Moncada, Magdalena de. ?, p. m. s. XVII – Madrid, 3.V.1670. Dama de la reina Isabel de Borbón y de Mariana de Austria.
Hija de Francisco de Moncada, III marqués de Aytona, y de Margarita de Castro y Alagón. Sus hermanos fueron Gastón de Moncada, Estefanía de Moncada, Guillén Ramón de Moncada, IV marqués de Aytona, y Catalina de Moncada, casada con Luis Guillermo de Moncada, VII duque de Montalto.
Una de las primeras referencias a Magdalena de Moncada aparece en la descripción de la fiesta de máscaras celebrada en el Salón Dorado del Alcázar de Madrid con motivo del cumpleaños de la reina Mariana de Austria el 21 de diciembre de 1648. En aquella ocasión, la infanta María Teresa y sus damas representaron una obra mitológica para el Rey y sus cortesanos.
Atendiendo al profundo simbolismo que encerraban los personajes elegidos por las damas, la infanta María Teresa, en alusión a los derechos sucesorios que por aquella época ostentaba, representó el papel de Júpiter, máximo dios del panteón romano. No se puede dejar de señalar la divinidad a la que dio vida Magdalena de Moncada, la dama personificó a Astraea, titánide de la mitología griega, hija de Zeus y Temis. Astraea, diosa virgen que llevaba los rayos de Zeus en sus brazos, asociada a la constelación de Virgo, era representada como una diosa alada, cubierta de luz y portando una antorcha en el brazo. Magdalena de Moncada se mantuvo soltera a lo largo de toda su vida.
Magdalena de Moncada se distinguió como defensora de los intereses de los linajes catalano-aragoneses que llegaban a la Corte en busca de mercedes y beneficios.
En 1657 prestó su apoyo al II marqués de Osera, noble aragonés que acudió a Palacio con la intención de solicitar a la reina Mariana de Austria la liberación de su hermano. Magdalena de Moncada actuó como valedora de los intereses del marqués de Osera y aprovechando el ambiente distendido en las comidas de la Reina, comunicó a ésta el motivo de la llegada de Osera y, a su entender, justificadas súplicas. Al margen de estas pequeñas actuaciones, Magdalena de Moncada se distinguió por la ayuda prestada a su hermano, Guillén Ramón de Moncada, IV marqués de Aytona, el cual, gracias en parte a la intermediación de su hermana, logró el beneplácito de Felipe IV, que en su testamento lo nombró miembro de la Junta de Regencia, un honor que muchos grandes hubieran deseado para sus personas.
Durante la regencia, Magdalena de Moncada fue utilizada por su hermano para ascender en la escala de puestos de la Corte, al menos, así lo aseguró el nuncio en su correspondencia: “[Aytona] va architettando con l’assedio feminino istillarsi nill’animo della Regina sospetti di veleno e diffidenze verso le Dame piú intime di Palazzo [...] si abandoni nille mani della di lui sorella”. El marqués de Aytona fue elegido general de la guardia chamberga, cuerpo real creado en mayo de 1669, un mes después de que el nuncio suscribiera estas palabras. Al año siguiente los dos hermanos, el marqués de Aytona y Magdalena de Moncada, fallecieron: el marqués, el 17 de marzo de 1670, tras la práctica de una purga. Magdalena de Moncada recibió el pésame por la muerte de su hermano el 26 de ese mismo mes; poco después, el 3 de mayo, ella misma fallecería. Con la muerte de Guillén y Magdalena, desaparecieron dos de los puntales más importantes de la familia Moncada en la Corte de Madrid.
Fuentes y bibl.: Archivio Segreto Vaticano, Segretaria di Stato di Spagna, Indice 1025, Correspondencia del nuncio, 20 de abril de 1669, pág. 373; Archivo General del Palacio, Personal, caja 693/9.
G. Bocángel y Unzueta, Piedra cándida con que en real y festiva máscara numera los felicísimos años de Mariana de Austria, reina de las Españas, Madrid, Diego Díaz, 1648; F. E. Pöttiing, Diario del conde de Pötting (1663-1674), ed. de M. Nieto Nuño, vol. II, Madrid, Ministerio de Asuntos Exteriores, Centro de Documentación y Publicaciones, 1990-1993, pág. 103; P. Juralde Pou, “La actriz en el teatro de Tirso de Molina”, en Images de la femme en Espagne aux XVI et XVII siècles. Des traditions aux renouvellements et à l’émergence d’images nouvelles, Paris, Publications de la Sorbonne, Presses de la Sorbonne nouvelle, 1994, págs. 240-243; A. Malcolm, “La práctica informal del poder. La política de la Corte y el acceso a la familia real durante la segunda mitad del reinado de Felipe IV”, en Reales Sitios, 147 (2001), pág. 42; L. Oliván Santaliestra, Mariana de Austria en la encrucijada política del siglo XVII, tesis doctoral, Madrid, Universidad Complutense, 2006 (inéd.), pág. 232; V. Sánchez Ramos, “El poder de una mujer en la corte: La V marquesa de los Vélez y los últimos Fajardo”, en Revista Velezana, 25 (2006), págs. 19-65; R. Pilo, Juan Everardo Nithard y sus ‘causas no causas’. Razones y pretextos para el fin de un valimiento, Madrid, Ediciones Sílex, 2010.
Laura Oliván Santaliestra