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Luis Fermín Carvajal Vargas y Brun

Biografía

Carvajal-Vargas y Brun, Luis Fermín. Conde de la Unión (I). Lima (Perú), 27.IX.1752 – Roure (Francia), 20.XI.1794. General de División.

Hijo del teniente general Francisco Fermín Carvajal-Vargas, duque de San Carlos, y de Joaquina Ana Magdalena Brun.

En 1758, a los seis años, gracias a la influencia de su familia, fue nombrado caballero de la Orden de Santiago.

Ingresó en el Ejército el 1 de enero de 1766, como cadete en el regimiento de Reales Guardias Españolas y ascendió rápidamente a alférez de fusileros, el 14 de octubre de 1768; alférez de Granaderos, el 30 de octubre de 1773, y 2.º teniente de Fusileros, el 31 de julio de 1774.

Por Real Despacho del 2 de agosto de 1776, le fue otorgado el título de conde de la Unión.

Fue promovido a 2.º teniente de Granaderos, el 23 de abril de 1778, y al año siguiente se le distinguió con la encomienda de Sagra y Senté, de la Orden de Santiago, con una renta anual de 19.823 reales de vellón.

El 5 de octubre de 1781 fue ascendido a primer teniente de Fusileros y cesó al año siguiente, en el Regimiento de Guardias, al ser nombrado teniente coronel en el Regimiento de Infantería de Mallorca (5 de febrero de 1782). Como tal tomó parte en el sitio de Gibraltar, donde mandó una columna de Granaderos y recibió el grado de coronel en la promoción del 1 de enero de 1783 y al mes siguiente obtuvo el mando del Regimiento (19 de febrero) a los treinta años de edad.

Finalizada la guerra fue destinado a la guarnición de La Coruña y marchó en 1784 a la plaza de Zamora, donde permaneció hasta mayo de 1786, cuando se trasladó a Navarra y de guarnición a Pamplona. Recibió el ascenso a brigadier de Infantería en la promoción del 14 de enero de 1789.

En 1790 se dirigió a Barcelona, pero en mayo recibió la orden de pasar a Cartagena y desde allí a Orán, asediada por las fuerzas del bey de Mascara. Marchó de refuerzo a esa plaza, adonde llegó el 21 de octubre de 1790, y se distinguió al frente de una columna de Granaderos y defendiendo el fuerte del Nacimiento.

Resultó herido en el ataque y le fue concedido el ascenso a mariscal de campo, el 26 de febrero de 1791.

Según la Gaceta de Madrid, del 1 de mayo de 1792, le fue concedida la llave de gentilhombre de cámara con ejercicio.

En 1793 fue nombrado primer gobernador de la fortaleza de San Fernando de Figueras, y luego marchó destinado al ejército del Rosellón, a las órdenes del general Antonio Ricardos. Tomó parte en la acción de Ceret, el 20 de abril de 1793, por lo que fue ascendido a teniente general el 18 de mayo.

Asistió a la rendición del castillo de Bellegarde, el 25 de junio, así como al bombardeo de Perpignan, el 17 de julio, y a la batalla de Truillas, el 22 de septiembre y seguidamente a la rendición de St. Ferreol, del 27 al 30 de noviembre. Por estas actuaciones se le concedió la Gran Cruz de Carlos III.

Tras la muerte del general Ricardos y de su sucesor, el conde de O’Reilly, se le dio el mando del ejército del Rosellón, el 4 de abril de 1794, así como la Capitanía General de Cataluña.

Sorprendido por el ataque del general Dugommier, se vio obligado a abandonar la posición del Boulou, el 30 de abril de 1794, perdiendo más de tres mil hombres, 150 cañones y la mayor parte del bagaje del ejército.

Se replegó a Cataluña, ya que la línea que había ordenado formar desde el puente de Ceret a Morellas, para proteger la retirada, no pudo ultimarse a tiempo.

Pocos días más tarde sufrió otro gran descalabro, al capitular el general Navarro, en Collioure, el 27 de mayo, con más de seis mil hombres.

Estos dos reveses debilitaron tremendamente al ejército español, que se retiró sobre las líneas de Figueras, para tratar de reorganizarse.

Con la intención de levantar el asedio con que los franceses cercaban el fuerte de Bellegarde, avanzó sobre San Lorenzo de la Muga, el 19 de mayo de 1794, donde obligó a retirarse a la división de Augereau y luego nuevamente en el mismo lugar, el 13 de agosto, donde las tropas españolas se retiraron tras un fuerte combate contra el general Dugommier. Combatió en la acción de Montoig, el 21 de septiembre, pero fue rechazado, teniendo que replegarse a las líneas de Figueras, donde atacado por el general Dugommier entre 17 y el 20 de noviembre, resultó muerto de un disparo de fusil, al adelantarse a efectuar un reconocimiento, cerca de la ermita de Roure, en la llamada batalla de la Montaña Negra. Tras su muerte, el Ejército, al mando interino del marqués de las Amarillas, abandonó esas líneas replegándose sobre Gerona.

El conde de la Unión, según Marcillac y otros historiadores de esta guerra, era un general valiente y de talento militar, de lo que dio prueba en la campaña de 1793. Era un excelente general de División, pero le faltaba la experiencia y decisión de un general en jefe, aunque tuvo que hacerse cargo de un Ejército que, tras los desastres del Boulou y de Collioure, se hallaba muy desorganizado y con la moral disminuida.

Su cuartel maestre general, Tomás Morla, fue también muy crítico, acusándole de extremadamente duro y altivo durante su mando.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), exp. personal C-1210; Archivo General de Simancas, Secretaría de Guerra, Hoja de servicio marzo de 1780, leg. 2588, CºV, Fl. 103; Archivo General de Palacio, Registro de la Estampilla, 14.X.1768, 5.X.1781, 5.II.1782, 1.I.1783, 26.II.1791, 18.V.1793.

Gaceta de Madrid, 22.II.1782, 3.I.1783, 25.II.1783, 16.I.1789, 1.III.1791, 1.V.1792, 28.V.1793; necrología, 3.II.1795; L. Marcillac, Historia de la guerra entre la Francia y la España durante la Revolución Francesa, Madrid, Imprenta de Repullés, 1815; Conde de Clonard, Historia orgánica de las armas de caballería e infantería española, regimiento de Mallorca, t. IX, Madrid, B. González Castillo, 1856; Servicio Histórico Militar, Campañas en los Pirineos a finales del siglo xviii, 1793-1795, Madrid, Estado Mayor Central del Ejército, 1949-1959; V. Cadenas y Vicent, Caballeros de la orden de Santiago. Siglo XVIII, t. IV, Madrid, Ediciones Hidalguía, 1979; Extracto de los expedientes de la orden de Carlos III, 1771- 1847, t. III, Madrid, Ediciones Hidalguía, 1981.

 

Alberto Martín-Lanuza