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Gervasio Gasca Ormigón

Biografía

Gasca Ormigón, Gervasio. Embid de la Ribera (Zaragoza), 18.VII.1760 – Zaragoza, 13.IV.1833. Brigadier de Caballería, distinguido en la Guerra de la Independencia.

Pertenecía a una familia de la nobleza aragonesa.

El 1 de marzo de 1781, ingresó en la Real Brigada de Carabineros, cuerpo distinguido de Caballería de la Casa Real, como carabinero real. El 15 de julio de 1785, fue promovido a carabinero de distinción y, con fecha de 25 de mayo de 1786, recibió el despacho de alférez de Caballería y fue destinado al Regimiento de Caballería de Farnesio.

Al iniciarse la Guerra del Rosellón, contra la Revolución Francesa, encuadrado en dicho Regimiento, pasó a formar parte del ejército de Aragón, con efectos de 1 de abril de 1793 y, el 29 siguiente, pasó a la Compañía de Carabineros. En junio de dicho año, con su Regimiento, fue trasladado al ejército de Navarra y, como alférez de la Compañía de Carabineros, tomó parte en las acciones más notables del mismo, durante la citada guerra. En la tarde del 4 de julio de dicho año, tuvo lugar la acción de Hendaya, en la que se distinguió, avanzando con su compañía sobre dicha población, con notables pérdidas de la fuerza enemiga, a la que se hizo un gran número de prisioneros y tuvo que batirse en retirada. El 10 de abril de 1794, ascendió a teniente y, el 8 de agosto del mismo año, fue promovido a primer teniente, continuando en la misma unidad. Con esta graduación, fue destacado, al mando de una sección a caballo, a las inmediaciones de la Real Fábrica de Egui. Cuando la ofensiva francesa, ante la superioridad de medios de los atacantes, la guarnición de dicha fábrica recibió la orden de efectuar una retirada, en la cual cayó prisionero el 17 de octubre de 1794.

Terminada la Guerra del Rosellón, volvió al Regimiento de Farnesio, en el que permaneció hasta el 25 de junio de 1797. En esta fecha, reciente su ascenso a capitán, fue nombrado caballerizo de campo de Su Majestad el Rey. En este puesto permaneció hasta el 20 de octubre de 1799, en que fue nombrado ayuda de cámara de Su Majestad. Cinco días después, ascendió a teniente coronel, quedando confirmado en el ejercicio de dicha función, con derecho al uso del uniforme del Regimiento de Farnesio.

El 29 de enero de 1801, fue nombrado gobernador militar y político de Daroca (Zaragoza) y su partido y el 5 de octubre de 1802, fue ascendido a coronel, continuando en el citado cargo. En esa situación se encontraba cuando, en julio de 1806, contrajo matrimonio, en Zaragoza, con María Serafina de Ibáñez y Codallos, viuda del mariscal de campo Mariano de Ibáñez y Rubio.

Cuando en 1808 tuvo lugar la invasión francesa y el alzamiento español, se unió al mismo y, el 3 de julio de dicho año, se incorporó a la guarnición de Zaragoza, para la defensa de la ciudad. Participó en los dos sitios de Zaragoza y se distinguió sobre todo el día 31 de diciembre, en la defensa de la puerta del Portillo, contra el potente ataque que tuvo lugar en dicho día.

Al rendirse la plaza, el 20 de febrero de 1809, quedó prisionero y fue conducido hacia Bayona, con los demás defensores, pero a los dieciocho días consiguió evadirse. Tras su fuga, marchó hacia Castilla y se presentó en el 1.er Ejército, en el que, con fecha de 9 de marzo de 1809, recibió el grado de brigadier, quedando destinado en el mismo. El 13 de septiembre de dicho año, fue designado para el mando del Regimiento de Caballería Cazadores de la Real Maestranza de Valencia.

El 20 de febrero de 1810, tomó parte en la batalla de Vich, como 2.º comandante de la Caballería. En el mismo año, tomó parte en las batallas de Villafranca, Esparraguera y Manresa, los días 30 de marzo y 3 y 5 de abril, al mando de la Caballería.

En 1811, tomó parte en la expedición de Perelló y en las batallas de Tárrega y Montblanch, al mando de la división. Fue nombrado gobernador de Tarragona y, al ser sitiada esta plaza, recibió el mando del fuerte de Fernando VII, que defendió durante veintiocho días. Después se le confió el mando de La Seo de Urgel, donde se fortificó y se mantuvo hasta ser relevado, con motivo de haber sido designado para el mando de la división de Caballería. El 25 de octubre de ese año, tomó parte en la batalla de Murviedro, al frente de dicha división.

