; su entrevista final con el sultán Solimán, en el otoño anterior, antes de volver a Francia, fue muy cordial y de horas de duración, lo que no había sucedido antes ni con embajadores musulmanes ni cristianos, como resaltaron entonces en los medios diplomáticos.

El regreso, sin embargo, fue muy accidentado ante la presión de los imperiales que ya hablaban a las claras de un Rincón traidor y forajido; Rincón llegó a Venecia en una fusta veneciana protegida por dos bergantines y el consejo veneciano de Pregai aprobó —de ciento treinta y ocho bolas emitidas sólo hubo cinco negativas, y de ellas tres nulas — la protección de Rincón y la aceptación de la paz turco-veneciana. El regreso a Francia lo hizo por Suiza, evitando territorios imperiales, y con la protección del capitán César Fragoso, un exiliado genovés al servicio de venecianos y franceses. En la primavera de 1541, después de llevar su embajada a Francisco I y rendir cuentas de ella — publicadas por E. Charrière y muy expresivas sobre el desarrollo de su misión en Estambul—, intentó volver a Levante vía Venecia; el viaje decidió hacerlo a través del norte de Italia, a pesar de las opiniones contrarias de muchos de los oficiales franceses de Turín. Desde el Piamonte, en compañía de César Fragoso, se embarcó en unas barcazas para navegar río abajo el Po y en el Milanesado desapareció con su compañero de expedición Fragoso, se dijo que a manos de agentes del gobernador de Milán, el marqués del Vasto, aunque los imperiales siempre lo negaron oficialmente. Unos meses después Carlos V respondía a la aproximación franco-turca con la expedición contra Argel de octubre de 1541, y al año siguiente de nuevo estallaba una guerra franco-imperial, entre las razones aducidas por Francisco I estaba la muerte de su embajador Rincón.

En sus misiones en Europa oriental y en Turquía, trató con singulares personajes de frontera como el embajador húngaro, pasado del servicio de Juan Zapolya al servicio de los Habsburgos, Jerónimo Laski, o los hijos del dux veneciano Andrea Griti, Aloisio, Lauren y Georges Griti; también a los Bajaes Ibrahim, Lufti y Ajax.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General de Simancas, Estado, legs. 1308 y ss. y 1374 y ss.

E. Charrière, Negotiacion de la France dans le Lévant, Paris, 1840-1860, 4 vols.; J. Jacquart, François Ier, Paris, Fayard, 1981; A. Clot, Soliman le Magnifique, Paris, Fayard, 1983; E. Sola Castaño, El traidor Rincón, de los comuneros de Medina del Campo, y el Griti con los forajidos napolitanos y Picaresca en la liberación de cautivos en Estambul y una evocación de Antonio Rincón en la ciudad, por el vicecastellano de Otranto, Baltasar de Navarrete, 2002 y 2003 (en www.archivodelafrontera.com ).

 

Emilio Sola Castaño