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Fernando de Grijalva

Biografía

Grijalva, Fernando de. ?, p. s. xvi – Océano Pacífico, 1537. Marino, explorador de la costa noroeste de América.

En 1533 Hernán Cortés lo facultó para explorar la costa norte del Pacífico mexicano. Y con cuatro navíos partió rumbo a las costas de la Península de California, que él siempre consideró una isla. De hecho, las aguas que la rodeaban fueron conocidas en su época como el Mar de Cortés. Tres de los cuatro navíos ser perdieron en la travesía, regresando sólo el capitaneado por Grijalva. Y aun así, este navío, el San Lázaro, fue confiscado temporalmente por Nuño de Guzmán, presidente de la Audiencia mexicana.

Pero Cortés no desistió en su afán de explorar nuevas áreas, con vistas a crear un fructífero comercio.

Entre 1535 y 1536 decidió descubrir la costa del mar del Sur. Para ello se pertrecharon tres navíos intitulados con nombres de santos: Santa Águeda, San Lázaro y Santo Tomás. En la bahía de Santa Cruz desembarcaron el 3 de mayo de 1535. A ese mismo punto se dirigió Hernán Cortés por tierra, tomando posesión oficial de dicha bahía. Después de dejar allí a treinta españoles y víveres para casi un año, volvió a México, aunque con la intención de regresar de nuevo a Santa Cruz con una armada más poderosa. En abril de 1536, las naves de Grijalva llegaron por fin al puerto de Acapulco.

Pocas semanas después, estando Cortés precisamente en Acapulco, recibió una carta de su primo Francisco Pizarro, pidiéndole auxilio, pues “estaba cercado en la ciudad de los Reyes”. Y de forma inmediata el marqués del Valle le encargó la tarea de aprovisionar de pertrechos y soldados a su pariente.

De camino, quería averiguar dos cosas: una, la posibilidad de establecer un flujo comercial permanente entre Nueva España y el Perú. Y dos, explorar la costa del Poniente, buscando unas islas en las que existía mucho oro.

Nuevamente, encargó dicha misión a Grijalva. Éste zarpó, con dos barcos cargados con sesenta soldados, caballos, armas y algunas otras mercancías. La llegada al puerto de Callao se hizo sin contratiempos significativos y cumplió con sus objetivos, remitiendo de vuelta a Nueva España uno de sus barcos, cargados con mercaderías del Perú. Este barco arribó al puerto de Acapulco, cargado de mercancías. El tercer objetivo quedó inconcluso por irreal. En solitario, Grijalva con su navío se adentró en el Pacífico en busca de las ansiadas islas. Otro dorado que ahora se ubicaba en medio del recóndito océano Pacífico. Obviamente el proyecto resultó un fracaso. Grijalva navegó hasta los 29º latitud Sur, pero no logró su objetivo.

Los vientos contrarios retrasaron enormemente el retorno, por lo que la tripulación se amotinó. Todo parece indicar que Grijalva murió asesinado en dicho tumulto. Casi un año después arribó el navío a una de las islas Molucas, con tan sólo una decena de supervivientes.

Éstos no corrieron mejor suerte, pues unos fueron asesinados y otros sometidos a esclavitud por los indios.

 

Bibl.: C. Pereyra, Hernán Cortés, Buenos Aires, Espasa Calpe Argentina, 1942; W. Borah, Comercio y navegación entre México y Perú, México, Instituto Mexicano de Comercio Exterior, 1975; M. León-Portilla, Hernán Cortés y la Mar del Sur, Madrid, Ediciones Cultura Hispánica, 1985; J. L. Martínez, Hernán Cortés, México, Fondo de Cultura Económica, 1990; VV. AA., Personajes de la Historia de España, Madrid, Espasa Calpe, 1999; J. M. González Ochoa, Quién es quién en la América del Descubrimiento, Madrid, Acento, 2003.

 

Esteban Mira Caballos