En esa batalla, la actuación del citado Regimiento de Cazadores fue desaprobada por el general en jefe, que ordenó que una fracción del mismo fuese destinada a Infantería, como castigo. Ocurrió que, ante el avance francés, él hizo que dicha fracción retrocediera para situarse como protección del cuartel general.

Exponiendo este hecho, elevó un recurso contra la citada orden, solicitando que se formase sumaria en averiguación de la conducta del Regimiento en dicha acción. El Consejo de Regencia resolvió que se dirigiese al capitán general y éste, el 11 de diciembre de 1811, decidió que entregase el mando al teniente coronel 2.º comandante de la unidad y fuese destinado a segunda línea, hasta nueva orden. Pasados tres meses sin que llegara esa orden, volvió a recurrir, en marzo de 1812. Este hecho fue el motivo por el que no recibió el grado de mariscal de campo. En marzo de 1813, fue nombrado comandante general de la provincia de Cuenca, cargo que ocupaba al terminar la Guerra de la Independencia.

Por su actuación en dicha guerra, fue condecorado con la Medalla de Distinción del Segundo Sitio de Zaragoza, con la del Primer Ejército y con la Cruz laureada de San Fernando de 3.ª Clase.

Ya terminada la guerra, elevó un recurso a Fernando VII, quien el 26 de junio de 1815, a la vista de los antecedentes, resolvió que se formase la sumaria solicitada. El 25 de septiembre de dicho año, fue nombrado comandante militar del distrito de Zaragoza, cargo considerado de mayor relevancia, por tratarse de una comandancia militar de 1.ª Clase. El 1 de agosto de 1816, fue agregado al Regimiento de Caballería del Príncipe. Terminada la sumaria citada y vistas sus conclusiones, Fernando VII, por Real Orden de 10 de octubre de dicho año, decidió que volviese a tomar el mando de su Regimiento y que, al haberse disuelto el mismo, se le confiriese el mando de uno de los que quedasen vacantes, según su antigüedad.

Consecuentemente, el 2 de diciembre del mismo año, se le confirió el mando del Regimiento de Dragones de Villaviciosa.

Establecido en 1820 el régimen liberal, como consecuencia del pronunciamiento de Riego, la Real Orden de 29 de abril de dicho año publicó una relación de coroneles, entre ellos él, que pasaban a situación de cuartel, con carácter forzoso, en el Ejército que eligiesen.

Eligió el Ejército de Aragón, con residencia en Zaragoza, y después recurrió por haberle dado el retiro sin haberlo solicitado. No se le estimó el recurso y quedó de cuartel, en el citado ejército, con residencia en Fuentes Claras, en la actual provincia de Teruel.

Allí, su casa fue un apoyo para las partidas realistas y un refugio para los perseguidos.

El 6 de mayo de 1823, triunfante la reacción contra el gobierno revolucionario, fue nombrado gobernador político y militar interino de la ciudad de Daroca y su partido. El 27 de diciembre de ese año, quedó ejerciendo el mando militar de Aragón, con carácter interino, y después fue nombrado jefe de la Caja General de Quintos de dicho reino.

Por Real Decreto de 16 de marzo de 1825, se le declaró purificado en 1.ª instancia. Después, fue gobernador militar y político interino de la plaza de Jaca, vocal de la Junta de Purificaciones Militares del reino de Aragón y subinspector de los voluntarios realistas del mismo. El 2 de noviembre de 1829, fue nombrado segundo cabo comandante.

General del reino de Aragón, cargo que ejerció hasta su retiro. A sus condecoraciones, había unido la Cruz y la Placa de San Hermenegildo y la Flor de Lis.

Al pasar a retiro, continuó residiendo en Zaragoza, hasta su fallecimiento.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), exps. militares.

J. Gómez de Arteche, Guerra de la Independencia, Madrid, Imprenta y Litografía del Depósito de la Guerra, 1868-1903; Servicio Histórico Militar, Guerra de la Independencia, Madrid, Librería Editorial San Martín, 1972; VV. AA., Personajes de la Historia de España, Madrid, Espasa Calpe, 1999.

 

Gabriel Rodríguez Pérez