Fernández de Córdoba y Pacheco, Joaquín. Duque de Arión (VI). Madrid, 22.IV.1787 – 1.X.1871. Militar y senador.
Segundo hijo y primer varón de los nueve habidos en el matrimonio formado el 15 de abril de 1781 por María del Carmen Teresa Pacheco-Tellez-Girón y Fernández de Velasco y Zúñiga, V duquesa de Arión (Madrid, 5 de diciembre de 1765 – 5 de abril de 1828) —título con grandeza de España en que sucedió a su tío abuelo Martín Fernández de Velasco y Pimentel, XII duque de Frías—, y Manuel Antonio Fernández de Córdoba y Pimentel, VIII marqués de Mancera, también con grandeza de España, X marqués de Povar, IX marqués de Malpica, VII marqués de Montalbo, VIII conde de Gondomar (Madrid, 13 de junio de 1764 – 26 de septiembre de 1805).
En 1793, Joaquín Fernández de Córdoba y Pacheco, con tan sólo seis años, fue nombrado capitán del Regimiento de Infantería de las Órdenes Militares que mandaba su padre. Éste falleció en 1805, pero hasta 26 de noviembre de 1809 en que obtuvo la mayoría de edad no pudo su hijo sucederle en los títulos, casas y estados, salvo la merced de marqués de Povar que se reservó para la primogénita, María del Carmen Teresa Fernández de Córdoba y Pacheco, pero que al morir joven y soltera revirtió nuevamente a la línea.
Usó a partir de entonces el marquesado de Mancera como principal, pues era el IX marqués de esta denominación, X marqués de Malpica, XI marqués de Povar, VIII marqués de Montalbo, IX conde de Gondomar y XVII señor de Valdepusa. Para entonces ya había dado comienzo la Guerra de la Independencia y, desde el primer momento, el 2 de mayo de 1808, el duque de Arión luchó en el puente de Toledo de la capital, a la cabeza de un grupo de paisanos y soldados contra la invasión francesa. Pasó después al Ejército de Extremadura y fue ascendido a brigadier por méritos en la batalla de Medellín y a coronel tras el sitio de Gelves. Participó a continuación en las campañas de Talavera, Puente del Arzobispo y Ocaña, entre otras —lo que le valió la Cruz de distinción de Talavera de la Reina y otras por méritos de guerra—. Se incorporó más tarde al Ejército de Andalucía, destacando en los sitios de Málaga y del Campo de Gibraltar. Fue nombrado en 1811 ayudante de campo del general Castaños, puesto en el que concluyó la campaña.
Terminada la contienda, contrajo matrimonio en el verano de 1814 con María Encarnación Álvarez de las Asturias Bohorques y Chacón (Madrid, 7 de abril de 1798 – Aranjuez, 5 de mayo de 1863), hija del segundo matrimonio de Nicolás Mauricio Álvarez de las Asturias-Bohorques y Vélez-Ladrón de Guevara, I duque de Gor, con María del Carmen Chacón y Carrillo de Albornoz. De esta unión hubo diez hijos, seis hijas y cuatro varones. En el año en que se casó, el IX marqués de Mancera era jefe del Ejército provincial de Cádiz y miembro del Cuerpo de Caballería de la Reina y Cazadores de Sevilla. Al año siguiente, en 1815, se incorporó al Ejército de Castilla la Nueva y fue nombrado gentilhombre de cámara y sumiller de Corps de Su Majestad. Permaneció fiel a Fernando VII durante el Trienio Liberal y también en 1833, durante el último año de vida del Rey frente a las pretensiones de su hermano el príncipe Carlos, razón por la cual en 1834 apoyó a Isabel II. Por su lealtad se le concedió el 8 de julio de ese año la Grandeza de España de 1ª Clase sobre el título de marqués de Mancera, siéndolo por dos veces, pues ya había sucedido a su madre, en 1828, como duque de Arión.
En las filas del Partido Moderado fue nombrado prócer del reino, siendo admitido provisionalmente por la Junta preparatoria del Estamento el día 22 de julio de 1834; quedaba pendiente de presentar alguna documentación, lo que llevó a cabo el 13 de septiembre en que fue ya admitido con carácter definitivo. El 10 de noviembre de 1837 fue elegido senador por la provincia de Toledo; juró el cargo y tomó posesión el 28 de febrero. Por Real Decreto de 9 de julio de 1839 fue nombrado caballerizo, montero y ballestero mayor de la Reina, lo que resultaba incompatible con su cargo en la Cámara Alta.
En 1844 ascendió a mariscal de Campo y el 15 de agosto de 1845 fue nombrado senador vitalicio, dignidad que juró el 24 de diciembre de ese año. Desde 1847 ostentó el empleo de primer comandante general del Real Cuerpo de Guardias Alabarderos. Miembro de las Sociedades Económicas de Amigos del País de Toledo, Zamora y Granada e Individuo de la Diputación permanente de la Grandeza Española, fue, además, jefe superior de Palacio y caballero Gran Cruz de la Real y distinguida Orden de Carlos III y de la Militar de San Hermenegildo, así como de la de San Genaro de Nápoles y de la Rosa del Brasil. Obtuvo la máxima distinción el 3 de junio de 1851 al ser elegido caballero de la Insigne Orden del Toisón de Oro, siendo investido en Palacio por la propia Reina, diez días más tarde. Pero perdió todos los honores y condecoraciones militares tras la Revolución de 1868, llamada “La Gloriosa”, al mantenerse fiel a la dinastía y negarse a jurar como Rey a Amadeo de Saboya. Falleció el 1 de octubre de 1871, apenas unos meses más tarde de la entronización del primer rey de España elegido por el Parlamento.
Fuentes y bibl.: Archivo Histórico del Senado, exps. personales, HIS‑0262‑06 e HIS-0203-04.
P. Chamorro Baquerizo, Estado Mayor del Ejército español, Historia del ilustre Cuerpo de Oficiales hecha con las biografías de los que más se han distinguido. Mariscales de Campo, Madrid, Imprenta de T. Fontanet, 1854; F. Fernández de Bethencourt, Anuario de la Nobleza de España, 1911 y 1912, Madrid, Est. Tipográfico de Jaime Ratés, 1912; Anuario de la Nobleza de España, 1915, Madrid, Est. Tipográfico de Jaime Ratés, 1915; Historia Genealógica y heráldica de la Monarquía Española, Casa Real y Grandes de España, Madrid, Est. Tipográfico de Jaime Ratés, 1897-1920; A. Ossorio, Diccionario político español histórico y biográfico (Desde Carlos IV a 1936), Buenos Aires, Editorial Mundo Atlántico, 1945; R. Otero Pedrayo (dir.), Gran Enciclopedia gallega, Santiago de Compostela, Silverio Cañada, 1974-1991; A. de Ceballos-Escalera y Gila, marqués de la Floresta, La Insigne Orden del Toisón de Oro, Madrid, Palafox y Pezuela, 2000, págs. 527-528.
María Ángeles Valle de Juan e Iván F. Moreno de Cózar y Landahl, conde de los Andes